El segundo día habíamos reservado un free-tour con Civitatis por el centro de la ciudad y nos tiramos toda la mañana paseando, viendo el Almirantazgo, la Catedral de San Isaac, los jardines de Alejandrovsky, plaza del Senado con la estatua del jinete de bronce, campos de Marte, jardines de verano, para terminar en la iglesia del Salvador sobre la sangre derramada que nosotros ya habíamos visto. Después nos fuimos a comer pelmenys al restaurante Pelmenya que había leído que era lo más típico, son unas bolsitas de pasta rellenas con carne. Por la tarde nos fuimos a visitar el Hermitage y fuimos de libre, pero eso es inmenso necesitarías días enteros para verlo por lo cual yo recomiendo que si lo visitáis lo hagáis con un guía, seguidamente descansamos en el hotel un poco y nos bajamos a tomar y picar algo a un pub ingles que había en frente del hotel.