El cuarto día madrugamos bastante para ir a la isla de Djerba. A los pocos kilometros de llegar habia una larga fila para embarcar en el barco. Así que decidimos salir andando hasta la zona de embarque y así mientras esperabamos el autobus, veiamos el ambiente.. y nunca mejor dicho...te puedes encontrar desde carros tirados por burros, pasando por furbonetas con vacas casi que no se podían ni mover las pobres hasta autobuses como el nuestro. Merece la pena ir andando por la cola y ver cosas que no tienes la posibilidad de ver en las ciudades. Nosotros nos quedamos esperando en una especie de bahía que hay en la zona del embarque, al lado de unos pescadores tunecinos. Las fotos que hicimos aquí de retratos con vista el mar de fondo salieron chulas, chulas.
CONTINUARÁA.....