Llegamos a Castro Urdiales a las 17h de la tarde. Aparcamos el coche en una de las calles que está cerca de la Playa de Brazomar. Es la primera vez que venimos a esta bella localidad y no sería la última por mi parte. Os dejo mapa de la villa.
Vamos paseando por el bonito Paseo Marítimo Ocharan Mazas.
Detrás de mí se puede ver el Muelle de Don Luís Castro, que fue inaugurado en el año 1905, se ha convertido en un lugar de visita obligada por sus excelentes vistas e ideal para el paseo.
El muelle fue construido con el objetivo de mejorar las infraestructuras portuarias de la ciudad, ya que contaba con una elevada actividad pesquera. La obra se realizó en varias fases entre los años 1903 y 1905. Tiene una longitud de 226 metros, destacando su faro que se encuentra situado en la punta del mismo y que sigue en funcionamiento a día de hoy guiando a las embarcaciones que entran y salen del puerto. Sus barandillas están diseñadas con motivos marinos, con el objetivo de hacer honor a la actividad pesquera que siempre ha sido una de las principales fuentes económicas de la ciudad. El muelle ha sido escenario de muchos rodajes cinematográficos y publicitarios. Lo que le hace más llamativo es la escalinata que da directamente al mar, lugar ideal para sentarte a disfrutar de las vistas, los atardeceres, leer un libro, oír música o simplemente dejarte llevar por el sonido del mar. Eso sí, cuidado porque al salpicar el agua, las escaleras son resbaladizas y te das un baño inesperado
Desde el muelle hay excelentes vistas al puerto, la Iglesia de Santa María de la Asunción y el Castillo-Faro de Santa Ana.
En el paseo marítimo se puede ver esta Rosa de los Vientos en el suelo.
Castro Urdiales es una villa marinera muy frecuentada por sus vecinos vascos debido a su cercanía, pero también se ha hecho muy popular en los últimos años gracias a las RR.SS, ya que cuenta con muchos atractivos y vestigios románicos, vamos a descubrirla juntos. Junto a la lonja de pescado se puede ver el "Monumento a las Rederas" o "El pueblo de Castro a sus mujeres del mar". La escultura de piedra es un homenaje a las rederas de la ciudad y refleja esta profesión tradicional, que hoy día sólo la ejercen dos familias en la ciudad. Fue realizada en 2005 por el escultor Salvador Ceballos.
A pocos metros nos encontramos con el Puente Medieval, Puente Romano o Puente Viejo, obra de estilo gótico con arco ojiva que fue construido para unir el promontorio donde se sitúa el castillo y la Iglesia de Santa María con la Ermita de Santa Ana. Ver como rompen las olas bajo el puente es todo un espectáculo. Detrás se puede ver el Castillo-Faro de Santa Ana.
Nos vamos paseando hasta la esplanada que separa la iglesia del castillo y nos encontramos varios perretes jugando, no pudimos evitar hacernos una foto con ellos, se ve que somos muy perrunos, jajajaja.
Desde las murallas medievales que hay junto a la iglesia, se puede ver un canal con acantilados a los lados por donde entra el mar y rompe las olas en las rocas laterales. Las vistas son espectaculares.
La Iglesia de Santa María de la Asunción es del siglo XIII y tiene tres naves de estilo gótico clásico. Es conocida como la Catedral de Santa María entre sus habitantes. En su interior podrás disfrutar de una importante colección de obras de orfebrería del último gótico, un cuadro de Cristo crucificado de Zurbarán y tallas del siglo XIII al XVII, nosotros no la pudimos ver al estar cerrada.
Castro Urdiales es una de las villas costeras más conocidas de la región cántabra junto a Santoña, cuenta con numerosos restos de la época medieval y romana, así como de hermosas playas. Nuestra visita ha sido un poco light, pero la hemos disfrutado, y lo más importante, nos ha encantado, pero como os dije al principio, tuve la ocasión de volver hace pocos años y os ampliaré información. De camino al coche nos topamos con esta preciosa villa con forma de castillo.
Nos despedimos con este bello ärbol amarillo
DIA-2-9-2020:
Como os comentaba antes, volví a Castro Urdiales al cabo de nueve años. Esta vez visité algunas cosas que no vimos la vez anterior y repetí otras. Aunque cuenta con vestigios prehistóricos de gran interés, la ciudad se enorgullece sobre todo de una rica historia bimilenaria vinculada al imperio romano, donde hoy se encuentra Castro Urdiales antes estuvo la colonia de Flavióbriga. La visita de hoy la comienzo con una parada breve en la Plaza de Toros que es de interés arqueológico y artístico. En la actualidad cuenta con un aforo de 5200 localidades. Construida entre 1911/1912, su estilo artístico es ecléctico-neomudéjar. Tiene una entrada principal compuesta por dos torres flanqueando una puerta en arco de herradura apuntado y arcos entrelazados en el segundo piso. Se inauguró en 1912 y su última corrida fue en el año 2007.
Aparco el coche en el parking gratuito habilitado junto a la Playa de Ostende. A pocos metros se puede ver este precioso mural de "El Pedregal".
El Pedregal es una cala natural a modo de piscina creada por el mar en el barrio de los marineros, no es de tierra, está llena de piedras, de ahí su nombre. El agua es limpia y cristalina de un color verde esmeralda que invita al baño, me daban unas ganas locas de bañarme, pero el bañador lo tenía en el coche y no era plan de volver, ponérmelo en el coche y luego quitármelo y toda la parafernalia que tenía que montar, jajajaja. El agua del mar entra a través de un pequeño túnel arqueado por la erosión.
En las rocas se pueden ver unas esculturas de unos niños queriéndose lanzar al mar que llevan el nombre de "Los Bañistas" del escultor José Cobo. Son iguales que "Los Raqueros" en Santander, obra del mismo autor.
Vistas desde la Muralla Medieval que hay junto a la iglesia, esta vez el mar está más bravo que la primera vez que lo visité.
Panorámica de la Iglesia de Santa María de la Asunción desde la muralla. Resulta que la Iglesia está enferma, sufre del llamado mal de la piedra y afecta a su estructura, debido a unas reacciones químicas por la contaminación, provocando que las paredes exteriores se vayan descomponiendo en polvo. La Catedral de León o la Concatedral de Cáceres también sufren la misma dolencia
También se puede ver junto al acantilado, el Castillo-Faro de Santa Ana. Esta fortaleza del siglo XII es de planta pentagonal con torreones cilíndricos y bóveda de cañón que alberga el faro construido en 1853, cuya maquinaria ocupa parte de la capilla. Este castillo es uno de los mejor conservados en Cantabria junto con el de San Vicente de la Barquera y el Castillo de Reinosa. Se encuentra situado a 49 metros sobre el nivel del mar. Su posición estratégica permitía que en caso de verse obligados a huir pudieran hacerlo por el mar. Quedó inutilizado cuando la ciudad fue conquistada por los franceses en 1814. Muchos lugareños acudieron a la fortaleza para poder huir embarcándose en buques ingleses. Su construcción se realizó en torno al año 1163. El faro se encendió por primera vez el 19 de noviembre de 1853. El faro contaba con un sistema de alumbrado basado en una lámpara de aceite con óptica fija, alrededor de la cual giraban dos lentes verticales que se accionaban con una máquina de relojería. Aparte del sistema de iluminación, existe desde 1953 una sirena de niebla compuesta de un único vibrador que emite la señal en código Morse de la letra “C” que es repetida cada 60 segundos.
Desde el Mirador de la Atalaya las vistas son espectaculares de todo la costa cántabra.
Castro Urdiales en los temas marítimos le valieron ser el primer pueblo del Cantábrico en conseguir el titulo de Villa. Terminada mi visita me voy a por el coche para ver un lugar o más bien un monumento, conocido o no, pero bastante chulo. Se encuentra a las afueras de Castro Urdiales, en concreto a poco más de 4km. Se trata del Cargadero de Dícido, desde que lo vi por internet, me propuse ir a conocerlo, me encantó las fotos que vi, pues allá que voy
Hecha la foto me dispongo a seguir un sendero que hay en los alrededores, después de andar varios metros, el GPS me dice que he llegado y me marca que el cargadero lo tengo a mi izquierda, terraplén abajo, Google Maps me dirige y quiere que me tire de cabeza o qué???, jajajaja, por aquí no se puede acceder desde ningún sitio ya que todo es maleza y cuesta abajo, nada, continúo por el sendero y le pregunto a un matrimonio mayor que me encontré y me dijeron que tenía que seguir más abajo, eso hice y llegué hasta el final del sendero y sin ver el cargadero dichoso, jajajaja. El sendero finaliza en el Restaurante "El Rincón de Chami", junto a la Playa de Dícido que se junta con el río Mioño, hasta ahí mismo estoy yo, hasta el moño de la tomadura de pelo de Google Maps, a veces te mete por unos sitios que madre mía, en este caso el sendero era fácil pero otras veces es para tirarle de las orejas al que hace los recorridos
El recorrido que marca Google desde donde dejé yo el coche hasta esta playa son poco más de 2km, es poco pero luego tengo que volver y el sendero tiene una subidita guapa, eso que me hubiese ahorrado si me hubiera indicado bien, ya que a pie de playa hay un parking y a pocos metros se encuentra el embarcadero, me cachis en el GPS, bueno, un paseíto que me he dado, total tampoco es que tenga prisa, voy de turismo pero me gusta más ir a tiro hecho, jajajaja, después si me quiero pasear, me paseo. A lo lejos lo visiono y me parece precioso.
Mioño conserva el único de los seis cargaderos de mineral que hubo en Castro Urdiales. El de Dícido se construyó en 1896 para cargar en barcos el hierro procedente de las minas, mineral que en gran parte se suministraría posteriormente a Altos Hornos de Vizcaya.
La mejor opción para visitar el cargadero es llegar hasta el parking de la Playa de Mioño, seguir por la Vía Verde a orillas del mar y hasta donde puedas llegar, ya que hay una zona restringida porque lo están rehabilitando por lo visto. Las vistas son excelentes, también está la Cala de Mioño por si os queréis dar un baño, ya veis que había gente.
En el recorrido encontrarás una zona de picnic con mesas y bancos con unas vistas preciosas, lugar ideal para pasear, reponer fuerzas y ver una de las estructuras más importantes de la zona.
La Dícido Iron Ore, compañía que explotaba la mina, construyó este cargadero a 14 metros de altura sobre el nivel del mar. Está formado por un gran pilar de sección circular, realizado en piedra de sillería, que soporta una estructura de hierro en voladizo llamada cantilever. Pesaba 300 toneladas y medía 94 metros de longitud y 6 de anchura. Con su estructura de dos pisos de doble vía y tolvas podía cargar 2.600 toneladas de mineral.
La antigua instalación se voló en 1937 durante la Guerra Civil. Un año después se construyó el actual que sólo tiene un piso con una cinta transportadora y un pescante de 45 metros. Es el único cantilever de toda la costa cantábrica. En 1986 el Ayuntamiento de Castro Urdiales se hizo con su propiedad comprándoselo a la empresa Derivados de Flúor por el precio simbólico de una peseta
Ya son algo más de las 17:30h, me pongo en ruta de nuevo por el mismo sendero que bajé y me voy hasta el coche que todavía me queda otro lugar icónico que visitar, pero ya lo pondré en su correspondiente diario ya que pertenece a otra provincia