Hoy tenemos el día libre para volver a la ciudad. Esta vez vamos por nuestra cuenta, el grupo que hemos formado. Empezamos por un paseo por los canales en barco para ver aquellos rincones inaccesibles a pie y para disfrutar del paseo por si mismo.
Esta vez no volvimos al barco a comer, encontramos una restaurante al lado de un canal con una hermosa terraza y allí nos sentamos relajados y sin prisas a comer lo que hubiera y disfrutar de una cerveza tomada con calma y en buena compañía. ¿qué más se puede pedir?
Despues volvimos al barco a cenar y hacer las maletas. Lo peor del viaje. Siempre me pasa, a la hora de recoger me entra una tremenda morriña, pero hay que hacerlas, asegurarse de no dejarse nada.
Pagar, despedirse, el fin del viaje.