El faro y el cabo de Bojador ✏️ Ruta-Africa

El cabo Bojador, el faro y la ciudad de Boujdour

---

Bojador es el nombre que dieron los portugueses a un cabo situado en una costa desconocida, solitaria y azotada por los vientos, llamado por los navegantes europeos en la Edad Media como el Cabo del Non Plus Ultra (nada mas allá), porque era el punto conocido más meridional de la costa africana hasta que fue doblado por primera vez en 1434 por el marino portugués Gil Eanes en una expedición ordenada por Enrique el Navegante.

Cabo Bojador

A partir del S XVI fue un enclave considerado vital para la navegación hacia el sur de África y, por ende, hacia la ruta hacia las Indias vía el Cabo de Buena Esperanza y hacia America del Sur (sobre todo al Brasil portugués), vía las islas de Cabo Verde descubiertas y colonizadas por los portugueses en el S XV, aunque ningún país estableció y consolidó su presencia allí hasta la llegada de los españoles casi cinco siglos mas tarde de esa gesta portuguesa.

Cabo Bojador y la Estación de vigilancia costera de la Marina Real

El nombre de Bojador fue conservado por los españoles cuando estos se establecieron en el lugar siendo “reabautizado” (arabizado) por los marroquíes que lo transformaron en Boujdour a partir de 1976 tras la retirada española de esas tierras.

Accesos a Boujdour, N1, lado sur

A estas aguas los navegantes les han tenido siempre un gran respeto ya que, a causa de las corrientes marinas, los bajíos, las mareas vivas y las condiciones especiales del magnetismo terrestre en esa zona que dificultaban el uso de algunos instrumentos tales como la brújula, presentaban un grave riesgo para la navegación que los obligaba a alejarse de la costa aumentando la distancia a recorrer (lo que ademas aumentaba el riesgo en la navegación costera de aquellos barcos que, hasta la llegada de la revolución industrial, navegaban lo mas próximos posible a la costa), por lo que en el siglo XIX ya se hablaba en los círculos de las marinas mercantes de la época, de la necesidad de construir un faro.


Pero a pesar de ese interés, mas teórico que ejecutivo, fue la llegada de los españoles a mediados del S XX la que permitió hacer realidad este proyecto financiado por el Ministerio de Obras Públicas español; con una torre de mampostería y hormigón de 3 metros de diámetro, 52 metros de altura y 246 peldaños hasta la cámara de señales, la cámara focal se situaba a 70 m sobre el nivel del mar y su luz alcanzaba las 24 MN; empezado a construir en 1950, el faro entró en servicio en 1956 con la categoría “internacional” al cumplir la normativa de la Asociación Internacional de Ayudas a la Navegación Marítima y Autoridades de Faros (IALA) creada en 1957.

Faro de Bojador

En Bojador nunca hubo nada hasta la llegada de los españoles quienes, con la construcción del faro, que constituye un monumento histórico de gran valor, establecieron un pequeño centro rural que nunca fue militar, habitado tanto por la dotación del faro y sus familias como por algunos pescadores nativos, en torno al cual pronto se establecieron sus campamentos las tribus saharianas seminómadas que vivían en la región.


A pesar de que los españoles construyeron un depósito de agua, un pequeño cuartel de policía en el que el personal era nativo, una pequeña escuela, un dispensario, algunos almacenes y una panadería para dotar de servicios tanto a esta gente como a los pocos españoles (y sus familiares) encargados de la custodia y funcionamiento del faro y la estación de radio, continuaron abasteciendo a este punto singular de la costa mediante barcos que regularmente llevaban los suministros desde Canarias, por lo que Bojador nunca se convirtió en un centro urbano, a diferencia de El Aaiún o Villa Cisneros (Dakhla).


Un poco de historia : cuando Bojador se convirtió en Boujdour

Tras la marcha de los españoles a finales de 1975, y durante casi dos años, Boujdour quedó desierto y semi abandonado debido a la actuación de la Administración Marroqui (a nivel tanto político como militar) que seguía las órdenes dictadas desde Rabat para la ocupación (de hecho que no de derecho) del Sáhara tras la retirada española, hasta que entrado ya el año 1977, a raíz del conflicto armado con el Frente Polisario, el Gobierno marroqui intensificó en todo el Sahara Occidental la sedentarización de las tribus nómadas mediante su reagrupación, llevada a cabo por el ejército que no respetó la distribución según el origen geográfico o tribal.

NOTA : El término "tribu", traducción del término árabe qabīla, define, y no solamente en el Sáhara Occidental, a un grupo de población perteneciente a un mismo linaje descendiente, generalmente, de un santo antepasado fundador del mismo, que encarnaba una filosofía y un modo de vida particular. Este es el caso de los Ouled Tidrarin con Sidi Ahmed Boughambour, los Aârossiin con Sidi Ahmed Laârossi, los Rguibat con Sidi Ahmed Rguibi o los Filaliin con Sidi Ahmed Filali todos ellos integrantes de las diferentes tribus surgidas y establecidas en la región del Río Seguia el Hamra mucho antes de la llegada de los europeos a esas costas y, por supuesto de los marroquíes, especialmente del linaje de los alauitas, cuyas reivindicaciones sobre estos territorios a partir de su independencia en 1956 obedecen a intereses políticos y económicos y no a reivindicaciones históricas de soberanía sobre ellos.


Esta "reorganización" de las tribus provocó que Boujdour, que no disponía de ningún tipo de infraestructura urbana mas allá de las escasas construcciones abandonadas por los españoles, se convirtiera en una ciudad “virtual” en la que se concentraba una población carente de recursos a la que se sumaban los funcionarios y militares marroquíes encargados de la incipiente administración y del cinturón de defensa militarizado, teniendo que vivir de manera casi asilada debido a los combates con el Frente Polisario hasta finales de 1982; su supervivencia se garantizó, una vez más, por vía marítima con barcos marroquíes que abastecían a la población, ya que el suministro por via aérea mediante helicópteros militares era muy ocasional y precario.


Aunque la ciudad actual de Boujdour se empezó a construir durante esos años de manera improvisada entorno a las escasas infraestructuras españolas, su planificación y desarrollo se inició a principios de 1982, con un primer plan director de urbanismo y la construcción de un puerto, siguiendo el mismo criterio que en otras de las ciudades del Sáhara Occidental que estaban evolucionado en una atmósfera plenamente marroquí sustentada en parte por la llegada masiva de miles de civiles marroquíes que rápidamente revirtieron la demografía en el Sáhara Occidental (sobre todo en las ciudades de El Aaiún, Dakhla o Smara) completando el proyecto de marroquinización planificado en Rabat que, por un lado, fagocitó la identidad social, cultural y las tradiciones saharauis y, por otro, reprimió militar y policialmente la ideología de resistencia a la colonización de dichas tribus.

antiguo puerto pesquero

El primer puerto pesquero de Boujdour, construido en los años 80 del siglo XX, no era mas que un puerto natural situado en una bahía que fue protegida del oleaje en su lado nor-noroeste mediante un dique de abrigo de 300 mts.

Instalaciones de la ANP, lonja, dique seco y grada del antiguo puerto pesquero en estado de abandono.

Desde la entrada en servicio del nuevo puerto pesquero en el año 2013, el antiguo está en desuso, abandonado y se ha convertido en una macro playa no vigilada y para nada cuidada que no tiene, ademas, ninguna infraestructura turística a pesar de ser uno de los lugares playeros preferidos de la gente de allí por sus aguas calmadas.

El nuevo puerto está dedicado exclusivamente a la pesca, no tiene ninguna infraestructura turística y su visita es posible presentando el pasaporte en los accesos de entrada.


Una anécdota histórica : el secuestro de Bojador

En el curso de los enfrentamientos bélicos que se vivieron tras la independencia de Marruecos en 1956 entre España y ese país a causa de la guerra sucia de Ifni, se produjo un hecho delictivo que define claramente las turbias actuaciones y relaciones de la monarquía marroquí con las bandas armadas no uniformadas que actuaron en el Sáhara Occidental con total impunidad, integradas extraoficialmente en el Ejército Regular, a las que financiaron y protegieron.

El 29 de noviembre de 1957 elementos pertenecientes al autoproclamado Ejército de Liberación Nacional de Marruecos (Jeich Tahrir), ayudados por la traición de los policías nativos encargados de la seguridad del pequeño núcleo rural, asaltaron Bojador que, a pesar de no ser un enclave militar, tenia una cierta capacidad de defensa que los españoles no pudieron utilizar al estar desprevenidos.


En el curso de este ataque, los asaltantes inutilizaron los equipos de señales del faro que quedó fuera de servicio, destrozaron los equipos de radio y secuestraron a todos los españoles presentes en el lugar (incluidas mujeres), entre los que se hallaban los encargados del funcionamiento y mantenimiento del faro, los de los equipos de radio y varios guardias civiles.


Pocos días después al constatar que el faro no se encendía y ante la falta de comunicaciones, la aviación militar española realizó desde Canarias un vuelo de observación que confirmó la desaparición del personal, el sabotaje y el abandono de la instalación por lo que se envió una expedición militar que recuperó el enclave y volvió a poner en servicio el faro. Debido a este hecho, las tropas españolas custodiaron Bojador desde ese mes de diciembre hasta su retirada del lugar a finales de 1975.


Este ataque fuera de todo contexto militar y sin mediar provocación, tuvo por objetivo capturar a ciudadanos españoles que, en calidad de rehenes, fueron utilizados para exigir la liberación de unos presos marroquíes en un intercambio “de prisioneros” del que el rey Mohammed V era el valedor y su hijo Hassan II el instigador por lo que, dado el carácter civil del enclave atacado, la captura de dichos ciudadanos y su posterior traslado a Marruecos, donde permanecieron encarcelados desde esa fecha hasta abril de 1959, este asalto fue un secuestro que podría ser considerado como crimen de guerra al incumplir tanto el Tratado de Roma como varios de los artículos de la Carta de las Naciones Unidas y, como mínimo, dos de los cuatro Convenios de la Convención de Ginebra (el Tercero y el Cuarto, ambos de 1949) ya que dos de ellos eran soldados de transmisiones a cargo de la emisora de radio del faro y otros eran militares pertenecientes a la Guardia Civil.


Así mismo esta acción del ejército de liberación nacional marroquí podría calificarse de terrorista si se considera, primero, el sabotaje de una instalación civil vital para la navegación marítima y, segundo, que dicho ejército no era mas que el brazo rebelde armado de un partido político, el Istiqal, nutrido con chusma procedente del mundo rural, dirigido por militares profesionales pertenecientes al Ejercito Regular marroquí.


En la actualidad el faro de Bojador se halla dentro del recinto que alberga el cuartel militar y el centro de mando de las FAR en la región por lo que no puede ser visitado.

---

Última Actualización: 09/11/2024 - 13:02