Los preparativos para mi quinta vez en Enkewa camp , Masai Mara, fueron rápidos puesto que ya soy una asidua. Lo primero que tengo que decir es que este campamento lo lleva Jose Serrano Olivares, el mismo que tenía Enkewa Mara Camp (situado fuera del parque). Ahora las mismas tiendas, pero en un enclave privilegiado dentro del Mara, forman Enkewa Camp.
Siempre he viajo con KLM o AirFrance o Emirates, pero vas a París o Amsterdam y luego cambias de avión a Nairobi. Este último vuelo es muy largo y se hace pesado. Esta vez fuimos con Qatar Airways. Son dos vuelos de aproximadamente 6 horas y media cada uno, mucho más llevadero. Siempre viajo de noche para llegar a Nairobi y coger la avioneta que sale desde el aeropuerto de Wilson a las 10:30 para llegar a Keekorok sobre las 11:30 y aprovechar el día de safari.
Salimos a las 17:00 desde Madrid T4 a Doha. Llegamos a las 00:45 y teníamos una hora para coger nuestro siguiente vuelo a Nairobi. El aeropuerto es muy amplio y moderno. Todas las tiendas están abiertas y si necesitas hacer alguna compra, actualmente está más barato al cambio que en España. Nuestros vuelos los sacamos con una hora y media aproximadamente de diferencia, ya que da tiempo a moverte por el aeropuerto y la espera no se hace nada pesada. Llegamos a Nairobi a las 8:40 am, ya que por motivos de seguridad no se pueden atravesar ciertos países y la ruta ha cambiado alargándose una hora. Al viajar con Qatar Airways fuimos directamente a un hangar en el aeropuerto Jomo Kenyatta de Nairobi, y como éramos el único vuelo de Qatar Airways, no tuvimos colas para presentar el visado. Las maletas llegaron inmediatamente y salimos a las 9:00 para encontrarnos con nuestro taxi que nos llevaría al aeropuerto de Wilson para coger la avioneta hacia Keekorok, Masai Mara. A pesar del tráfico que suele haber a esas horas, como han hecho una autovía nueva para llegar a Wilson, tardamos escasamente unos 30 minutos en llegar. En Wilson hay wifi gratuita. Tienes baños modernos y una cafetería.
Una vez montas en la avioneta te comentan que hay una serie de paradas, ya que van dejando a los diferentes pasajeros en ciertas zonas del parque según al campamento que vayan. Aproximadamente a Keekorok se tardan unos 50 minutos. Una vez allí, nos esperaban Johnson y Purrenguei, los masais que ya conocía para llevarnos hacía Enkewa Camp. Si vas directo al campamento se tardan unos 30 minutos, pero como teníamos tiempo y no estábamos cansadas, al preguntarnos les dijimos que preferíamos hacer un pequeño safari de una hora y media. Llegamos al campamento a las 13:30.
Cosas a tener en cuenta:
- La visa la llevábamos impresa desde Madrid. La solicitamos a través de la web: evisa.go.ke. son 50$ más un service charge. Cuando solicitan foto carnet y foto del pasaporte, directamente saqué con mi móvil la foto de mi pasaporte y la foto que viene en él. Luego cuando en otra sección te solicitan otro tipo de documento (campo obligatorio) volví a poner mi pasaporte. Aceptaron todo y te sale el documento en el momento.
- Actualmente no necesitas la vacuna de la fiebre amarilla si solo entras en Kenia y desde allí vuelves a casa. Si vas a ir a otros países en África, debes consultar antes.
- No hay necesidad de tomarse las pastillas contra la Malaria porque la situación del campamento hace que no haya mosquitos. Es verdad que fuimos en julio, que es invierno allí. Puedes consultar con un médico ante la duda.
- Ropa a llevar: forro para las mañanas que son frescas de unos 12 grados y luego pantalones largos o cortos, camisetas, gorra, pañuelo para el cuello, crema solar, gafas de sol, zapatos cómodos cerrados. Durante el día llegamos a unos 25 grados y por las noches son unos 15.
A las 5:45 am nos levantamos para desayunar un café con un par de galletas y salir a las 6:30 en punto de safari. ¡El amanecer fue espectacular!. Los animales estaban tranquilos porque algunos ya han cazado y están desayunando o bien porque todavía se estaban desperezando. De camino al río Mara vimos muchas cebras y ñus. Realmente todo está tomado por estos animales, lo cual hace que los depredadores estén muy bien alimentados en esta época.
Vimos elefantes, guepardos y buitres. Muchos buitres que también se dan un gran festín con los restos que dejan los leones. Lo que es muy curioso es que tienen mucho genio. Hay varias especies, tres en concreto fueron las que vimos, y se pelean por comer de forma muy agresiva. Realmente es sorprendente verles en su hábitat.
De camino al río paramos para desayunar sobre las 9:30. No se para en cualquier sitio, hay lugares establecidos que Jose sabe. Siempre por supuesto se mira que sea seguro antes de bajarnos del coche. Una vez terminamos, continuamos nuestro viaje hacia el río ya que los cruces suelen ser por la mañana y por la tarde, así que había que intentar llegar antes de la hora de la comida.
Una vez llegamos allí, Jose y Purenguei decidieron donde podría haber movimiento según vimos a los ñus situados. Así que paramos y esperamos con paciencia y en silencio a que se produjera. En ese momento disfrutamos viendo a los hipopótamos, al cocodrilo que espera tranquilo tomando el sol en la orilla y unos 15 elefantes que bajaron al río a beber.
Y por fin sucedió: el cruce de un grupo de ñus. ¡INCREÍBLE!
Es alucinante ver como uno se decide y los otros van detrás. Los cocodrilos se ponen en marcha y se van acercando hacia donde cruzan. Cuando un cocodrilo engancha a un ñu y le empieza a ahogar, sufres por el animal, pero sabes que así es como debe ser. Es como los documentales de National Geographic. Es dificil de describir, hay que vivirlo. Las fotos no muestran lo que realmente es. Hay que escuchar el sonido de los ñus corriendo por el agua. Escuchar como los que han pasado al otro lado llaman a aquellos de su familia que de repente no se atreven a pasar por miedo. Eso es una experiencia que solo se puede vivir allí. ¡Fue un día memorable!