Nos fuimos al metro Nemiga también por el centro, para ver si podíamos comprar alguna ropa, ya que a pesar de ser agosto, hacia frio y no teniamos nada de aabrigo, pero eran tiendas de ropa tipo zara y basura de ese estilo, asi que nos fuimos por el parque que bordea al rio hacia la pza independencia, ya saliendo por fin del centro, empezamos a recorrer las viviendas sovieticas que son el 80% de minsk y estas particularmente buscando una mezquita que nunca encontramos ni preguntamos a nadie porque no se como llevan el tema del islamismo por el tema del atentado de los chechenos y eso.
Comimos en el restaurante Tovarich, un antiguo club soviético, decorado con muchos lenins y simbología comunista, no estaba mal, un poco caro para ser minks y podrían haber tenido la decencia de tener Bela-Kola envés de Coca Cola.
Siguiendo el vagabundeo por el costado del rio, encontramos un parque de diversiones, que se ve facilmente al tener una noria gigante, los juegos eran para niños pero no dicen nada si jugamos los grandecitos, lo imprescindible de este parque es un salón pequeño que aun mantiene entre otras maquinas modernas, unos 3 juegos arcade (recreativos) de la época sovietica, uno era de disparar a unos patos pero no maté ninguno en 4 minutos, creo que no va y que solo hace ruido, el otro que molaba mas era uno de un submarino que lanza una luz a unos barcos de papel y va dando puntos por cada uno destruido, cuesta unos 50 céntimos de euro la ficha pero es una excelente inversión de dinero y tiempo.
Continuamos deambulando por esta excelente ciudad, pasando por la plaza del soldado desconocido con simbología sovietica abundante, hasta llegar a la zona del metro de Yaku Pala, donde hay un monton de kebaps juntos, un mercado gigante de abastos (10 a 17hs, lunes cerrado) y las tiendas tsum que no tienen gracia.