RUTA POR LOS ANCARES LEONESES

Se inicia en Vega de Espinareda considerada como la puerta de Los Ancares. Situada junto a río Cúa, su poblamiento es antiguo, como atestiguan las pinturas rupestres de Sésamo. Atesora algunos recursos patrimoniales, como el puente roamno sobre el Cúa y el monasterio de San Andrés de origen desconocido pero con documentación desde el siglo X, aunque el edificio actual es de los siglos XVII y XVIII.
Hay que beber siete veces agua en la cercana fuente de la Vida, pues la tradición cuenta que quien así lo hace, conservará la salud para siempre.

Los Ancares son un territorio de montaña, hasta hace unas décadas, innacesible e inhóspito, que marcó el carácter de sus gentes y, sobre todo, sus ancestrales formas de vida.
Las pallozas, los teitos tan propios de estas comarcas, son su mejor representación. Los Ancares leoneses están declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Por el valle de Fornela.

Para iniciar este primer recorrido es necesario poner dirección por LE-711 a Fabero, vinculada a la minería del carbón. Un poco después de Fabero se toma el desvío hacia Bárcena de la Abadía con el puente y la iglesia de Santa Isabel. Luego a San Pedro de Paradela y a Cariseda con un puente del siglo XVIII.
Río arriba se llega a Peranzanes capital de Fornela, donde nos llama la atención la “Linea de Baldes”, vagonetas aéreas entre Peranzanes y el puerto de Cienfuegos, que facilitaron la salida del carbón de las minas desde su construcción a mediados del siglo XX.

Sin abandonar el cauce del Cúa se alcanza Chano y su castro del siglo I a.de C., un conjunto de 16 edificaciones muy bien conservadas, apiñadas en una pendiente ladera y protegidas por tres fosos y muralla.
La última localidad es Guímara, con un paisaje donde se pueden las brañas de los pastores, como por ejemplo la del Cuadro.




Por el Valle de Ancares.

Este segundo recorrido se dirige desde Vega de Espinareda a Sésamo, donde el interés turístico se centra en las pinturas rupestres de Peña Piñera. Datadas entre el Calcolítico y el Bronce Inicial (2.300-1.500 a.de C.), son representaciones esquemáticas de hombres, animales y trazos geométricos elaborados en ocres obtenidos a partir de minerales de hierro.

La ruta prosigue junto a Villar de Otero en dirección a Candín, pasando por pueblos como Villasumil, donde podemos ver su fuente con varios caños y el castaño de Cantín.
Continuamos hasta Candín, Pereda y Tejedo. Al lado de la carretera podemos visitar la ermita de La Magdalena.

Comenzamos el ascenso al puerto de Ancares entre paisajes de gran belleza, con laderas cubiertas de brezo y carqueixa. Bosques de roble y abedul llenan las vaguadas y dan cobijo a osos pardos, y urogallos.

Pasado el puerto llegamos a Balouta que guarda varias pallozas con sus cubiertas de teito, habilitadas para el turismo. Después continuamos hasta Suárbol con construcciones de granito, hórreos y la iglesia de Santa María.

Por el Valle de Burbia

Burbia es un pueblo asentado en una vega amplia, con un puente romano y cuidada arquitectura que no desentona con el paisaje.
El acceso recomendado es a través de Villafranca del Bierzo, pasando por Paradaseca, donde encontramos una de las grandes minas de oro bercianas, La Leitosa.
Remontando el curso del Burbia, la carretera accede a algunas de las remotas aldeas que han puesto nombre a los Ancares, como Tejeira, Porcarizas y Aira da Pedra.

Seguro que disfrutaremos con cualquiera que elijamos de estas tres rutas.

Fuente: www.turisleon.com

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