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El Acueducto de Segovia ✏️ Monumento-España![]() Historia y descripción del Acueducto de Segovia ![]() Cuando llegamos a la ciudad a través de la plaza del Azoguejo encontramos la impresionante estampa de este monumento romano, la imagen más característica de Segovia, pero, a la vez, estamos ante la obra cumbre de la ingeniería civil romana en España y que ha estado en uso hasta mediados del siglo XX. La datación de este monumento es desconocida pero todos los historiadores dan como fecha aproximada entre la última mitad del siglo I y la primera del II, bajo los gobiernos de Vespasiano o Nerva. En este “tip” quiero hacer un estudio a fondo sobre este monumento y para ello considero imprescindible hacer un estudio histórico sobre el porqué de construirlo, la técnica empleada y la historia particular del mismo, así que dividiré este pequeño estudio en varias etapas. El ciclo del agua entre los romanos Está claro que el primer requisito para levantar cualquier edificación es que haya una necesidad a cubrir y esa necesidad no se puede entender sin conocer como se abastecían de agua en el Imperio romano. Las ciudades romanas estaban abastecidas de agua potable mediante fuentes públicas situadas en las esquinas de las calles y eran un servicio público. Todo el mundo tenía acceso libre y gratuito al agua. Fuente de agua en Pompeya Al ser uno de los elementos mas usados por la población acabaron por dar nombre a las calles, así la calle donde estaba ubicada pasaba a ser la calle de la fuente de la rana (por ejemplo) ya que, en la antigüedad, las calles romanas no tenían nombre. Los romanos eran gente muy práctica y ahorraban recursos siempre que podían por lo que solían colocar las fuentes aprovechando manantiales naturales pero en los lugares que carecían de ellos había que llevar el agua hasta el punto de suministro. De aquí la necesidad de construir los acueductos, construcciones cuya finalidad es llevar el agua desde un punto en el que hay de sobra hasta otro en el que falta y hay población que la necesita. Y cuando no había cerca un manantial suficientemente caudaloso se levantaban presas para almacenar el agua y conducirla desde ese punto hasta el de suministro, como en Mérida en donde se conserva la única gran presa romana de nuestra península y que todavía está en uso. (Pantano de Proserpina). La conducción del agua se hacía a ras del suelo siempre que se podía (ahorro de costes) como podemos ver en estos restos de Segóbriga, mediante canalizaciones hechas con arcilla cocida (tejas) o piedra labrada. Aunque actualmente se ha perdido, originalmente la conducción estaba cubierta para evitar la contaminación del agua con animales, polvo, hojas, etc., y, una vez que llegaba al punto de suministro esta agua pasaba por un depósito de arena (“castellum aquae”) donde se filtraban las posibles impurezas y de allí a otro depósito para su almacenamiento y posterior distribución. En muchos casos existía un segundo depósito de arena para asegurar la perfecta limpieza del agua. Ya en la ciudad el agua se conducía mediante tuberías de arcilla cocida hasta el punto de suministro (fuentes o baños públicos). Naturalmente este era el sistema común pero siempre ha habido ricos, así que estos pagaban un canon para poder contar con agua corriente en sus propias casas. Este canon era directamente proporcional a la anchura de la conducción particular, a mayor caudal mayor precio, y era obligatorio que contase con un sistema de “corte del suministro” pues en caso de escasez tenía prioridad el abastecimiento público. Conducción de agua en Pompeya Hay que hacer constar que para los romanos la higiene era una necesidad no un lujo y los baños públicos eran imprescindibles en la vida diaria de cualquier romano de a pie; por eso el suministro de agua a los baños públicos tenía preferencia sobre el suministro a las casas particulares. Por baños públicos me refiero a los lugares en donde se bañaba la gente, no a los retretes. Bañera en los baños públicos de Pompeya En cuanto a las letrinas estas también eran públicas. Normalmente existían retretes públicos de uso común y las casas de vecinos contaban con uno para el uso general de los vecinos de la casa y las casas de los ricos contaban con sus propias letrinas. Letrina pública en Pompeya Por último señalar que todo esto se completaba con la existencia de una amplia red de cloacas para dar salida a todas las aguas ya usadas y que se vertían directamente al río en un punto alejado de la ciudad. Alcantarillado en la ciudad de Segóbriga. Hasta aquí he hablado de generalidades pero ahora viene la pregunta más interesante ¿qué hacer cuando encontramos una depresión en el terreno? La respuesta inmediata es rodearlo, y eso hacían cuando se podía pero en caso contrario construían lo que hoy llamamos ACUEDUCTO y que, en realidad, solo es una parte de un acueducto, la parte mas vistosa, eso sí. Esta construcción requería de unos conocimientos técnicos muy avanzados pues no debemos olvidar que no existían motores para impulsar el agua y ésta debía caer por su propio peso y correr gracias a la inclinación de la conducción, teniendo en cuenta que si el ángulo era corto el agua no correría, si era demasiado pronunciado el agua alcanzaría demasiada velocidad, si la pendiente no era uniforme se formarían bolsas y se desbordaría el conducto, etc. Estamos ante la obra de ingeniería civil que más conocimientos requiere. Historia del Acueducto de Segovia Si nos fijamos en el acueducto, sobre los tres arcos mas altos hay un cartel en donde en su día había una inscripción donde constaba la fecha y el constructor. Desgraciadamente esa inscripción se ha perdido por lo que es difícil datar con exactitud este monumento aunque se supone que es contemporánea de los emperadores romanos Vespasiano o Nerva (siglos I o II). En los tiempos de los Reyes Católicos hubo una primera obra de mantenimiento que afectó a 36 de los arcos y tuvo como encargado a D. Pedro Mesa, prior del monasterio del Parral. Posteriormente se colocaron las estatuas de la Virgen de la Fuencisla y de San Esteban, ya en 1520. La tubería actual data de 1929 y las últimas actuaciones datan de 1992 en que se efectuaron obras de mantenimiento. Este acueducto ha estado en uso hasta mediados del siglo XX y suministraba agua al Alcázar. Trazado del Acueducto de Segovia. Esta conducción recogía las aguas del río Frío, en la Sierra de Guadarrama, en el paraje conocido con el nombre de La Acebeda a 15 km. de la ciudad mediante un presa realizada con bloques de granito sujetos con piezas de hierro (grapas) que, a su vez, se sujetaban a la piedra con plomo y conocida como El Caserón. ![]() ![]() NOTA. Las fotografías y el plano que ilustran este apartado están tomados de la red. Desde esta presa el agua se conducía mediante un canal abierto hasta el pinar de Balsain en donde la conducción se soterraba mediante una tubería de cemento de 40cm. De diámetro. Esta tubería fue reemplazada en 1929 y tiene una longitud de 11,4 km y 110 arquetas de acceso y conduce el agua directamente hasta la conocida como “La Casa de Piedra” en donde existe un depósito enterrado y que sirve para la depuración y almacenamiento del agua. Desde este punto la conducción se eleva hasta llegar a un segundo depósito de decantación y del que parte la zona mas conocida del acueducto y que sirve para salvar el desnivel del río y acerca el agua hasta la zona urbana, de nuevo soterrada y que llegaba hasta la colina donde se levanta el Alcázar. Construcción del Acueducto de Segovia Este acueducto está realizado con piedras sillares sin usar ningún tipo de argamasa y en su parte inferior es más ancho que en la superior para conseguir un menor peso en altura y ayudar a soportar el peso del mismo. La sujeción entre los sillares se realiza mediante las fuerzas de empuje de unas piedras contra las otras y está tan bien calculado que se ha mantenido en pie más de 2000 años. Las piedras se transportaban hasta el punto en que iban a ser colocados mediante rodillos fabricados en madera de encina, se arrastraban con animales de tiro y se elevaban en altura mediante rampas. Cuando había que subir los sillares a una altura superior se enrollaban cuerdas de cáñamo alrededor de la piedra y luego esta cuerda se sujetaba a una rueda de elevación que mediante un sistema de poleas y movidas por esclavos, conseguían elevar la piedra a la altura deseada. Estas piedras se sujetaban mediante tenazas metálicas que se cerraban alrededor de las piedras y se introducían en los agujeros que hoy podemos contemplar en los sillares y que se marcaban previamente. Una vez izados, otro grupo de obreros tenían que colocar las piedras en el lugar exacto y, finalmente, el cantero terminaba el sillar. Para la construcción del arco se utilizaban “cimbras” (armazón de madera en forma de arco) para sujetar las dovelas (piedras en forma de cuña que forman el arco) hasta que se ponía la dovela central o “clave”. Esta es la piedra mas importante en toda la estructura pues es la que cierra el arco y la que soporta las fuerzas de empuje de las otras piedras y permite que todo se sujete. Esta piedra tenía que ser tallada “in situ” pues tenía que ajustar perfectamente. ![]() ![]() ![]() Descripción del Acueducto Desde la Casa de Piedra hasta su nuevo soterramiento parte la zona mas conocida y espectacular del mismo con 638 metros de longitud formados por 166 arcos de medio punto, de los cuales 68 son sencillos y 44 dobles. Podemos considerar que existen 4 tramos diferenciados en esta parte, subdividiéndolos por su altura. Un primer tramo de 65 m. con 6 arcos de hasta 7 m. de altura, un segundo con una longitud de 159 m. y 25 arcos de hasta 8 m. y un tercero de 281 m. con 44 arcos de hasta 12 m. de altura. ![]() ![]() El cuarto tramo es el más espectacular y la razón de nuestra visita a Segovia y mide 938 m Consta de 43 arcos dobles y dos sencillos, (al principio y al final de la arcada), tiene una altura máxima de 29 m. y los huecos de los arcos varían entre los 4 y los 6 m. Toda la arcada está coronada por obra de mampostería en donde se ubica el canal de conducción. La antigua conducción romana se deterioró tanto que tuvo que ser sustituida. Leyenda del Acueducto de Segovia Cuenta la leyenda que había una vez en Segovia una joven criada que tenía por tareas acarrear el agua desde el río hasta la casa. Era un trabajo ingrato y pesado y un día que volvía con el cántaro lleno tropezó y, al caerse, el cántaro se rompió. Agotada y harta increpó al cielo diciendo que daría cualquier cosa con tal de no volver a bajar hasta el río. Inmediatamente se le presentó el diablo dispuesto a aprovechar la ocasión y la moza le ofreció su alma a cambio pero como no era tan tonta puso como condición que la obra tenía que estar terminada antes de que cantase el gallo. El demonio se frotó las manos y puso manos a la obra y trajo consigo un ejército de diablillos que se pusieron a trabajar a destajo pensando en la recompensa. Mientras tanto la joven, rezaba con fervor para que Dios la ayudase y no pudieran terminar la obra a tiempo. La leyenda no cuenta si fue por intervención divina o porque el diablo no fue lo suficientemente rápido pero el caso es que cuando el diablo iba a colocar la última piedra cantó el gallo, antes de que estuviese colocada. Al diablo se le llevaron los demonios y desapareció sin su recompensa dejando tras de sí la ingente obra y a la muchacha mas contenta que unas castañuelas. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Última Actualización: 05/03/2013 - 20:19 Tips relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() 📊 Estadísticas ⭐ 5.0 (8 Votos)
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