Recién llegados de Rumanía: Experiencias ✈️ Foros de Viajes ✈️ p78 ✈️

Buenas tardes a todos. Me llevé tiempo leyendo el foro sobre Rumanía antes de ir a visitarlo y ahora, un mes después, he seguido leyendo por si la gente seguía coincidiendo en lo que leí anteriormente. He viajado bastante y conozco mucha naturaleza y, bueno, esto es como todo en la vida: cada cual tiene sus gustos. Rumanía era un lugar al que no tenía en mente visitar todavía, puesto que soy joven y me quedan muchos países, aunque sí es cierto que he estado en casi todos los de Europa y apenas me quedaba y queda el este del viejo continente, pero la información sesgada que maneja el ciudadano de a pie de España, creo que dista bastante de la realidad de lo que acontece en el país de nuestros hermanos rumanos.

Mis impresiones son las siguientes, por si le puede servir a futuros viajeros que visiten el país:

- Es uno de los países donde más me ha cautivado y sorprendido la gente, por su humildad, ayuda y buen trato. Tuve la oportunidad de hablar con mucha gente local sobre la evolución del país y la mayoría parecían no estar a gusto por como transcurre la vida allí. Viven " bien", como un sentido de " es lo que tenemos", y claro, quién soy yo para debatir si llevan o no razón si no vivo allí, pero me sorprendió que todos me preguntaran extrañados sobre el por qué estábamos visitándolos, cuando mi pareja y yo coincidíamos en lo que nos estaba gustando todo.

- Este viaje ha sido conjuntado con Eslovenia, Eslovaquia, Austria ( que ya conocía), Rep. Checa ( también) y Polonia. Sin duda, Rumanía ha sido donde MEJOR HEMOS COMIDO. El 90% carne, pero considero que no tienen mala gastronomía.

- Las carreteras, a excepción de algunos tramos por Maramures, no las he visto tan malas como pintaban en el foro. Conducid por carreteras secundarias de las Islas Británicas, por ejemplo, y os daréis cuenta de que no están tan mal.

- Los famosos monasterios son muy bonitos, ahora bien, opinión sincera mía: de ahí a decir que son lo más impresionante del país, sería quitarle todo lo bueno que la naturaleza le ha dado a los rumanos.

- Me gustó más, paisajísticamente, Bucovina que Maramures.

- Los pueblos y ciudades de rumanos, sin ser feos, me pareció lo más normalito del viaje. No obstante, Siguisoara y, puede que Sibiu también, se colaron entre las ciudades más acogedoras de Europa para nosotros.

- La famosa Brasov me decepcionó un poco, sin dejar de gozar de un bonito centro histórico. No recomiendo para nada subir al teleférico donde están ubicadas las famosas letras. Las colas en verano son bestiales y las vistas, a nivel personal, no se colarán en ningún nivel top de las que por suerte he disfrutado.

- Bucarest, además de uno de los tráficos más caóticos que me he encontrado conduciendo, no le veo nada en particular. Te das una vuelta por su centro histórico, que no es feo, pero poco más. El parlamento, una bestialidad arquitectónica y poco más.

- El castillo de Peles, a pesar de que está en obras, se encuentra en un entorno muy chulo, sumándole la bonita edificación que lo conforma, pero como opinión personal, tampoco podría decir que es de los más impresionantes que he visto. Sin embargo, recomiendo ir sin duda.

- Soy urbanita pero, sobre todo, gran amante de la naturaleza y claro, mantengo una opinión muy crítica con cada país que me encuentro a nivel paisajístico, ya que los comparo con otros lugares impresionantes, y me es difícil hacer que en mi mente se encienda la bombillita, pero en Rumanía, la TRANSFAGARASAN, se ha colado en mi top 10. Es, junto algunas de Noruega, Escocia o EEUU, una de las carreteras más espectaculares en las que he conducido. Es muy fácil ver osos entre el castillo de drácula ( antiguo y verdadero) y el final del lago en dirección al norte. Ese tramo está minado de osos.

- Es un país económico, a excepción, como siempre, de las bebidas. No sé por qué en todos lados, vale más una cerveza que un plato.

- A descartar, la entrada al castillo de Bran. Por fuera, bonito sin duda, pero pagar 14 euros por ver un museo con fotos y todos apretujados como en el metro, no creo que sea ni provechoso ni disfrutable.

- En cuanto al tema de la seguridad; me pareció de los lugares más seguros de todos los que he visitado. De Europa, cualquier otro me parece menos seguro de noche y, sin embargo, ni Brasov ni Bucarest me parecieron nada inseguros.

El entorno sí merece la pena y, desde allí, podéis/ debéis subir en coche a uno de los miradores más bonitos de todo el país. Un lugar donde pasar un buen rato con unas vistas espectaculares hacia los Cárpatos: hablo del AMFITEATRUL TRANSILVANIA. Eso sí, guardad paciencia para la subida porque con el coche se hacen largos los 10-15 km de subida. Nosotros, con tranquilidad, subimos con un peugeot 208 pequeñito, así que todos podréis subir con cualquier coche.

Y no tengo mucho más que decir, salvo que disfrutéis de cada rincón de este acogedor y sorprendente país. Dejaros cautivar por la naturaleza y conducid con calma, puesto que los rumanos sí que hay que decir que no lo hacen y adelantan sin pensárselo dos veces. Caminad tranquilos, relajaros sentados mientras véis la serpenteantes curvas de la Transfagasaran, cenad en un bonito local de Siguisoara y probad su gastronomía.

@policia7, gracias por compartir tu experiencia

Guardado ese mirador

@Policia7 estoy casi al 100% de acuerdo con tus impresiones de Rumanía.

Es un pais digno de visitar , que sorprende por su naturaleza y gentes.

Saludos


PD. El mirador no lo conocia. Lo voy a buscar en google.

Buenas.

Aquí uno nuevo en el foro y recién llegado de Rumanía.

Este era un país al que le tenía un interés particular. Por muchas razones, ese misticismo, esa naturaleza, esa cultura europea pero a la vez oriental, su pasado reciente. Todo lo que ha sufrido este pueblo. El país me ha sorprendido para bien en belleza natural y monumental. Hemos visitado Bucarest, Sinaia, Brasov y Bran. Los castillos, espectaculares. Brasov preciosa, animadísima incluso con nieve, centro histórico bello aunque reducido. Bucarest, una mezcla brutal de ese viejo París al que realmente sigue recordando, y las cicatrices del comunismo, unas contradicciones super curiosas e interesantísimas, en una ciudad que merece más atención y necesita también, unos cuantos o muchos arreglos.

Pero por lo que escribo es por lo menos bueno, y que me disculpen los ciudadanos rumanos. No quiero que se me malinterprete. Me considero una persona educada. Intento ser amigable, agradecido, aprender cuatro palabrillas que siempre es bien de recibir de un extranjero. Trabajo en atención al cliente y sé, o creo saber, lo que corresponde recibir de un cliente, y lo que me corresponde "entregar" a mi como profesional.
En ese sentido, he regresado de Rumanía decepcionadísimo, desanimadísimo y cabizbajo por el trato general recibido. Si me molesto en escribir este mensaje es porque, siempre según mi experiencia, lo que me ha sucedido no ha sido un caso aislado, sino algo preocupantemente generalizado. Y me cuestiono si hay algo que he podido hacer mal dadas las experiencias de otros viajeros que destacan la hospitalidad rumana como un highlight. No sé si el sector servicios de Rumanía representa a la ciudadanía general. En las calles, los rumanos se ven familiares, sociales, alegres. En bares, restaurantes, tiendas, la gente no llega ni al nivel básico de educación. Ni una mínima sonrisa, a veces ni hola ni adiós ni gracias. Expresiones todo el rato de mala onda que honestamente, frenan cualquier intento de interacción. Hemos llegado a comprar artículos sin intercambiar palabras con la persona que los vendía. Te pide con un gesto que le acerques el producto, si te ve con la tarjeta en la mano ya ni hace falta que te pregunte la forma de pago, te acerca el terminal, te cobra, y adiós. Adiós por referirme a fin de la interacción. Porque en muchos casos ni eso.

Las caras son siempre de lo que viene a ser mal carácter. Que te hace dudar si has dicho o hecho algo ofensivo (dentro del escaso margen que pueda haber para ello al pedir un producto)

En muchos restaurantes el personal espera sentado mirando el móvil, con cara de pocos amigos. Si llegas el primero al lugar, parece que le estés molestando. Con desgana te atiende, te sirve, y vuelve a su lugar.

No pido que la gente con la que interactúo en estos sectores sea mi amiga, pero a mi, sinceramente, las formas que tienen me parecen directamente de mala educación. Ser serio es una cosa, ser tímido es otra. Pero ésto?

Es que todavía me pregunto que he podido hacer mal para que mis experiencias en, que se yo, un 90% con personas dedicadas al sector servicios hayan sido tan nefastas.
Me ha parecido un país hostil.
Si la gente de a pie es diferente, es otra cosa. Pero cuando eres turista, principalmente tu vía de contacto con el país es a través de estas personas que trabajan en estos lugares. Con este trato recibido no me apetece repetir viaje a Rumanía y en el sector servicios ya se sabe, la clave es fidelizar al cliente. Me ha parecido un país que necesita mejorar mucho este aspecto si en algún momento quiere ser un destino turístico competitivo.

A mi si me preguntan si recomiendo viajar a Rumanía... Me costaría responder. Es bello, eso no lo niega nadie. A mi me pesa mi experiencia, y es la primera vez en mi vida de viajero que me pasa, habiendo viajado por casi toda Europa y el Magreb. Me duele decirlo. Este país me apasionaba, y he salido escaldado.

A alguien más le ha pasado lo que a mi? Quizás estoy llevándomelo demasiado a lo personal?
Es que veo a gente como a Policia7, que le han sorprendido "sus gentes" y bueno, a mi también me han sorprendido, pero en otro sentido. Y no comprendo como puede haber opiniones tan radicalmente opuestas sobre lo mismo.

Gracias a tod@s.
Espero que los rumanos que me puedan leer no se ofendan. Solo quiero comprender lo que me ha sucedido.

@Sleiva86_2025 gracias por compartir tu experiencia. Me gusta conocer no solo lo bueno de cada experiencia, sino también lo menos positivo, que solemos omitir, pero que creo que también es importante contar, como has hecho tú.
El año que viene puede que vaya a Rumanía unos días y me gusta recopilar toda la información posible, así estoy al tanto de lo que me puedo encontrar y evitar sorpresas.
Así que gracias. Ya compartiré por aquí también mis impresiones cuando vuelva.

Cuando yo estuve, la mayoría de la gente me pareció bastante maja, de hecho es fácil hablar con rumanos en italiano o incluso en español, porque muchos dominan algún idioma. Pero creo que todas las impresiones de ese tipo que uno pueda tener son muy respetables; yo no las tuve tan negativas en Rumanía pero sí en Bulgaria, por ejemplo.

En cuanto a este tema durante mi visita, para mí no eran la alegría de la huerta, pero tampoco digamos "bordes", trato correcto, sin más, incluso donde compramos los tipicos souvenirs o el anfitrión en Sighisoara super encantadores

Buenas. Pues me sorprende, porque a mí, aparte de parecerme un país muy seguro, la gente me trató de maravillas. Quizas en los negocios alguno pueda ser más antipático, tampoco me llamó la atención. Cuando sales de España, y yo que soy del sur, donde nos gusta mucho la guasa, el carácter cambia mucho o, al menos, es muy distinto a lo que acostumbro a vivir en mi día a día. Pero más allá, creo que como en todos lados, hay gente y gente, y habrás tenido una mala experiencia. Conozco a mucha gente que dice que no les gusta como le han trato en EEUU, por ejemplo,y a nosotros siempre que hemos estado nos han trato de categoría. Y gente malaje y antipática hay en todos sitios. A mí sorprendió gratamente el país en todos los ámbitos, y personalmente si recomendaría que lo conocieran. Siento que hayas tenido mala experiencia.

Lo bueno de este foro es que caben perspectivas múltiples

Yo estuve hace años en Polonia y tanto en servicios como la gente de la calle son muy serios. No diría tampoco antipáticos pero es verdad que cuesta verles sonreír. Supongo que es su carácter, no porque el turista haya hecho nada que les haya molestado. Creo que la gente de los países del este más simpática y atenta es la de la antigua Yugoslavia.

Hola
Yo hace tiempo leí una explicación sobre el "carácter eslavo", y aunque los rumanos no sean eslavos por lengua, el rumano sí tiene mucho vocabulario de origen eslavo ("da" para "sí" p.ej.) y al haber estado rodeados tanto siglos por eslavos puede ser que compartan ese "carácter"
Espero comprobarlo in situ este verano
La explicación es que ellos dicen que no tienen por qué sonreír a quien no conocen, aunque sí lo hacen con familia y amigos
Como turista a mí me ha pasado en Polonia, no así en Praga o Croacia. Y aquí me ha pasado con gente que vive aquí y son originarios de esos países
Saludos

Muchas gracias a todos por vuestras respuestas.

Supongo que de haberme hecho a la idea de como podía ser el carácter rumano, en cuanto a diferencias culturales, quizás no lo habría personalizado tanto.

Como expliqué, mis impresiones se han basado en una experiencia muy muy generalizada, no en un par de casos aislados. Soy plenamente consciente de que el pasado comunista en ese país, con mucho menos recorrido de democracia que España, y con tres millones de espías (eso dicen) en un país de 20 millones de habitantes, pues supongo que justifica el trato tan seco con los desconocidos. Me sigue sin gustar, me sigue pareciendo, como ya dije, mala educación. Pero supongo que todo cuenta. Y Rumanía es un país que ha recibido palos por todos lados y hasta hace poco.

Cuando tenga tiempo quiero hacer una pequeña reseña de Bucarest, ciudad a la que ya le tenía ganas y que quitando mi experiencia personal con el trato recibido, me ha impactado y mucho, para BIEN.

Brasov, Sinaia, Bran. Muy bonitas. Muy recomendables. A la altura (o más) de lo esperado. Brasov es preciosa. No hay mucho que decir. Pero sí que creo que Bucarest, que tiene peor fama, se merece un cable. Es que realmente me ha encantado. Ojalá me hubiera venido de vuelta con mejor feeling.

Esperamos como agua de mayo tu reseña sobre Bucarest, porque por lo que he leído, no pensaba dedicarle más de un día, pero quizás cambie de opinión al leerte a ti. Gracias por lo que aportas al foro.

Porqué considero que es imprescindible conocer Bucarest en vuestro viaje a Rumanía, a sabiendas de que es una ciudad que divide. Que o sí, o no. Porque su packaging es desigual, a veces, acertado y bonito, a veces no. Pero no es una ciudad falta de interés ni mucho menos.

La primera razón para visitarla es porque es ni más ni menos que la CAPITAL de Rumanía. Y no lo es por casualidad. Si visitas Rumanía necesitas conocer el pasado reciente de este país, y la mayor testigo de todo lo ocurrido es precisamente Bucarest. Cuando conoces su apasionante historia, y la del país, entiendes, interpretas, todo lo que ves. Y eso explica todas las contradicciones que se sienten, se palpan y se observan en esta ciudad. Una ciudad llena de diferentes caras, que no consideraría bonita en la misma liga que absolutas bellezas instantáneas como Roma o París, pero que sin duda, tiene zonas increíblemente bellas, testigos de su época de mayor esplendor. Y zonas deprimentes, testigo de todas las penas que la han asolado, que no han sido pocas.

Lo que yo he visto de esta ciudad, y el encanto particular que tiene, es precisamente ese aire añejo y decadente de la que fuese la Micul París, la Pequeña París (también la París del Este): Todo el centro de Bucarest (y me refiero a una zona amplia, extendida mucho más allá del pequeño y encantador casco antiguo) está plagada, en diferentes estados de conservación, de grandiosos edificios estilo Belle Époque que tanto recuerdan a la capital francesa, mansiones y palacetes elegantes de diferentes estilos, digamos, "clásicos" y en muchos de ellos con influencias locales como el estilo "brancovenesco". Todos ellos surgidos en el período de entreguerras, especialmente entre los años 20 y 30. Algunos están perfectamente restaurados, otros lucen decadentes pero todavía espectaculares, otros están muy abandonados, casi en riesgo de derrumbe, o en todo caso, desconchados y ennegrecidos. Pero todos preciosos. Todo ello le da empaque a la ciudad, y su centro tan densamente urbanizado, le da un toque de gran capital.

Porqué Bucarest tiene mala fama: como ya se sabe, Ceausescu, tras el terremoto de 1977 que destruyó parte de la ciudad, vino básicamente enamorado del estilo arquitectónico socialista, sobrio, monumentalista de Pyongyang en su visita a Corea del Norte, y destruyó parte del entramado urbano previo para desarrollar enormes avenidas de varios carriles que imitasen a París (la obsesión de Bucarest por París no es poca cosa), pero con la sobriedad socialista (el gusto estético comunista en sin duda, cuestionable). Y por supuesto no puede faltar el autohomenaje colosal que supone el Palacio del Parlamento Rumano, el cual según nos explicaron, arrasó con 1/5 parte de la ciudad y con ello unas veinte iglesias y un par de sinagogas. A parte de la lógica destrucción del patrimonio, todo ello supuso el desplazamiento de miles y miles de familias que hubieron ser realojadas en viviendas baratas construidas en los famosos "blocuri" que jalonan toda la ciudad: enormes bloques de apartamentos de estilo comunista, con una alta densidad de viviendas, que entonces lucirían mejor, pero que hoy han envejecido fatal. Por ello, todo el centro de la ciudad, más allá de su casco antiguo, está tan sumamente alterado, y eso es, el encanto (o desencanto, según para quién), tan particular de la ciudad: la estética dominante no es nada homogénea. Se suceden viviendas bonitas con bloques comunistas grises, calles perfectas llenas de palacetes con otras en ruina, sucias y llenas de graffiti al girar la esquina. Es una ciudad con múltiples caras: bonitas, incluso muy muy bonitas, menos bonitas, y feas, muchas veces alternadas entre sí.
Pero la parte "fea" de la ciudad, nos está contando historias. La historia de ese país, de décadas de dictadura comunista, del ego de un dictador que llevó al país a la hambruna mientras dejaba media ciudad a oscuras para iluminar su palacio ciclópeo, tan desproporcionado.

Bucarest es todo eso:

Un casco antiguo pequeño, pero lleno de encanto, con edificios grandiosos, adoquinado con gusto, lleno de vida, bisericas (estas encantadoras iglesias ortodoxas pequeñas pero acogedoras y preciosas), librerías como la maravillosa Carturesti Carusel, pequeños rincones no tan secretos (el Pasaje Macca-Vilacrosse), museos (interesante el Museo del Comunismo, que recrea una vivienda en la era comunista, o de Micul París, que hace lo propio en la época de mayor esplendor de la ciudad), muchos bares, quizás demasiado orientados, por la noche, al turismo de borrachera que escandaliza a los españoles en las zonas costeras, y especialmente al turista masculino heterosexual (hay muchos locales de stripteases).
Recomendado comer o cenar en el archiconocido Caru cu' Bere, bellísimo local de comida tradicional y música en directo. También el Café Van Gogh (LGTBI-Friendly, algo tan necesario indicar en este país).

Una avenida, Calea Victoriei, monumental llena de cafés y teatros, con un mantenimiento irregular a lo largo de la misma (no es muy ancha, pero sí muy larga). Edificios hermosos: Palacio CEC, Museo Nacional de Historia, Círculo Militar Nacional, el Odeón, varios hotelazos, la Plaza de la Revolución, el Museo Nacional de Arte de Rumanía (el antiguo Palacio Real), el Ateneo Rumano. Espectaculares. Pero espectaculares.
Muchas de las zonas adyacentes tienen igualmente preciosos ejemplos similares de arquitectura sobresaliente, pero más dispersos entre calles descuidadas y viviendas socialistas.

Los parques, que en mi caso lucían algo desangelados por la época en que los he visitado. El Arco del Triunfo, muy parecido al de París pero más pequeño. Muy recomendable, pero mucho, el Museo de la Aldea o Museo Satului, en el Parque Herastrau, museo al aire libre que recrea un pueblo rumano lleno de cabañas, establos, iglesias de madera y techos de paja, edificios reales, traídos de toda Rumanía y perfectamente explicados para conocer la arquitectura popular típica de la edad media en cada una de las regiones de este país. Sobresaliente.

Y el controvertido icono de la ciudad. El Palacio del Parlamento Rumano y toda la zona que lo acompaña, el Bulevardul Unirii, unos Campos Elíseos más grandes, más grises, más desangelados, pero impactantes. Y la Piata Unirii, me recordó a la Plaza Cataluña de Barcelona, pero nuevamente, más grande y gris. Una zona espectacular que te recuerda que, así es, estás en una ex-capital comunista. Zona un poco desangelada si no fuera por el tránsito de gente que cruza de un lado a otro y el intenso tráfico. Con un centro comercial (Unirea Shopping Center) triste, desolado, vacío. Un escándalo en el centro de cualquier ciudad española, pero que por alguna razón, no acaba de funcionar en el centro, o más bien, en el centro "forzado" por Ceausescu. Y el Palacio, pues hay que verlo. Es uno de los edificios más grandes del mundo, si eso ya no es reclamo suficiente para ver esta ciudad...

Esta es la Bucarest que yo he visto, una ciudad con múltiples capas, ángulos, personalidades. Una ciudad que, con una enorme inversión en rehabilitar todo lo que tiene, podría presentarse como una señora capital, la mejor entrada posible a Rumanía. Tiene muchísimo potencial, por eso me encanta. Porque estudié turismo y me fascinan las ciudades que tienen la materia prima, pero que en este caso, es mucho trabajo y esfuerzo el que se requiere para devolver ese encanto que tuvo.
Con una nevada espectacular que he presenciado, la ciudad no me ha podido gustar más.
La he visto un poco desangelada, mucha ciudad para las pocas aglomeraciones que tiene, seguramente, por la época del año. Bares sin esperas, museos vacíos. Muchísimo tráfico. Metro bastante eficiente, barato y puntual. Pocas tiendas de marcas en las calles, no me parece que se acostumbre a pasear e ir de tiendas como en otros sitios, al aire libre (tipo Gran Vía de Madrid) pero sí unos centros comerciales absolutamente espectaculares con todas las marcas y servicios. No he visto apenas perros callejeros ni tampoco vagabundos... No más que en las grandes ciudades del mundo (aunque no por usual, deja de impactar menos).
Una ciudad, que como el resto del país (siempre según mi experiencia personal, que ya he explicado), no te recibe de la manera más sonriente, hospitalaria o cálida. Aunque en esta ciudad me fue mucho mejor que en otras, en ese sentido.

Bucarest es la gran ciudad que fué, que hoy no lo es del todo, pero que lucha por serlo, y que con dinero (risas) y esfuerzo, podría volver a serlo. Risas, porque con dinero, claro está, todo se puede. Otra cosa es de donde obtenerlo.
Pero en definitiva, una ciudad con potencial, que vale la pena conocer. Decidme que os gusta, decidme que no es vuestro estilo, decidme que necesita un lavado de cara, pero no me digáis que no es interesante.

PD: dos días completos es perfecto para conocerla. O dos días y medio

Todo eso es cierto y un análisis muy interesante y completo.
Pero no demuestra que Bucarest sea “imprescindible”, porque nada lo es; ni tampoco nada es descartable. Toda valoración de un viaje es muy subjetiva y además puede estar sometida a variables objetivas. Para mí, se podrían hacer viajes muy interesantes por Rumanía sin pasar siquiera por Bucarest, y lo mismo podría decir de muchos otros países, incluida Polonia cuya capital tampoco me gusta. Y al hilo de esta idea me parece importante apuntar que Varsovia, por muy desfigurada y abandonada que haya estado (a mi me lo parece), objetivamente ha sido la capital de Polonia durante varios siglos, incluidos los de mayor esplendor del país. Frente a éso, la Rumanía que hoy conocemos es un país muchísimo más joven, y Bucarest en el pasado era la capital de solo una parte, el Principado de Valaquia (y solo a partir del s.XVII); en el fondo una capital de provincia, hasta el tránsito de los siglos XIX al XX que es cuando Rumanía se empieza a convertir en un estado moderno.
Creo que nadie se plantea como imprescindible la visita de Brasilia solo porque sea la capital de un gran estado; y salvando las distancias Bucarest también adolece de esa característica: le falta el poso de las verdaderas ciudades históricas de Rumanía que son Brasov y Sibiu (más Sighisoara en versión más reducida).

Acabo de llegar de Rumanía y coincido contigo absolutamente en todo. Ha sido un tour organizado con tiempos libres y no imaginaba el talante grosero del personal de restauración en particular, aunque hasta para sacar una entrada a un museo recibí el mismo trato. No hablo de seriedad, hablo de mala educación. Jamás he visto ese nivel de falta de profesionalidad en Europa ni fuera de Europa.

Hola , mi experiencia fue totalmente diferente.

17 días por Rumanía por libre y gente encantadora , amable y sonriente, no encontré a nadie de mal humor, ni mucho menos grosero o de mala educación.

Un país que merece ser visitado, no solo por lo bonito que es, sino la amabilidad de su gente.

Mi experiencia en Rumanía es una mezcla, por un lado en alojamiento pequeños nos encontramos von gente muy agradable, por contra en restaurantes más turísticos de Bucarest el personal llegó incluso a ser casi desagradable,

Pues me alegro, quizá yo tuve mala suerte. Estoy segura de que no todo el mundo de un país es grosero como no todo el mundo es super amable. Lo que sí es cierto es que 37 personas que íbamos en el grupo opinamos lo mismo. En honor a la verdad, tengo que decir que un chico dueño de un bar fue encantador y nos ayudó en un contratiempo. Había pasado media vida en Sevilla, sería por eso???88 Bueno, bromas aparte, son experiencias distintas que así suceden.