Cuando estuve preparando nuestro viaje no encontré muchos diarios de los meses y por esa razón me animo a escribir este diario. Teníamos nuestras reticencias de viajar con un niño a Jordania, pero tras nuestro viaje se lo recomiendo a cualquiera.
Para prepararlo le pedimos a la oficina de turismo de Jordania información y nos la mandaron a casa gratis. También les consulté sobre los carnet de conducir y me aseguraron que no hacía falta el internacional. Es verdad que la policía no nos lo pidió en ningún momento.
Preferíamos viajar sin escalas y por eso volamos con Royal Jordanian, único vuelo directo. El billete se puede comprar por la propia web de la compañía o por Iberia. Tras varios días subiendo y bajando el precio lo compramos por Iberia que era algo más barato para volar en Mayo.
El avión lleva pantalla interactiva con películas y series. Pero el buen funcionamiento es aleatorio, en el de ida sólo podíamos ver películas en francés o alemán. En el de vuelta, ante las protestas de varios viajeros tuvieron que resetear el sistema. A las azafatas no les hacía gracia las protestas de los viajeros. Con películas en varios idiomas el viaje de vuelta fue rápido.
Te dan una comida consistente en humus, un bocadillo, un dulce y agua. Aparte te dan una bebida.
Llegamos al aeropuerto de Amman, el cambio estaba a 0,70 y como el visado se puede pagar con tarjeta no cambiamos. Para los adultos llevábamos comprada la Jordan Pass por internet, pero para los niños no interesa porque no pagan en los monumentos. Una vez pagado los 40 JOD del visado del niño salimos a por nuestro coche.
Habíamos reservado con Enterprise porque tengo la tarjeta de puntos y funciona muy bien en Europa. Pero ya al llegar a Jordania vimos que allí era otra cosa. El empleado no tenía información sobre la reserva, le tuve que dar mi copia del correo de reserva. Me llegó a preguntar que coche había alquilado
. Nos dieron uno superior automático, pero lleno de daños. Nos fiamos de que rellenara todos los golpes y cometimos el error de no hacerle fotos. Os recomiendo que si vuestro tiene algún golpe le hagáis reportaje fotográfico. Ya veréis porque al final.
Después de una hora estábamos conduciendo en Jordania y sin salir del aeropuerto tomamos contacto con la forma de conducir en Jordania. Es sorprendente que con lo tranquilos que son, conduzcan tan agresivamente.
Nos llevamos el TomTom pero, como GPS os recomiendo Google Maps, os descargáis antes de salir del aeropuerto la ruta aprovechando el wifi gratis. Luego vais haciendo lo mismo en cada hotel y navegamos sin problemas. Más o menos, porque a las 23h era tan de noche que nos perdimos un poco para llegar a Mádaba.
Aparcamos en la puerta del Saint John Hotel, nos dio muy mala pinta ver todo cerrado y apagado. Nadie en las calles. Tras un rato viendo si había otra puerta y cuando ibamos a llamar a Booking, vimos que se movía algo en el hall. El recepcionista estaba acostado en el sofá.
Por fin en la habitación a las 23:30, a dormir, que a las 4h llaman para el rezo. Buenos a las 4h, a las 4:30h, en fin ir concienciados que se duerme poco. Y a las 6h entra luz por la ventana como si fueran las 12h de mediodía en España.
El hotel es muy básico pero el personal es encantador. La habitación amplia y limpia. Buen wifi y con frigo en la habitación. El desayuno es básico (pan, humus, quesitos, mermelada) pero con leche, en otros hoteles no la tienen. El desayuno empieza a las 8h y allí estamos. Una gozada desayunar en la terraza disfrutando de la vista de la mezquita e iglesias de alrededor.
Después de desayunar preguntamos en recepción un sitio para cambiar dinero y nos mandaron al Western Union enfrente de la iglesia del mosaico. El cambio estaba a 0,84. Pagamos el hotel, por cierto, todo el mundo prefiere que le pagues en efectivo. Y salimos para Jerash a las 10:15h.
Mucho trafico para salir de Mádaba y buenos precios de la gasolina. Todo bien hasta llegar a la circunvalación de Ammán. Lo más complicado fue rodear Ammán, el resto del país al haber menos coches es más fácil. Creo que si eres capaz de conducir en una gran ciudad un día de lluvía y atasco infernal sin darte un golpe, no tendrás problemas. Si no estás a costumbrado, no recomiendo el pasar por Ammán con coche para ir a Jerash. Como cosa curiosa, te encuentras puestos de fruta en uno de los carriles de la autopista, sin señalizar claro.
En unas dos horas estábamos en nuestro destino. Una vez aparcado el coche en un descampado al fondo del parking, nos dirigimos a la entrada que está lleno de tiendas. Había multitud de niñas de colegios de excursión. Un hombre nos dijo que fuéramos por fuera. Compramos dos botellas de agua por 1 JOD, importante llevar agua, aunque dentro te la vende los ambulantes.
Nadie nos pidió los Jordan Pass. Típico de los funcionarios jordanos con pocas ganas de trabajar. Estuvimos 2 horas, la visita da para 3h pero con un niño es demasiado. Además hacía mucho calor. Pocos extranjeros y mayoría jordana. En el gran teatro estaban tocando la gaita y se pusieron a bailar unas estudiantes. Comimos unos bocadillos y nos fuimos para el Mar Muerto.
A la vuelta el trafico de la tarde era infernal en Ammán. Tardamos más de 2h en llegar al Crowne Plaza Jordan - Dead Sea Resort & Spa. Hotel de lujo que cuida poco los detalles. En la habitación faltaban toallas y el mobiliario necesita una renovación. Eso si, la calidad del sueño es muy buena. Los restaurantes son caros y un desayuno con mucha variedad y comida en vivo (tortillas, tortitas, enrollados)
Cuando llegas te hacen pasar un control de seguridad pero no es muy exhaustivo, dimos el nombre equivocado en la reserva y nos dejaron pasar con el coche. En el arco de seguridad pitaba, le decías que era el cinturón y para dentro.
Nos gustó mucho el bañito en el mar muerto, sobre todo por el calor que hacía. Estuvimos 1h y media,que entre fotos y barros se pasó enseguida. El resto de la tarde lo pasamos en la piscina para que jugara el niño. Por la noche música local en vivo y danza del vientre.
Hoy era el día que no teníamos prisa por madrugar. Un desayuno muy completo y que nuestro hijo jugara un poco más en la piscina. Que calor hace desde por la mañana, no quiero pensar como será en verano.
Cogimos el coche y para salimos para Karak. Pasamos por Wadi Mujib, pero no dejan entrar a los niños, por lo pasamos de largo. Que buena pinta tenía.
Por la carretera del rey los kilómetros se hacen muy largos por las constantes travesías y badenes. Por cierto tienes que ir atento para no comértelos. En una media hora estábamos en el castillo de Karak. Opino que esta visita es prescindible si no tienes mucho tiempo, a nosotros nos venía bien para hacer la comida. El castillo es bastante grande y tiene en buen estado los subterráneos, el resto está en ruinas.
Comimos en Kir Heres Restaurant que está cerca de la entrada. Tuvimos una comida muy agradable en su terraza. La comida muy rica. Recomendable el humus. Para los peques los finger de pollo que no son como los del burger jeje. Probar el café turco muy bueno. Para beber el zumo de limón con menta.
Continuamos hacia Wadi Musa recorriendo toda la carretera del rey, que se hizo bastante pesada (2 horas). Al principio te sorprende ver a un camión adelantando en línea continua sin visibilidad, pero luego te unes al club.
Por el camino pudimos ver como los niños beduinos en cuclillas pasan horas esperando que alguien les compre huevos. También nos cayó una buena tromba de agua, quien dijo que no llueve en el desierto.
Al llegar a Wadi Musa nos ocurrió la primer anécdota divertida del día. No había sitio para aparcar y tratábamos de poner el coche en la puerta de nuestro alojamiento. Todo el mundo pintando y bajo la lluvia, aparece un jordano dándonos indicaciones en español y echando la bronca a los que pitaban. Igual que apareció se fue.
Nuestro alojamiento para las dos siguientes noches verdaderamente llegó a ser My Home Hotel- Petra. Issam es un anfitrión de lujo. Su alojamiento es sencillo pero es como si estuvieras en tu casa. Cualquier cosa que necesites, puedes consultar a Issam que te ayudará encantado. Las habitaciones están limpias. El desayuno es lo básico que encuentras en Jordanía. A las 20h podéis comer la comida casera que hacen. El alojamiento está en todo el centro de Wadi Musa que es donde están las tiendas locales.
Por la noche cenamos en Al-Wadi Restaurant. Todo muy rico. Es el mejor restaurante por la zona. Te hace el pan al momento. Platos grandes. Shish taoug 9jod, gallayeh 7 jod que es como el magro con tomate.
Preguntamos para ver la semifinal de la liga de campeones, que se jugaba esa noche, y nos mandaron a la zona de los coffee shop. La segunda anécdota del día, una experiencia inolvidable ver un partidazo en Jordania, como les gusta el fútbol. El local estaba lleno, entré para ver si había sitio para los tres. No me dio tiempo y ya se había levantado un jordano para ponerme una silla. Le estaba explicando que eramos 3 y el hombre no sabía como hacernos sitio. Estaban todas las sillas y sofá ocupados. Y de repente aparece el jordano que nos ayudó a aparcar, me mira y dice: " el español". Me da la mano y empieza a mover a todo el mundo para sentarnos a los tres juntos. Me recomiendo que nos fumemos una shisha de manzana y disfrutamos del partido.
Cuando terminó el partido busco al jordano para pagar la shisha y me dice que no trabaja allí. Busca al dueño le pregunta y me dice que le de 5 JOD. Se despide de todos nosotros. Lo mismo que todos los hombres que estaban sentados a nuestro alrededor. Porque las únicas mujeres eran dos españolas y una guiri.