Salimos desde Madrid con Alitalia , a las 5.50 a.m., y tras unas casi tres horas de viaje aterrizamos en Roma. el vuelo lo compramos en el mes de abril y nos costó 530 euros, precio
bastante aceptable a pesar que comenzaba el 1 de julio (no temporada alta) y a cababa el 21
de julio.
Como la escala es de 7 horas decidimos dar un paseo por la citta eterna, así que salimos del aeropuerto , cogemos un bus que ida y vuelta sale por casi 10 euros, y tarda una hora en llegar a la estación Termini. En dos horas vamos paseando hasta la plaza de España, y luego fontana di Trevi , pasando por plaza Venezia.
El próximo vuelo sale sobre las 3.15, y hay que estar alertas porque la puerta de embarque está retirada, y cuando acuerdas es la hora de partir. Nos esperan unas 12 horas de vuelo hasta llegar a Tokyo.
Aterrizamos en Tokyo sobre las 10 de la mañana, al salir debemos pasar por una zona de control donde hay que entregar un papel relleno, que previamente nos dieron en el avión, pero que también se puede coger aquí. Aunque llegamos mucho, pero las colas son rápidas, aquí ya podemos ver por primera vez esa forma d e trabajar de los japoneses. Tras esto recogemos las maletas.
Hemos cambiado dinero, el precio del cambio no está mal en el aeropuerto, no mucho peor de lo que luego hemos visto en las calles de Tokyo.
Para llegar a tokyo hay varias formas, nosotros como nos alojamos cerca de Akhibahara y Ueno, cogemos el skyline 16 (20 euros aproximados por persona (2400 yenes)) que tiene su última parada en Ueno, allí nos bajamos y vamos andando al hotel, que en este caso es Super Hotel Akhihabara. Nada más salir a la calle nos comenzamos a impregnar de Japón,…y es que observamos algo diferente, auténtico.
El hotel está bien sobretodo por la situación, ya que las habitaciones son mínimas. Por otra parte no me ha gustado que en la parte d el comedor, aunque es verdad que para estar , está bien,..pero no se puede utilizar cocina, como mucho microondas.
El checkin es a las 3, así que nos esperamos un poco mientras nos asentamos y finalmente subimos la maleta. Salimos a dar una vuelta y vamos en primer lugar al mercado de Amayaco, que parece ser es un mercado de toda la vida, donde venden de todo un poco, y los vendedores igual que en cualquier mercadillo español gritan sus ofertas. Básicamente hay comida, pero también ropas, zapatos, bolsos ó maletas.
De ahí, decidimos ir al templo Sensoji y nos fuimos andando por la calle Asukoka, y después por otras más pequeñitas , donde se te hacia estar en un pueblo , con casas bajas, aparentemente muy rudimentarias. La verdad es que nos comienzan a impresionar los contrastes. Llegamos hasta el templo en cuestión de unos 35 minutos más o menos. Es el más venerado en Tokyo, y alrededor se ven muchas señoras con kimono, y hombres llevando a cabo sus ritos sintoístas.
Nos a cercamos al río sumida , desde donde salen unos barcos con pinta bastante futurista. Volvemos a la zona del templo y vemos algunos rincones antes no vistos, aparte nos quedamos a escuchar un concierto de música tradicional japonesa, donde tres chicos tocan instrumentos y dos chicas cantan. Son muy jóvenes, y allí se concentra un cierto número de personas , la mayoría japonesas.
Nos vamos después de un ratito , estamos agotados. Caminamos para el hotel, y antes de subir a la habitación damos una vuelta por akhihabara. Allí vemos las primeras chicas vestidas de sirvientas manga. Hay muchas, y están animando a entrar a algunos bares.
Entramos a uno de esos lugares donde pagas por acariciar gatos durante determinado tiempo,. Hay una serie de gatos por allí , y mientras tanto puedes tomar una bebida… creo que lo más barato eran unos 500 yenes, diez minutos.
Compramos alguna cosilla y nos vamos a dormir el agotamiento reconcentrado, ni jet lag ni nada de nada.
Bajamos a desayunar, desayuno muy japonés con algún detalle europeo, como los croissant y el pan,..no está mal, aunque faltan cositas.
La idea de hoy es bajar a Ginza y luego al mercado del pescado,..antes de eso hacemos un intento de alquilar bicicletas, intento fustrado, porque no es fácil. Hay unas que están en la calle y se abren con un código de seguridad (de la empresa docomo),..pero para poder hacerlo deben mandarte un sms al móvil al registrarte, que el nuestro no es compatible. Y ellos no saben como explicar otra forma, quizás solo hayan aprendido esa.
Desistimos de la idea y seguimos caminando hacia Ginza, pero antes de llegar nos desviamos hacia el mercado Tsukiji, que en realidad es una zona de calles alrededor de lo que antes era el mercado, que ahora se trasladó a Toyosu. Las callecitas tienen mucho ambiente y encanto, pero no nos detenemos mucho porque al final decidimos ir al verdadero mercado, que está andando a unos 40 minutos, .PENSAMOS MIENTRAS VAMOS QUE NOS HEMOS EQUIVOCADO, Y ES QUE ES MUY TARDe, y vamos Llegar a la hora de cerrar.
Cuando llegamos efectivamente está cerrado , aunque aún no es la hora, puesto que hemos leído que hasta las 2 p.m está abierto
Decidimos cambiar el rumbo, peor improvisamos al descubrir el monorail sin conductor, por lo que nos dirigimos a Odaiba, nos bajamos ,visitamos la zona de playa y allí hacemos una parada para tomar un café. Las vistas son muy chulas, recordando a Manhattan.
Nos hacemos unas fotos por ese paseo , con estatua de la libertad incluida..y nos volvemos a Ueno, para ver el parque, allí andamos durante una horita o asi, y nos gusta bastante, cn su templo incluido y un estanque donde se pueden alquilar barquitas con forma de cisne de colores. Es uno de entre otros pulmones de Tokyo. N nos da tiempo a ver el museo nacional que está dentro del parque , ya que cierra a las 5 p.m.
Tras este paseo pasamos a Yanaka, un barrio también muy tranquilo y acogedor. Ahí tenemos el cementerio que ocupa bastante espacio y se puede caminar entre sus calles. Tenemos básicamente enterramientos sintoístas, pero hemos llegado a ver algún ortodoxo también.
Volvemos a nuestro barrio y nos tomamos un café en una cafetería muy graciosa cerca del hotel excelsior de akhihabra. Las chicas van vestidas con esos trajes mangas de falditas cortas y hay una pantalla, donde al menos ese día, no paraban de salir grupos de niñas todas uniformadas cantando y bailando . En el bar lo que más abundan son hombres , sentados frente a esa pantalla, no hay mujeres,..sencillamente curioso y gracioso todo.
Cenamos esta noche en un barecito que está cerca de nuestro hotel que estuvo genial, barato ( unos 2100 yenes para dos) y súper amables las personas que lo regían .