Cuando nos decidimos por Bulgaría como próximo destino de vacaciones, lo que en realidad nos movió a ello fue que no teníamos un presupuesto muy bueno para ir por ahí, y necesitábamos un país asequible para pasar una semana o mas.
Bulgaria era ideal, un país con poco turismo de europa oriental y muy barato.
Poco sabíamos de allí, solo que la capital era Sofía y parte del país daba al mar negro. Era genial, además podríamos disfrutar de algún día de playa.
Pues manos a la obra, tocaba buscar vuelos. Al final reservamos con Wizz Air, y aunque no sabíamos si haríamos mas viajes con ellos, nos hicimos las tarjetas de descuento de Wizz Air. Valen para un año y tienes que pagar una cantidad, pero solo con el descuento para este viaje ya las amortizabamos y nunca se sabe si la volveríamos a usar pero ya merecía la pena.
Yo siempre procuro hacerme las tarjetas de puntos de las aerolíneas (si es que tienen) pero por ejemplo, con Iberia ya he canjeado alguna vez avios. Es gratis hacerlo y sólo dan ventajas.
Lo siguiente fue planificar la ruta.
Me costó muchísimo, ya que no hay mucha información sobre Bulgaria, y si no es por los consejos de este foro hubiera sido difícil hacerlo por nuestra cuenta tan bien.
Todos los hoteles los reservé con booking, eso sí, siempre con cancelación gratuita, nunca se sabe... La mayoría de los hostel nos costó una media de 20-30 euros la habitación doble con desayuno y baño propio.
Alquilamos un coche con EconomyCarRentals. No recuerdo lo que nos costó, lo que si recuerdo fue que estaba bien de precio, no era caro.
Y nada, sólo había que esperar al 9 de Julio y ponernos en marcha
Cogíamos el vuelo ya tarde y llegábamos a Sofía a la 1.50h del 10 de Julio con lo que opté por usar el servicio de pick up al aeropuerto del hostel donde íbamos a dormir 2 noches.
El chico que nos fue a buscar era muy simpático pero su inglés no muy bueno y nos costaba un poco entender lo que nos contaba de camino al hostel (también puede ser que nosotros estuviéramos agotados del viaje y por la hora que era).
La primera impresión de Sofía, de madrugada, fue de una ciudad desierta, y mas parecida a una provincia pequeña donde no hay nada por la noche, que a una capital de país. Fue una sensación extraña, era mi primera vez en un país del este de Europa y hubo muchas cosas que aunque sabiéndolas de ante mano, no dejaron de chocarme, como lo de la escritura en cirílico, pero a ello se sumaba la emoción de lo desconocido... Habíamos llegado oficialmente a Bulgaria!!
Cuando llegamos al hostel.... (Canapé Connection), después de horas de bus y avión, encontrarte con ese olor a curry.... si si, curry, mezclado con humedad.... teníamos la habitación en el sótano y era horrible. A pesar de lo agotados que estábamos a mi me costó dormirme. Pensé... dónde me he metido!!!! Y eso que lo puntuaban en booking con un 9!!!!! Madre mía, empezaba bien la aventura... Y encima compartiendo baño, que no lo voy ni a comentar...
Al día siguiente, decidimos desayunar por ahí para empezar a ver la ciudad. Que decir que nos costó dios y ayudas encontrar una cafetería, de hecho, no la encontramos y desayunamos una especie de bollos en una panadería.
Se me olvidaba, lo primero que nos encontramos al salir del hostel fue una Klek shop!!!
Bueno, ya con el estómago lleno dedicamos el día a ver lo mas interesante de la ciudad, que según había leído, en un día lo veías todo, y desde mi punto de vista, totalmente cierto.
Catedral de Alejandro Nevski, Iglesia Rusa, Mezquita Banya Bashi, Iglesia Sofia Sveta Petka, Catedral Sveta Nedelya, paseamos por el bulevar Vitosha que es el centro neuralgico de la vida en Sofia, lleno de tiendas y restaurantes, paseamos por la zona del palacio nacional de cultura ( todos los edificios de alrededor llevan carteles publicitarios en las azoteas, como antiguamente aqui), Baños Centrales, mercado etc
Ese día comimos y cenamos en kioskos de comida, kebab y pizza hay por todos los lados, suuuper barato, y es que no hay mejor sitio que Bulgaria para pegarse homenajes a comer por muy poco dinero.
Acabado el día, vuelta hostel a nuestra pestilenta habitación de curry.
Al día siguiente cogíamos el coche de alquiler y empezabamos la aventura de verdad.
A la hora prevista recogemos el coche de alquiler y nos vamos rumbo a Rila, a ver el monasterio. Nada mas salir de Sofía nos damos cuenta del estilo de conducir de los búlgaros y sus carreteras. Adelantamientos suicidas, hasta el punto de encontrarnos en una carretera de doble sentido 4 coches a la vez... es flipante como se conduce allí.
En cuanto sales de la capital se ve la realidad del país, muy rural, como España hace 50 años. Muchos pueblos que se dedican a la agricultura y ganadería. Puestos a las orillas de las carreteras vendiendo melones, fresas y frambuesas silvestres, miel etc incluso muchos puestos de ropa y accesorios militares.
Los baños.... son de estilo "turco" y en algún bar de carretera mejor te va mear en la calle porque no veas la peste que sale.
Dos horas mas tarde, llegamos a Rila.
Que decir del Monasterio de Rila y su entorno, espectacular!!!!
El hecho de que casi no hubiera turistas le daba aún una atmósfera mas mística incluso. Es espectacular, y es muy fácil ver alguna misa ortodoxa. Para mi es una visita obligadisima y a solo dos horas de Sofía.
Mucha gente lo hace como excursión desde la capital pero nosotros seguíamos nuestro recorrido y volvíamos a coger el coche para hacer noche en Bansko, una ciudad totalmente hecha para el turismo de ski, que, obviamente en verano tiene muy poca vida, pero que a mi personalmente me pareció que tenía mucho encanto por la arquitectura de sus casas de madera. NOs hospedamos en el hotel Dedo Pene Inn (si, no es coña), totalmente recomendable tanto el hotel como el restaurante.
Una mención aparte se merecen los postres búlgaros.... enormes, riquísimos.... mi novio el yogur búlgaro con frambuesas salvajes le volvían loco!!!!