El primer día que estuvimos en 5 pointz quedamos para hacer un mural con gente de la ciudad en dos días. Como en la scrap yard tenían un problema de “suministro” importante nos dieron la dirección de una tienda de Queens donde también vendían botes. La misma línea 7 nos llevaría a Junction Blv. en el Queens profundo. No recuerdo bien la dirección pero era la 42 o 43 Av. A la altura de la parada. Nos costó mucho encontrarla porque no tenía letrero alguno y la tienda era realmente el piso de arriba de la casa. Nos recibieron en español y eso fue una alegría.
Nada que ver con el zulo de la scrap yard, esta era grande y bien nutrida de colores. También se nos fue la mano comprando fancines pero tenerlos delante y no comprarlos…
Aún paseamos un poco por esas calles de Queens – intentando parecer lo menos guiris posibles – y nos dimos cuenta de que la comunidad Sudamericana en esa zona era muy numerosa. Los dependientes y dependientas de las tiendas eran de estos lugares.
De vuelta al metro y una vez en el 5 point coincidimos con un chico suizo que se unió al grupo. Esta vez subimos el lugar que tenían reservado era por las alturas, en la azotea de las naves. No hay otra maneta de acceder que por escaleras pero lo tienen bien montado, con poleas para subir las bolsas y demás.
Este día nos pegó un sol de justicia y estuvimos más tranquilos que el anterior. Allí estuvimos derrochando flow y no faltó musiquita buena, electro antiguo.
Comimos allí mismo mientras seguíamos con el rollete y a la tarde tuvimos mas expectación. Conocimos a un integrante de los FX y de TFC, y estuvimos viendo álbumes de fotos originales de los 80 y principios de los noventa, la
Época dura del MTA…vaya joyas.
Con la pieza terminada nos bajamos el resto de la tarde a la oficina y como el día anterior cambiamos estilo con la gente del lugar. Conocimos a un chico de la nueva escuela del Bronx que nos invitó a pintar a en dos días en su barrio. De lujo. Esa tarde ya parecía que llevásemos allí un mes por lo menos, conocíamos a todo el mundo y no solo compartíamos estilo.
Uno de los compis con los que habíamos estado en la azotea nos llevó a conocer a maría, a unas cuantas calles del lugar. Típico negrata en el callejón, de película. Así que el resto de la tarde la pasamos con los Partners del lugar, en la azotea VIP, en las nubes.