La iglesia Colegiata de San Bartolomé -Belmonte- Cuenca ✏️ Monument-Spain

La iglesia Colegiata de San Bartolomé, un edifico de dimensiones considerable, hecho a la medida de sus poderosos señores feudales y para que no desentone en tamaño con su castillo, sin embargo lo que nos sorprende es la riqueza de su interior, a la altura de los personajes que en esta villa nacieron o vivieron.

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En la localidad de Belmonte llaman la atención varios edificios singulares que nos recuerdan la importancia de algunos personajes que habitaron la villa. Junto al Palacio de Infante Don Juan Manuel, hoy hotel, se alza el segundo edifico más importante de la villa: la iglesia Colegiata de San Bartolomé.

Sin embargo, no destaca por su belleza arquitectónica (que también la tiene, sino por poseer escondida en su interior una de las mejores colecciones escultóricas (sino no la mejor) de la provincia de Cuenca.


Hay que destacar su coro en roble, el más antiguo coro historiado de España, esculpido en 1454 por Egas Cueman y Hanequín de Bruselas para la catedral de Cuenca, pero que siglos mas tarde fue vendido por la catedral, porque se les habia quedado pequeño... y mira por donde los belmonteños le echaron el ojo, y se endeudaron para añadirlo a su iglesia. Menuda compra.

La iglesia fue mandada construir sobre una iglesia visigótica del Siglo V, por D. Juan Pacheco, señor de su castillo, I marqués de Villena, I conde de Xiquena y I duque de Escalona, Maestre de la Orden de Santiago y uno de los hombres más influyentes de Castilla y eterno conspirador, hasta le llegada de Isabel la Católica, con la que tuvo sus más y sus menos.

Destacan en su interior la Capilla de la Anunciación, (capilla de la familia de Fray Luis de León, también natural de Belmonte), Capilla de S. Pedro y S. Pablo, Capilla Mayor, Capilla de Santiago o la Capilla de Bautismo.

Entre sus esculturas algunas de las mas bellas de la provincia, pero llama la atención su Cristo de los Peligros, una talla de marfil de Filipinas regalo del Juan de Jesús, entonces vicario general de los agustinos recoletos, natural de esta villa.

Según cuenta la tradición, el Cristo de los Peligros salvó al galeón que lo transportaba desde Manila del hundimiento durante una fuerte tormenta en el Pacífico, después de que la tripulación lo colocó en el mástil mayor. Por ello le pusieron ese nombre y se desde entonces se le considera crucifijo milagroso frente a momentos de dificultad.



También podemos ver bellas esculturas en las tumbas de algunos de los prohombres de la localidad, extraordinarios retablos y magnificas las rejas que cierran varias de sus capillas, obras de grandes artistas-artesanos que las esculpieron hasta el último detalle.

Tuve la suerte de escuchar mientras la visitaba, el órgano de la iglesia durante un ensayo.

Al salir me preguntaba cual es el motivo de que esta iglesia que alberga tan destacadas joyas, sea a su vez una gran desconocida.

Sospecho que puede estar relacionado con la prohibición de fotografiar o filmar su interior.

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Last Update: 12/10/2015 - 01:13