A Rocamadour accedemos desde la parte alta cogiendo el ascensor. Es una población de singular belleza, con callejuelas estrechas de piedra y donde el tiempo parece que se ha detenido. Aunque hay tanta gente que más bien parece el decorado de un parque temático. A la ciudad se accede por el palacio de los obispos de Tulle. La iglesia de St. Sauveur, alberga en su cripta las reliquias de St. Amadour, quien da nombre a la población. Cabe también destacar la Capilla de Notre-Dame de Rocamadour donde se venera la virgen negra del siglo XII. Es un lugar para disfrutar y no dejar de probar el queso de cabra que lleva el nombre de esta ciudad.
Tras comer ponemos rumbo a Oradour Sur Glane.
Oradour-sur-Glane es el símbolo de las desgracias de la patria. Conviene preservar su recuerdo, pues hace falta que nunca más semejante desgracia se reproduzca.
Discurso de Charles de Gaulle, Oradour-sur-Glane, marzo de 1945
Y es que esta ciudad desgraciadamente debe su fama a un hecho que se produjo el 10 de junio de 1944, mientras tenía lugar la Batalla de Normandía en la Segunda Guerra Mundial. Aquel día fueron asesinadas 642 personas, contabilizándose 190 hombres fusilados, 245 mujeres y 207 niños ametrallados y quemados en la iglesia, de ellos 24 españoles, casi todas las personas presentes en la población que además, vio destruida la mayor parte de sus edificios e infraestructuras tras su pillaje e incendio, quedando completamente en ruinas; los pocos sobrevivientes que escaparon lo hicieron escondiéndose en la Abadía de Munch, la cual contaba con un foso y un puente levadizo. Los monjes ayudaron a un grupo de madres y sus hijos, así como 6 judíos, a escapar por el desagüe en la oscuridad total por casi 800 metros.
Así pues este hecho hizo que la ciudad quedará tal cual, que no se reconstruyera y que se convirtiera en un centro de la memoria, un homenaje a las víctimas y un recuerdo permanente de aquel horror para que jamás, como diría De Gaulle, vuelva a ocurrir.
Sinceramente, por muy preparado que estés para afrontar la situación, no puedes evitar sentirte mal cuando paseas por esas calles. Cómo la vida de gente inocente se puede ver truncada por la intransigencia de unos cuantos.
Pernoctamos en un área que hay a la entrada del pueblo y cerca del Centro de recepción.
AZAY LE RIDEU - USSÉ
Llegamos a Azay le Rideau, aparcamos en un área y parking del Castillo. Construido sobre una pequeña isla del Indre, fue mandado a construir por el Tesorero del Francisco I, los jardines y el magnífico entorno que le rodea hacen las delicias de los niños, sin embargo este será el castillo del Loira más pequeño y más modesto.
Tras la visita decidimos poner rumbo al Castillo de Usse, al que llegamos ya con las puertas cerradas. Pernoctamos en el aparcamiento que hay enfrente y como aun era temprano decidimos dar un paseo en bicicleta por un carril bici que a la orilla del río recorre el valle del Loira y que permite visitar todos los castillos, como dirían los franceses, “c'est magnifique!!” fue genial.
El Castillo de Usse tiene una estructura que recuerda a un verdadero cuento de hadas. Se dice que fue uno de los que inspiro a Walt Disney para su Castillo y dentro de él, en diferentes salas, se reproduce con maniquíes el cuento de la Bella Durmiente, ya que según tradición este castillo sirvió de inspiración a PERRAULT, para dicho cuento.
De Usse nos dirigiremos a Chinon, ciudad tranquila, famosa por sus vinos y por su patrimonio. Haciendo honor a dicha ciudad compramos y degustamos sus afamados caldos y paseamos con los niños por su castillo y calles, donde las plazas se llenan de terrazas para disfrutar de la gastronomía francesa. El castillo de Chinon es una fortaleza más que un palacio. En el en 1429, en la gran sala de los aposentos reales, tuvo lugar el histórico encuentro entre Juana de Arco y el Delfín Carlos VII.
Por la tarde y tras descansar nos dirigimos a Montresor. Está incluida en la lista de los pueblos más bonitos de Francia. El paseo por sus calles hasta el río y el disfrute de su rico patrimonio arquitectónico bien merece la pena, dentro del que destacan:
•La fortaleza medieval. Mandada construir en el siglo XI y que tras posteriores reformas destaca por sus aposentos renacentistas.
•La colegiata de San Juan Bautista.
•El halle des cardeux.
•La casa consistorial. Construida en 1581 y a la que se conoce por el sobrenombre del logis du Chancelier.
Ponemos rumbo a Chenonceau, es tarde y esta anocheciendo pero no está tan lejos.