Hoy nos adentraremos por el valle del rio Asón hasta llegar al Nacimiento del rio. Pero antes haremos una breve parada por el camino para visitar la Cueva del Francés. El curioso nombre que tiene nuestro punto de destino, deriva de un clérigo francés, que huyendo de los estragos de la revolución, se refugió en esta zona y descubrió las propiedades curativas de sus aguas. La cueva se encuentra junto a las ruinas de un viejo molino.
Continuamos y atravesamos valles pasiegos hasta llegar al Nacimiento del rio Asón, y conforme pasamos la localidad de Asón nos vamos acercando a una impresionante cascada de más de 65 metros de caída. El lugar es maravilloso. Desde el pueblo de Asón hay un sendero que te conduce a la cascada y que va paralelo al rio. Un bosque que es un verdadero remanso de paz y naturaleza. Pero nosotros como íbamos con el tiempo justo para lo que ibamos a ver este día, decidimos recortar el sendero y empezar en la parte alta, muy cerca de donde se encuentra la cascada y su mirador junto a la carretera. Desde este punto descendimos hasta la mismísima cascada Caliagua. Una maravilla. Y después seguimos descendiendo por el rio para adentrarnos en un bosque que parecía sacado de un cuento de hadas y brujas. Un paseo entre hayas, helechos y musgo, mucho musgo producto de la humedad del lugar y de la cercanía del rio.
Después nos dirigimos hacia el Mirador del Gándara, otro rio cercano y afluente del anterior. Debido a que es verano, llevaba poca agua, así que tuvimos unas maravillosas vistas, pero sin mucha agua. En eépoca de lluvias, en este lugar se forman espectaculares cascadas. Es curioso como el mirador se adentra en el vacío del valle a unos 300 m. de altura. Si tienes vértigo, ten cuidado. Junto al mirador hay una enorme área recreativa perfecta para nuestro pic nic.
Después nos dirigimos hacia el Parque Paleolítico de la Cueva del Valle, en el curso medio del río, donde un mamut gigante nos da la bienvenida hasta llegar a la Cueva del Valle, una cueva que estuvo habitada en el Paleolítico. Tiene unas galerías de hasta 60 km. de longitud, las cuales no son visitables, pero daba igual, porque aun llevando nosotros linternas no avanzamos más allá de los 60 m. Para llegar hasta el parque hay que realizar un pequeño y tranquilo paseo de no más de 1 km diría yo. Además de la cueva y el mamut, nos encontramos con un lavadero de mineral, y un pequeño rio que serpentea todo el lugar. Paneles informativos y un area de picnic completa este pequeño lugar pero que es muy agradable de visitar en familia.
A continuación seguimos carretera descendiendo como lo hace el rio Asón hasta llegar a la costa. Y muy cerca nos encontramos con la costa de Ajo, y descubrir su faro: el faro de Ajo. Tiene la peculiaridad de haber sido pintado por el famoso graffitero Okuda que ha plasmado en el faro su obra de arte efímero, ya que se prevé pierda su colorido en unos 8 años. Que multicolor. Si de noche el faro ilumina con su luz, de día estos colores también servirían para avisar a los barcos. Jeje. El faro se encuentra solo, en medio de una extensa pradera junto a los acantilados, y perfectamente acotado y con senderos para su paseo por los alrededores. Si avanzamos por un sendero un poco más junto a los acantilados, llegamos a la Ojerada. Se trata de una zona rocosa en la que el mar, a lo largo de millones de años, ha creado cuevas y caprichosas formas hasta formar la impresionante cavidad que veis en las fotos. Su forma, similar a dos grandes ojos a través de los cuales se ven el cielo y el mar, es lo que ha dado nombre al lugar.
Tras visitar la Ojerada comienza el atardecer, y volvemos al coche, pasando de nuevo por el faro de Ajo. Un lugar muy agradable para pasear. Cogemos el coche y nos dirigimos al apartamento, pues nos queda ¾ de hora de camino. Pero recordando el agradable día que hemos pasado, el recorrido se nos hace corto. Cantabria tiene muchísimo que ofrecer, y empezamos a pensar que 20 días no son suficientes para lo que puede ofrecer.