Hoy dormimos un poco más ya que hasta las 11:15, no teníamos el tour. Salimos tranquilamente hacia Leidseplein y cogimos el tranvía 1 hasta Dam y te baja enfrente del imponente edificio del centro comercial
Magna Plaza. Justo al lado está un super de la cadena Albert Heijn (el mercadona de Holanda) del cual nos hicimos asiduos. Después de desayunar, y como llegamos con tiempo, decidimos entrar a la
Nieuwe Kerk (gratuita con la card), donde se celebra la investidura de los soberanos y soberanas holandeses, es la segunda iglesia más antigua de Amsterdam. Monumental edificio del gótico tardío con un magnifico interior. Al salir, nos dirigimos hacia el
Monumento Nacional, un obelisco de 22 metros de altura que fue construido en homenaje a los soldados holandeses caídos en la Segunda Guerra Mundial en la
Plaza Dam, el lugar en torno al cual se creó Ámsterdam, desde donde comienza el tour gratuito de Amsterdam de la compañía Sandemans (
www.newamsterdamtours.com) a las 11:15. Este tour ya lo hicimos en Praga y está muy bien, son chicos jóvenes que realizan este tour y al final tú les pagas lo que creas, sin obligación, aunque todos pagamos. Se lo curran bastante, ya que si no, no cobran.
A nosotros nos tocó un chico valenciano muy simpático y amable, nos gusto mucho. Empieza en la plaza Dam donde se pueden contemplar algunos edificios históricos entre los que destacan el
Palacio Real, y la
iglesia Nieuwe Kerk. Posteriormente el tour sigue por la
Oude Kerk, el barrio rojo, el barrio judío, Niuwemarkt con De Waag, que al igual que la Munttoren, formó parte de la antigua muralla de la ciudad. Este espectacular edificio con pinta de castillo alberga hoy en día un restaurante. Nos adentramos en
China Town y seguimos por Zeedijk donde se encuentra el
Templo Budista Fo Guang Sha he Hua, pasamos por el convento de de
Begijnhof y la plaza Spui. Ese mismo día se celebraba en Amsterdam una de la mayores fiestas de la ciudad, el Día del Orgullo Gay, la fiesta es totalmente impresionante y el guía nos llevó para finalizar tour al centro del meollo, al canal Prinsesgracht a la altura de la casa de Ana Frank y la contigua
Westerkerk. Nosotros teníamos la entrada comprada por internet (no entra con la card y cuesta 9 €) a la casa de Ana Frank para ese día a las 5, así que decidimos quedarnos un rato a ver pasar las barcas por el canal con las comparsas, todo el mundo vestido de rosa, alcohol, fiesta. El Parade por el canal duró desde las 3 de las tarde hasta pasadas las 10 de la noche, pero la cantidad de gente alrededor del canal era ingente. No quedo ni una sola barca por salir, llenas de música, colorido. La verdad, impresionante.
Estabamos un poco cansados, así que decidimos ir a comprar algo para comer al Albert Heijn (pan, fiabre, ensaladas, papas, agua y cubiertos de plástico, servilletas, etc..) y nos fuimos a la habitación del hotel, desde cuyo ventanal se veía pasar el desfile. Comimos sentados tranquilamente por 10 €. Después de comer nos dirigimos a la casa de Ana Frank (la reserva de entrada te evita una cola impresionante) donde conocimos a fondo la conmovedora historia de las familias que se ocultaron entre sus paredes para escapar de la persecución nazi. La visita a la Casa de Ana Frank está muy bien planificada y guiada. En la entrada podemos coger un folleto en español donde se explican detalladamente los acontecimientos sucedidos en cada una de las habitaciones de la casa y algunos párrafos extraídos del diario, a través de los cuáles viajaremos a otra época y nos sentiros en su piel. La visita no lleva mucho tiempo y es bastante impresionante. Al salir de la visita seguía la fiesta y como estábamos en medio, pues decidimos quedarnos. Nos sentamos como dos holandeses más en la orilla del canal y seguimos viendo pasar el desfile durante un buen rato. Nos llamó mucho la atención la gran bandera Gay que ocupaba toda la fachada de Westerkerk y en la plaza de enfrente de la iglesia había montada una gran fiesta con DJ’s y barras. Impresionante.
De allí nos fuimos al hotel a ducharnos y cambiarnos ya que por la noche queríamos ir a visitar más en profundidad el
Barrio Rojo. Para ello cogimos el mismo tranvía de siempre y bajamos en Dam y fuimos paseando hasta la Calle Damstraat cruzando el canal y llegando hasta el pintoresco Barrio Rojo, donde paseamos por las calles iluminadas por las luces de neón, mientras las mujeres situadas en los escaparates ofrecen sus servicios. Cruzamos por Oudezijds Voorburgwall hasta el
Museo de Hachis y Marihuana (no entramos vale 9€). Callejeamos un rato más (estaba a tope por el día Del Orgullo Gay) viendo escaparates y Coffe Shops, pero era un agobio. La verdad es que barrio es pintoresco, pero no es de lo que más nos gusto de Amsterdam, quizá por el día que era, pero no me pareció nada del otro mundo. Así que nos volvimos a la plaza Leidesplein (el tranvía te lleva de un sitio a otro en minutos) a cenar. Estaba a tope, lleno de gente de fiesta, borrach@s y solo pudimos cenar en la terraza del Burger King y allí estuvimos un buen rato viendo el ambientazo que había. La Plaza Leidseplein y sus alrededores constituyen uno de los centros de animación más atractivos de Ámsterdam. En la zona hay gran cantidad de bares, restaurantes, discotecas, cines y teatros. Aquí se encuentra también el
Casino de Holanda. Durante el día, artistas callejeros ofrecen sus espectáculos y la plaza se llena de malabaristas, mimos, traga fuegos y músicos. Si queréis ir de compras, Leidsestraat es una de las calles más saturada de tiendas de moda. Leidseplein es una de las mejores zonas de Ámsterdam para finalizar el día. En los bares y restaurantes de la plaza (especialmente en las terrazas durante el verano) podremos disfrutar del siempre animado espectáculo callejero.