Este año teníamos vacaciones la semana de fin de año.
Nos propusimos hacer un viaje en coche a una distancia asequible .
Tenemos un niño de 7 años, edad que nos parecía suficiente para visitar Futuroscope.
Alrededor de Poitiers no vimos nada que nos atrajera lo suficiente.
De modo que montamos el viaje con extension al Perigord.
Haremos 3 noches en Burdeos: hotel Ibis Bordeaux Lac reservado con booking 3 noches, 2 noches en Fururoscope Hotel Plaza reservado desde web de Futuroscope y 3 en Sarlat La Caneda también en el Ibis por booking.
Información de guias lonely planet en ruta por Francia (etapas 33, 35, 36 y 37) y Francia.
Todo a punto para ponernos en marcha
Y empezamos el viaje!
Nos despertamos a las 7 de la mañana, acabamos de coger 4 cosas y subimos al coche con todo cargado a las 8:15.
El gps marcaba 5 horas y media desde nuestro pueblo en la provincia de Girona hasta Burdeos.
Al cabo de una hora paramos a desayunar en el area de la Junquera.
Mucha gente empezaba vacaciones porque estaba llena y con colas para todo.
Comimos pan de coca con sobrasada y queso brie yo y T y un mini de queso y jamon dulce mi hijo.
Seguidamente cruzamos ya la frontera con Francia que nos recibió con vistas al Canigó nevado.
Hicimos todo el viaje de un tirón con una parada técnica de 10 minutos en una area de descanso, de modo que llegamos a Burdeos a las 14:45.
Decidimos alojarnos en el hotel Ibis Bordeaux Lac por precio económico y poder dejar el coche sin coste. Está situado a las afueras al lado del palacio de congresos en una zona llena de hoteles funcionales.
Por la hora que era y como queríamos aprovechar la tarde; comimos una hamburguesa en un Mcdonalds situado en la calle del hotel, hicimos el check in y una vez dejado todo nos fuimos a la parada de tramvía.
La parada de la linea C que lleva al centro está situada al lado del hotel.
Hay diferentes opciones de billete, miramos coste y nos decidimos por coger 10 viajes que se pueden usar con distintos pasajeros. Dentro del tranvía hay máquinas para validarlos, solo hay que acercar el cartón y va descontado los viajes.
Nos vajamos en la parada de Quinconces que está en el centro.
Cerca había un mercadillo de Navidad con atracciones para niños, puestos de venta de productos navideños y puestos de comida.
Dimos una vuelta , mi hijo se subió a un tiovivo tipico francés y nos sentamos en un puesto a merendar creps de Nutella y vino caliente
. Si caliente, sabe bastante a canela , es un poco provar lo que beben los locales, pero no nos acabó de convencer.
Nos dimos una vuelta por el centro de Burdeos , al ser sábado por la tarde había muchísima gente.
Mi hijo se deleitó en la tienda Lego.
Llegamos hasta la catedral pero ya estaba cerrada y nos parecio poco iluminada.
Nos montamos en una atraccion en forma de arbol navideño que habia cerca para acabar de hacer el turista del todo
.
Finalmente andamos hasta la place de la Bourse para coger el tranvía de vuelta.
Aprovechamos la espera viendo la plaza, pero está en obras la mitad del edificio y no estaba iluminado del todo.
Dejaremos la miroir d'eau para una visita diurna.
Entre coche y caminata quedamos bastante cansados, de modo que cenamos en el Hipopotamus de delante del hotel: yo un magret, T un entrecot y el niño unos fingers de pollo.
Comida de cadena correcta, pero nada del otro mundo.
Y nos fuimos a dormir esperando conocer mucho más mañana.
Nos despertamos a las 8:00, después de mirar por la ventana y ver que había una espesa niebla, decidimos vaguear un poco más.
Bajamos a desayunar a las 09:30, desayuno correcto muy francés: croissants, creppes, quesos franceses etc
Había mucha gente a esa hora de forma que se acababan cosas. Vimos franceses aprovisionando croissants y napolitanas como si no hubiera un mañana.
Salimos del hotel a las 10:30 hacia la Dune de Pilat en la costa atlántica.
Seguíamos con una espesa niebla, pero la previsión meteorológica presajiaba mejoría para más tarde.
Como somos optimistas, allí que fuimos (la previsión se equivocó)
Una hora más tarde llegamos al parquing de la Duna, cuesta 1 euro 2 horas.
Hay algunos puestecillos de venta de souvenirs y comida que pasamos de largo para dirigirnos a la duna.
Yo y mi hijo tuvimos la maravillosa idea de descalzarnos al llegar al inicio de la duna.
Error! Con la humedad de la arena era como andar sobre la nieve. Nos volvimos a calzar rápidamente.
La parte trasera de la duna es la más alta y posteriormente suaviza la altura hacia el mar.
Se sube por un camino hecho por la gente a copia de ir subiendo en la parte derecha de la duna.
Una vez arriba la gente se dispersa.
Se trata de la duna más alta de Europa con una altura de 110 metros.
Lástima de la niebla, en un dia claro la vista debe ser espectacular.
En momentos que escampaba un poco veias el bosque que la rodea.
Despues de estar un rato y viendo que no escamparia, bajamos y después de volver al coche nos dirigimos a Arcachon situado s unos 7 km.
Aparcamos en el parquing subterráneo del centro de Arcachon. Salimos a una plaza donde había mercado dominical, dimos una vuelta observando algunos puestos y la decoración navideña.
Entramos en el mercado cubierto donde venden sobretodo ostras y productos del mar en unos puestos y carnes en otros.
Queríamos comer en el Oyster bar pero había mucha cola. De modo que buscamos algun restaurante de ostras y acabamos en la Season 3 un par de calles más lejos.
Pedimos el completo con ostras, almejas, caracoles de mar, gambas y salmon y también un plato de embutido para que el niño comiera algo (no acababa de ver claro que comiera ostras y de hecho no le gustaron).
Comimos genial.
Al salir nos dimos una vuelta por el paseo maritimo, vimos un mercadillo navideño con patinadores sobre hielo y todo. La verdad es que seguía nublado y hacía mucho frío y dejamos el patinaje para otro día.
Mi hijo se subió a un carrusel que estava en el muelle.
Volvimos por la calle interior, vimos el casino, un edificio de los años 50 que parece un castillo y entramos en tiendas varias.
Arcachon es desde el siglo XIX un lugar de veraneo de la burguesía de Burdeos, tiene muchas casas de veraneo antiguas algunas mas arregladas que otras, muchas tiendas y bares y ambiente para pasear.
Compramos unas latas de sardinas en una tienda especializada en conservas (me hicieron gracia).
Y merendamos unos profiteroles espectaculares en les Dunes Blanches.
Ya de vuelta fuimos a le winery por recomendación de la guía, está a unos 20 minutos de Burdeos, tienen mas de 1000 vinos y hacen catas y otros eventos. Nos dimos una vuelta y compramos algunas botellas.
Volvimos al hotel, y jugamos un rato en el bar a juegos de mesa y nos dió pereza salir de forma que comimos en el restaurante del hotel Salmón y pollo, bastante flojo la verdad.