LA PUGLIA ✏️ Region-Italia

Recorrido por esta atractiva región del sureste italiano, injustamente desconocida, pero que posee muchos puntos de interés

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Esta región italiana es muy recomendable y sin duda digna de merecer una visita. El apabullante interés de Roma y de todo el norte de Italia ensombrece a esta zona injustamente desconocida para la inmensa mayoría. Hay numerosos lugares que ver y de alto valor, destacando en primer lugar los conjuntos urbanos y unos cuantos monumentos. Seguidamente se recomiendan los puntos más interesantes, aunque no de manera exhaustiva.


Monte Sant'Angelo. Muy interesante población en lo alto del promontorio de Gargano, con un bonito conjunto urbano de casas blancas, un castillo y varias iglesias que se merecen una visita. La principal es el santuario de San Michele, curioso enclave con un par de cuevas a las que se llega por un pasadizo, vale la pena visitar este lugar. Más valor artístico tiene el conjunto formado por las iglesias de San Giovanni Rotondo y Sta Maria Maggiore, románicas, con buena aunque escasa escultura y con algunas muestras de lo que fueron magníficos frescos cubriendo las paredes, sobre todo en Santa Maria. Una lástima no se conserven más.


El centro del promontorio del Gargano es Parque Nacional, con un frondoso y atractivo bosque de caducifolios, aunque llegar hasta allí supone recorrer cientos de curvas.
Vieste es un pueblo costero muy aislado del resto de la Puglia por su complicado acceso. Hay playas aceptables y una costa atractiva.


Polignano es una atractiva localidad costera y turística que destaca por su casco antiguo en el que pueden verse un par de plazas bonitas y unas cuantas calles con cierto encanto. Los monumentos son muy discretos, carecen de interés. Los acantilados rocosos en los que se asienta le dan más valor e interés al conjunto. La vista de la cala a la entrada del pueblo con las casas al borde del precipicio resulta llamativa.



Alberobello. Original pueblo lleno de trulli, una visita que sin duda vale la pena por sus bonitas construcciones, hay cientos de estas curiosas viviendas de tejado cónico con losas de piedra. Lo malo es que se ha vuelto muy turístico y se ha llenado de tiendas. Aún así tiene mucho encanto pasear por sus diferentes calles. Vale la pena recorrer los dos barrios a ambos lados de la carretera general.
Cobran 2 euros la hora por aparcar en la calle, evidentemente muy caro para ser un pueblo, pero todo vale para exprimir al turista. Buscando se puede aparcar gratis en el pueblo, evitando la carretera o calle central que divide la población.


Locorotondo. Bonito pueblo de pintoresco conjunto urbano con fotogénicos rincones, sin duda se merece una visita
Martina Franca. Otro gran ejemplo de urbanismo medieval con un sorprendente y laberíntico entramado urbano con multitud de bonitas calles, placitas, callejones sin salida...en el que es fácil perderse, pero será todo un placer. Visita muy recomendable e imprescindible en la Puglia
Aquí, como en el resto de todos los cascos históricos de la Puglia, no hay que esperar un impecable aspecto en las construcciones. Salvo en Alberobello, donde hay demasiada perfección y retoque, las casas, palacios, iglesias presentan desconchados, falta de pintura o encalado, se ven cables, detalles modernos que afean el conjunto etc, pero esto los hace mucho más creíbles, vivos y auténticos.




Ostuni es otra sorpresa blanca encaramado en un alto sobre la llanura. Alrededor de la catedral, sencilla, pero con dos magníficos rosetones, nos ofrece un entramado urbano de lo más acogedor ya que está pensado para el peatón, imposible que circulen coches, las calles son estrechas, en curvas, con escaleras, arcos, pasadizos, todo blanco...recomiendo las calles Tanzarina y su paralela, Continelli, entre otras, así como contemplar el conjunto blanco desde fuera del casco antiguo. Otra visita imprescindible en esta región.




Lecce es diferente, aquí no hay blancura, es pura piedra dorada, un casco histórico de gran valor por la sorprendente cantidad de palacios. Prácticamente todo el conjunto está formado por edificios nobles e iglesias, muchas, barrocas casi todas, como los palacios. Destaca la impactante fachada de la iglesia de la Santa Croce, puro ornamento en piedra y, cómo no, la maravillosa plaza de la catedral, casi completamente cerrada, íntima, un lugar muy especial que no hay que perderse.


Trani destaca por la preciosa estampa de su catedral pegada al mar, con una magnífica torre, con elementos decorativos en la fachada principal de un bellísimo románico...la fortaleza al lado defendiendo la costa y la ciudad, cuyo casco antiguo es bastante atractivo, con numerosos edificios nobles, una judería, otras iglesias...



Bari, la capital de la Puglia, conserva un casco histórico interesante, no el que más de la región, pero suficiente para merecer una visita, como también su catedral y, sobre todo, la iglesia de S. Nicola, con un grandioso interior de gran altura y amplitud dominado por un espectacular artesonado.



Cueva de Castellana. En el pueblo de Castellana Grota. Otra visita imprescindible en esta región. Hay dos opciones: recorrido corto, de una hora, o el largo, aproximadamente 2 horas. Más recomendable el largo (16€), vale mucho la pena y en absoluto se hace pesada por todo lo que vas viendo. Ya el hueco de la entrada es impresionante, abierto como un cenote. Las formaciones creadas en la roca caliza son realmente espectaculares, muy variadas en tipo y en colores, culminando en la última sala en un derroche ornamental extraordinario que nos hace dudar sobre su origen totalmente natural y casual. Hay muchísima belleza en toda la cueva, está bien iluminada, es muy cómoda para andar y la temperatura,16 grados permanentes.


Otranto, comparado con el resto de las poblaciones visitadas, es bastante decepcionante. Aquí apenas destaca su casco histórico, es pequeño y poco vistoso, aunque vale la pena dar un paseo por sus calles para admirar la potencia de su castillo con gran foso e imponentes torreones, y entrar en la catedral, insulsa exteriormente, pero que muestra en el interior un buen artesonado y sobre todo un suelo recubierto en toda su planta de mosaicos románico-bizantino, con poco color pero muy interesante por sus escenas con figuras humanas y animales de todo tipo.
La costa entre Otranto y Santa María de Leuca, no tiene nada de especial, hay rocas pero no acantilados ni playas ni bahías que la hagan especialmente atractiva. Los pueblos costeros tampoco tienen interés, si acaso un poquito la parte antigua en la zona alta de Castro Marina, con castillo y muy simple catedral, pero que no justifican la visita salvo que esté uno sobrado de tiempo. La sorpresa es que desde aquí se puede contemplar la costa de Albania, a unos 90 km.
Uno de los puntos culminantes en el plano artístico de esta región es la iglesia basílica de Santa Caterina d´Alessandria en el pueblo de Galatina, visita imprescindible en la Puglia. Exteriormente no es destacable, pero su interior está completamente recubierto de frescos de magnífica factura, pintados en el siglo XIV y formando un bellísimo conjunto de gran armonía cromática. El inconveniente es que no permiten fotos con cámara, aunque sí con el móvil.


Gallipoli tiene su gracia por su situación rodeada de mar casi como una isla, por ser acogedor con un trazado urbano laberíntico con numerosos palacios y unas cuantas iglesias, aunque carentes de interés. El aspecto es en general descuidado y no posee el encanto de otros pueblos de la Puglia.
Altamura se merece una visita si se acerca uno por allí, lo más interesante son la catedral, con una bonita portada románico-gótica, gran rosetón, y un trabajado interior y el centro histórico, que tiene cierto valor, sin ser un conjunto urbano destacado.


Aunque ya no en la Puglia, sino en Basilicata, pero pegada a sus límites, se debe incluir la visita a la excepcional ciudad de Matera. Es un lugar muy especial, posee un casco antiguo muy interesante en el que la piedra es el elemento fundamental, ya que todos los edificios, los pavimentos, los muros y las infinitas escaleras son de este material. El emplazamiento es sorprendente, en lo alto y en las laderas orientadas al este y al sur de un cañón sobre el río que serpentea al fondo. Sin duda es un lugar con mucho encanto y una visita imprescindible en un viaje por la zona. Su origen está en las cuevas que horadan la piedra caliza, llamadas "sassi" y que servían de vivienda hasta que se abandonaron para construir casas más cómodas. El principal monumento es la catedral románico-gótica, de sencillo exterior, pero con un muy decorado interior en estilo barroco con bastantes dorados. Quedan unos restos de los antiguos frescos bizantinos. Hay otras iglesias interesantes, varias encastradas en la roca.
Sin duda hay que visitar también las antiguas cuevas habitadas, en algunas cobran entrada, pero en la zona oeste, al final del casco histórico, se pueden ver bastantes de ellas, no tienen puerta y se accede al interior libremente. El conjunto es amplísimo, y aunque sólo se recorra una parte, llevará su tiempo conocerlo. Y hay para un día entero, ya que existe una ruta a pie que parte del centro, baja al fondo del cañón, cruza el río por un puente colgante y sube al otro lado del desfiladero donde, aunque no hay viviendas, sí existen otros puntos para visitar como más cuevas, un par de iglesias rupestres con restos de frescos, restos romanos y de otras épocas etc. A esta otra parte también se puede acceder por carretera.
Imprescindible en esta visita a Matera calzado cómodo ya que todo es subir y bajar por las diferentes calles en desniveles casi constantes.

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Última Actualización: 20/04/2017 - 21:33