Hola, con la ayuda de todos y especialmente de algún forero que me paso una información fantástica (muchas gracias Sergio), os cuentos nuestra experiencia ahora que estamos en Stavanger apurando las últimas horas antes de volver a España.
Voy por el orden en que hemos hecho el viaje (mejorable como ya os contaré), y teniendo en cuenta que nuestro viaje era sobre todo de naturaleza más que de ciudades. Es lo que nos gusta...
Viaje e ida en KLM con escala en Amsterdam de Madrid a Bergen. Todo bien, sobre todo KLM (la salida de Madrid operada por Air Europa, bastante peor).
Coche de alquiler con buena atención por parte de Avis.
Empiezo por cuestiones generales:
Connducción: hay cosas curiosas. Al principio cuesta acostumbrarse porque se conduce muy lento. La media en 3000 km nos ha salido de 55 km/hora, pero una vez que te acostumbras es super cómoda porque todo el mundo es muy respetuoso, nadie agobia a nadie como en España y la calma que este pais tiene en todo se trasmite a la conducción.
Las carreteras (porque autopistas pocas) son muy buenas, pero claro si te metes en lo sitios que nos hemos metido nosotros, pues toca una atención máxima con carreteras estrechas donde cuesta cruzarse con los demás, pero como la gente es supereducada pues ningún problema.
Otra cuestión son las señales de tráfico, apenas hay, y nunca sabes si vas en la velocidad permitida, porque no es como en España donde te lo recuerdan continuamente, y entonces tienes que ir muy concentrado (el primer día por la novedad, creo que a mí me han cazado en un radar un poco más rápido de lo permitido,..., veremos con la receta de AVIS).
Miles de túneles infinitos y puentes espectaculares, y mucho autopass y sobre todo, mucho tránsito interno en transbordador entre fiordos que te sale la broma a unos 20 euros trayectos aunque es muy cómodo.
Precios: carísimo todo. El alcohol el doble que en España. Una cerveza en un restaurante ocho euros. Nosotros siendo cinco y alojandonos casi siempre en apartamentos optamos por hacer compra y cenar en casa. Recomiendo los super Rema 1000 y Kiwi.
Bergen: muy bonito. Como somos más de turismo de naturaleza a nosotros con un día nos bastó para ver todo lo que teníamos que ver. Estuvimos en el mirador que se sube en el funicular, con muy buenas vistas. Aconsejo bajarlo (y si hay ganas y no llueve, subirlo) andando.
Luego fuimos a Odda a hacer Trolltunga. En el camino hay dos cascadas de las que se nombran habitualmente, y como no has visto ninguna pues molan, pero claro, luego te vas al norte y ves miles, y esas quedan como escasas, la verdad.
Trolltunga: espectacular. A nosotros nos hizo regular y tal y como nos aconsejaron en Odda estábamos a las 6:15 comenzando y nos salió bien, porque no había mucha gente cuando llegamos. Un consejo al que quiera hacerlo: pagad los 30 de la preserva en el parking 3 si llevais coche, y os quitais ocho km que sinceramente no aportan nada y que te machacan porque es una carretera, y la cosa se hace más llevadera.
Nosotros tardamos poco, unas seis horas con parada de media hora de fotos incluida, pero es cierto que estamos habituados a la montaña por lo que quizás no sea buena referencia. Es muy duro, sobre todo si no se tiene experiencia, y si hace mal tiempo puede ser un tortura. Subiendo desde el P2 las 9-10 horas no te las quita nadie.
Odda no ofrece mucho más aunque el lago de detrás del pueblo es muy bonito, pero es que ¡hay tantos lagos bonitos...!.
Nuestro siguiente destino fue Gaupne para hacer la ruta por el glaciar Jostedal (Nigardsbreen). Nosotros hicimos una ruta guida privada (cara pero mereció la pena), que no creo que sea apta para todo el mundo porque es exigente y a veces aérea. La ruta corta estándar es un poco escasa a mi juicio pero te pones unos crampones al menos y ves lo que es pisar un glaciar.
De allí nos fuimos a Stranda, al norte, sitio poco nombrado pero que a nosotros nos ha encantado. Super tranquilo, y base para poder hacer cosas como el ferry de Geiranger y la visita a Alesund.
Nuestra ruta desde Gaupe a Stranda no fue la directa sino por la carretra 55 que es muy recomendable. Impresionantes paisajes. Pasamos por Flam y me pareció un horror con los cruceros por allí y la masificación del lugar. Si vas en plan naturaleza con coche hay que huir del lugar de los cruceros porque es un turismo, igual de respetable, pero muy distinto.
El ferry de Geiranger precioso. Alesund a mí me decepcionó un poco, esperaba más de la ciudad.
De Stranda volvimos otra vez hacía el sur (con parada intermedia en Lavik, prescindible totalmente) a Stavanger a hacer lo típico de esta zona.
Inciso: este fue mi error al planear el viaje, en relación al orden de las cosas. Si tuviera que empezar de nuevo haría el siguiente orden: Stavanger- Odda- Gaupne-Stranda-Bergen.
Stavanger: como ciudad, y pese a los muchos turistas de cruceros, la que más me ha gustado. A partir de las seis cuando se marchan los cruceros una delicia de ciudad, para pasear y perderse, para mí mejor que Bergen.
En Stavanger hemos hecho Peitreskolen y Kjerag.
Voy a ello:
Preiteskolen: lo que puede ser una pasada se convierte en un desastre gracias al jubileo que tienen organizado allí, con miles de personas subiendo, muchas de ellas sin las condiciones físicas, técnicas o de equipamiento, mínimas para ir allí, porque no siendo Trolltunga obviamente, es también algo exigente.
Allí te encuentras de todo: gente preguntandole al guia del crucero cuando les quedan 300 metros de desnivel positivo que cuano que queda y el guia contestandole que solo esa cuesta que ven, personas con zapatillas casual subiendo y bajando por las piedras mojadas que son como una pista de patinaje, padres que llevan a los niños a hombros con el riesgo (muy alto) de tropezarte y que el niño salga disparado al hiperespacio, en fin, un espanto.
Mi consejo: pegarte el madrugón del siglo y empezar a subir antes de las 7 am. Eso te permitirá verdaderamente disfrutar de la ruta, porque en ese entorno merece mucho la pena.
Kjerag: ruta trampa, muy tramposa. Es terriblemente exigente, porque todos nos planteamos una ruta montañera como las que tenemos en España. Pues en Noruega nada es así, y si Preteskolen y Trolltunga ya te lo anuncian, Kjerag te lo confirma.
He de decir que nosotros, como todo lo hacemos en familia y juntos pues acabamos por abortarlo y no llegamos al final porque no quisimos afrontar la última subida dura, porque algún miembro de la familia iba sufriendo demasiado, y por experiencia, la montaña está para disfrutarla, con algún grado de sufrimiento, pero si se convierte en una tortura para alguien mejor abandonar. La equivocación que conlleva el cansancio aparece rápido y en Kjerag (y no lo digo obviamente por subir a la piedra), te puedes hacer mucho daño si te equivocas.
No es para todo el mundo y el imán de la piedra hace que mucha gente quiera subir. Son tres subidas sobre piedra, con unos desniveles medios del 25%, en los que te tienes que ayudar por cadenas colocadas allí (imprescindible guantes) para subir y bajar. Si es difícil, muy difícil, en seco, imaginaos si os llueve (y allí llueve mucho).
Es espectacular, pero debes saber donde te metes para no llevarte un disgusto. Sobre subirse a la piedra, pues como el botica, hay opiniones para todo. A mí me parece una locura absurda. Y si queréis comprobarlo ved este video.
Pero ya sabemos que estamos en el mundo del selfie.
Una de las razones por las que no llegamos arriba es porque teniamos reservado y pagado el Ferry que vuelve desde Lysebotn a las 15:30 y o llegábamos.
Por cierto este Ferry, muy recomendable (previa reserva, porque de los que estaban a la cola solo entramos tres porque es muy pequeño). Si tenéis un buen objetivo fotográfico podréis hacer unas fotos increibles del pulpito desde el agua.
En fin, como resumen, un viaje increible, y unos paisajes inenarrables.
Si alguien quiere alguna información adicional, se la doy con todo el gusto del mundo de poder compartir nuestra experiencia.
Saludos.