CATEDRAL DE SANTA MARIA DE LA SEDE DE SEVILLA ✏️ Monument-Spain

Después de que los cristianos tomaran Sevilla en 1248, la Mezquita Aljama de Sevilla fue consagrada como iglesia y se utilizó durante 150 años, enterrando en ella a monarcas como el Rey Alfonso X, o el rey Fernando III. En 1401 se decidió la construcción de un templo totalmente cristiano, y alegando el mal estado de la mezquita, se procedió a la demolición de la misma, conservándose solamente el minarete, reconvertido en campanario (la Giralda), y el patio de abluciones, reconvertido en claustro (el Patio de los Naranjos). La idea de este nuevo templo era la de crear un templo tan grande y hermoso, que en palabras del propio cabildo, “los que la vieren labrada nos tengan por locos”.


No cabe duda de que lo consiguieron. En 1401 comenzaron las obras de la catedral (aunque no hay indicios fiables de la construcción hasta 1433), siguiendo los cánones del estilo gótico, que es el que hoy predomina en la catedral. Las obras se dieron por concluidas en 1506, y aunque el cuerpo principal de la iglesia se concluyó ese año, las obras continuaron hasta el siglo XX, de modo que actualmente la catedral presenta elementos renacentistas, barrocos, neoclásicos y neogóticos. Además, continuamente se realizaron trabajos de restauración, pues el inmenso tamaño del edificio se tradujo en frecuentes conatos de colapso de los gigantescos pilares, y en derrumbes parciales en 1511 y 1888, aunque curiosamente apenas sufrió daños en el terremoto de Lisboa de 1755…


La catedral, que ocupa una manzana de la ciudad, posee 10 accesos, siendo los más monumentales los portales de la Asunción, del Bautismo y de San Miguel en la fachada principal (la que da a la Avenida de la Constitución), y la puerta de San Cristóbal o del Príncipe, frente al Archivo de Indias y principal acceso.


Su gigantesco interior presenta un gran espacio cerrado con planta de salón de cinco naves de altura descendente desde la central, más dos naves que acogen las numerosísimas capillas con las que cuenta el templo. La nave central acoge el gran coro, con sillería de madera y grandes órganos barrocos, y que posee en sus muros laterales las cuatro capillas de Alabastro.


También acoge el altar mayor, donde se conserva el retablo mayor de la catedral (actualmente en restauración y tapado por lonas), y la Capilla Real, donde están enterrados Alfonso X el Sabio, Fernando III el Santo y Pedro I el Cruel entre otros. En la catedral también descansan los restos de Colón, en un monumento en la nave lateral a la que da la puerta del Príncipe, nave desde la que también podemos acceder a la gran sacristía renacentista, que junto a otras dependencias anexas acoge un pequeño museo de arte sacro.


A ambos lados de las naves laterales se abren numerosas capillas, casi todas ellas cerradas por rejerías barrocas, y que acogen un gran número de obras de arte, que hacen de la catedral un auténtico museo.


Desde el interior de la catedral tenemos acceso a la Giralda, campanario del templo y símbolo de Sevilla. Esta torre fue construida en el siglo XII como alminar de la mezquita, siendo un importante ejemplo de la arquitectura almohade.


Respetado tras la demolición de la mezquita para convertirse en campanario, se le añadieron en 1568 los remates barrocos y la estatua de la Giraldilla (una representación de la fe que gira como una veleta, dando nombre al campanario) que aumentaron su altura hasta los 104 metros. La subida se hace a través de 35 rampas y 17 escalones, rampas que fueron construidas para permitir al gobernador de la Sevilla árabe subir a caballo para ver las vistas. Desde aquí puede verse toda Sevilla.


La salida de la catedral se efectúa por el Patio de los Naranjos (llamado así por motivos obvios) y la Puerta del perdón, pertenecientes a la antigua mezquita.
Anexa a la catedral y con entrada desde ella, también puede visitarse la Iglesia del Sagrario, un bello templo de factura barroca con importantes conjuntos escultóricos y retablos de alabastro y mármol rojo.


La catedral puede visitarse hasta las 5 de la tarde previo pago de una entrada de 8 euros (gratis para sevillanos y desempleados), que incluye el ascenso a la Giralda.