Hola a todos. Me llamo Monica, y os voy a contar nuestra experiencia en Egipto. Fuimos 4 chicas como viaje de fin de carrera con la idea de disfrutar de toda la historia que contienen estas tierras.
Escogimos una oferta llamada 'Giza 8 días' que se componía de 3 noches en El Cairo y 4 noches de crucero por el Nilo. Escogimos esta opción ya que teníamos referencias de que el crucero valía mucho más la pena que El Cairo, cosa que luego pudimos confirmar nosotras mismas. Fuimos del 15 al 22 de marzo del 2009.
Fuimos en la categoría A, y a pesar de ser la más baja, estuvimos bastante bien. El hotel que nos tocó en El Cairo fue el Cataract Pyramids Resort, de 5*, que en España se podría considerar como uno de 3* o de 4*. Estaba a las afueras de El Cairo, concretamente en la carretera de Sakkara, entre Giza y Menfis. Es un hotel bastante bonito por fuera, pero luego las habitaciones dejan mucho que desear. Mi mayor queja fueron los mosquitos. Suerte que cuando volvimos por segunda vez a El Cairo, este tema parece que estaba relativamente arreglado.
Y luego la motonave que nos tocó fue el Radamis I. Aquí sí que puedo afirmar que estuvimos la mar de agusto. Sin quejas.
Os dejo un mapa de Egipto para que os hagáis una idea más o menos de nuestro itinerario.
Y bueno, paso a relatar nuestro viaje a Egipto.
Nos reunimos las 4 en el aeropuerto de El Prat sobre las 12.30h. Facturamos las maletas, nos despedimos de nuestros familiares y embarcamos sin problemas. El vuelo salió a las 14.50h aprox, y llegamos a El Cairo a las 19.55h aprox. Volamos con Egyptair. Fue un vuelo sin incidencias, con comida relativamente buena, y además aprovechando que el avión iba bastante vacío, pudimos echarnos en asientos de 3 y pegarnos una buena siesta.
Cuando aterrizamos, nos encontramos con nuestro guía, Mustafa. Tras reunirnos con un pequeño grupo de españoles, nos dirigimos al control de pasaportes, donde nos hizo pagar el visado (34 eurazos, que luego nos dimos cuenta que en la pegatina pone solamente $15...), primera astillada.
Tras recoger las maletas, subimos al autocar que nos llevarían a nuestros respectivos hoteles. En el camino, el guía nos explicó sobre la excursión opcional del día siguiente, Menfis, para ver si estábamos interesadas. Primer chasco nada más llegar a Egipto: nos dimos cuenta que no podíamos hacerla, ya que al día siguiente teníamos que coger otro vuelo con dirección Luxor demasiado pronto, por lo que no teníamos ni siquiera opción a hacer esta excursión.
Tuvimos que pagarle al guía los 65€ de las entradas de las excursiones que teníamos ya incluidas, y 34€ de las propinas, tanto de los guías de El Cairo como de la motonave. Ese fue otro chasco, ya que en la agencia nos dijeron que las propinas eran 20€, pero no teníamos ningún papel escrito donde lo aclarara, con lo que tuvimos que pringar... Y obviamente, luego nosotras estábamos asustadas por si después en el barco nos volvieran a pedir propina...
En fin, después de todo esto, nos quedamos bastante PLOF.
Mientras dejábamos a otros españoles en un hotel precioso, nos pusimos a hablar con el conductor del autocar. Me hizo gracia porque el hombre nos preguntó si sabíamos hablar en inglés, y luego el que resultaba que no sabía inglés era él, ya que a nada que le preguntabas algo que se saliera de lo habitual, no lo entendía. Y no sólo ocurría con éste, en cualquier sitio pasaba igual.
Llegamos a nuestro hotel que, como he dicho, muy bonito por fuera, con una piscina preciosa... pero las habitaciones dejaban mucho que desear: pequeñas, y con un baño bastante cutre... me tenía que duchar incluso con las chanclas puestas. Además, estuvimos toda la noche peleándonos con los mosquitos.
Estábamos en régimen AD, con lo que cenamos cuatro cosillas que nos habíamos traido de casa en la misma habitación. Después, decidimos salir a dar una vuelta para ver los alrededores del hotel. La verdad es que fue un paseo bastante corto, ya que no hay gran cosa para ver. Había un pequeño río al lado, con varios puentecitos, y tras andar un trozo vimos un pequeño badulaque y una farmacia. Nos asustamos cuando vimos un grupo de hombres en una esquina, parecía que estaban esperando algo. Pasamos rápido, y por suerte no pasó nada. Después nos dimos cuenta que estaban esperando un autobús (muy curiosos los autobuses, que van todos apretujadísimos y además con la puerta abierta).
Volvimos al hotel sin hacer ninguna compra, dimos otra vuelta por dentro del hotel, nos duchamos y a dormir, que nos esperaba un largo día.
Nos despertamos con picaduras de mosquitos por todos sitios. Fuimos a desayunar deprisa, ya que habíamos quedado con el guía a las 8 en recepción. El desayuno bastante bien, buffet libre. Nos intentamos llenar bien porque no sabíamos cuando volveríamos a comer.
Llegamos a recepción todas felices para hacer nuestra primera excursión, y cual es nuestra sorpresa que el guía cuando nos ve llegar, nos pregunta por nuestras maletas. Y es que resulta que las teníamos que bajar ya porque teníamos que dejar la habitación. Digo yo que eso nos lo podría haber dicho el día anterior, pero en fin, así informan...
Vamos corriendo a la habitación para acabar de recoger las cosas, bajamos como podemos las maletas, ya que esta vez no tuvimos ayuda alguna, y llegamos a recepción con la lengua afuera y con el estómago todo revuelto ya. Además, para nuestro mayor desagrado, nos obligaron a dejar las maletas en recepción, a la vista de todo el mundo, para que a nuestra vuelta de la excursión las pudiéramos recoger e irnos pitando al aeropuerto.
Tras todo este jaleo, el tal Mustafa nos dejó con el guía que tendríamos ese día, Mohmad. Subimos al autocar, y nos dirigimos hacia Giza, para ver las pirámides y la esfinge. Las pirámides son increibles, te sientes como una enanita al lado.
Tras hacernos una breve explicación sobre las pirámides, nos dejó 1h y algo para hacernos fotos y dar una vuelta por allí. Se podía entrar dentro de las pirámides, pero nos habían dicho que no valía mucho la pena ya que no había gran cosa para ver, y como encima había que pagar aparte, lo dejamos estar. Nos limitamos a hacernos fotos con las pirámides, y a dar una vuelta por allí. Llegamos a una zona donde habían vendedores ambulantes de souvenirs. No sé como ocurrió, pero nos dividimos en 2, y a mi y a una amiga nos enganchó uno de los vendedores, diciendo que nos regalaba el típico pañuelo que llevan los moros en la cabeza. Nos lo puso, y nos quería hacer una foto con la pirámide de fondo. Nosotras como tontas accedimos... Mientras ocurría todo esto, el tío no paraba de hablar e intentando hacerse el gracioso para camelarnos. Tras esto, quería 'regalarnos' una pirámide a cada una, y nosotras alucinando. Obviamente, luego nos pedía pasta, y ahí viene la primera advertencia: cuidado cuando saques el monedero, porque a nada que ven un billete, y sobretodo si son euros, se vuelven como locos. Al final, intentamos regatear por primera vez, y nos salió la cosa por 5€ cada una...
Huimos del hombre este como pudimos, porque no paraba de intentar vendernos cosas, y nos pusimos a buscar a las otras dos chicas. Alucinamos cuando las vimos montadas en un camello con un pañuelo en la cabeza. Cuando nos acercamos, los demás hombres que había por allí nos atrajeron para que también subiéramos en un camello. Nos hizo gracia, y nosotras toda inocentes, les preguntamos que cuánto, y ellos: 'no pasa nada, no pasa nada..'. Esa es la frase clave para ellos. En fin, al final subimos sin haber puesto ningún precio antes. Nos dieron un paseo de 5 min escasos, nos hicieron algunas fotos con las pirámides de fondo y cuando bajamos, nos dimos cuenta que estábamos alejadas de la gente y de los polícias. Nos sentimos intimidadas a la hora de intentar regatear el precio, ya que seguíamos separadas (no es lo mismo estar 2 personas, que 4 juntas). Pedían 40€ cada una, y al final le pagamos 20€. Sí, es una gran astillada, y fue la mayor astillada de todo el viaje. Almenos después nos regalaron un escarabajito.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Días más tarde nos enteramos por unos que habían leído por internet sobre una mafía que hay con los camellos en la zona de las pirámides. Tarde nos enteramos...
Cuando volvimos al autocar, le contamos al guía lo que había ocurrido, y el tio se limitó a reir... En fin, son cosas que saben los guías pero no son capaces de avisar antes.
A continuación, fuimos a ver la esfinge. Realmente me la esperaba más grande, quizá me decepcionó un poco. La verdad es que ahí ya estabamos aún más plof que el día anterior, con lo que sólo nos hicimos un par de fotos con la esfinge y nos pusimos a esperar a los demás junto al guía.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después nos llevaron al Instituto de Papiros, donde venden papiros originales. Estuvo interesante la explicación sobre cómo realizaban los papiros, y luego ver cómo quedaban realmente. De mientras, nos dieron a probar 'agua de jamaica'; muy buena. Los precios allí de los papiros eran algo elevados, y me sorprendió porque, en un sitio oficial como ése, también se podía regatear. Al final nos fuimos de allí con las manos vacías.
Tras esto, algunos se iban a hacer la excursión opcional de Menfis y Sakkara, y otros, como nosotras, al aeropuerto para ir a Luxor. He de decir que aquí hubo una muy mala organización, ya que unos tenían las maletas en los hoteles, otros en el autocar, unos con el vuelo a Luxor a una hora, otros a otra. Y sólo por querer ahorrarse un viaje de autocar, nos llevaron a varios con vuelos a distintas horas al aeropuerto bastante antes de tiempo. Tuvimos que esperar como 2h y pico en el aeropuerto, comimos allí en una cafetería donde también nos astillaron, y cogimos el vuelo a las 16.45h con destino Luxor.
Llegamos sobre las 17.55h aprox., recogimos las maletas y nos reunimos con un nuevo guía. Nos juntamos con más españoles, y nos metimos en el autocar para ir hacia el río donde estaban todas las motonaves esperando.
Las primeras motonaves que vimos se veían de super lujo, pero a medida que el autocar iba avanzando por la carretera, veíamos como iban bajando de categoría los barcos. Nosotras ya esperándonos lo peor, algo así como una faluca para acabar de rematar el viaje, jeje. Tras una larga espera, por fin paramos delante de una motonave que tenía bastante buena pinta. Nos bajamos sorprendidas por la aparente suerte que habíamos tenido. Pero como ya era de extrañar tan buena suerte, nos dijo el guía que había que cruzar a otro barco, y a otro, y a otro... Así cruzamos hasta 5 barcos para llegar al nuestro, el Radamis I.
Se veía normalito. Nos llevaron al pub/discoteca del barco, donde nos ofrecieron unos zumos, ¡gratis! Por poco no los cogemos pensando que había que pagar, y el pobre camarero diciendo, zumos de bienvenida, gratis, gratis, jeje.
Nos asignaron nuestras habitaciones, no sin antes avisar que no queríamos estar al lado de los motores, que ya lo veíamos venir... Al final nos tocó en la planta de arriba.
Las habitaciones estaban muy muy bien, y por lo menos, ¡con un baño en condiciones! Al cabo de un rato, bajamos a cenar con un hambre feroz (aclarar que en el crucero teníamos Pensión Completa). Había buffet libre, y nos pusimos las botas. Parecía que no habíamos comido en condiciones en días, jeje. Nos pusieron en una mesa de 11 personas, pero sólo estábamos nosotras. Un poco intimidadas, porque además era una mesa que estaba en el centro del comedor, cenamos. Comentando que no sabíamos a qué hora teníamos que estar en recepción al día siguiente, nos escuchó casualmente nuestro guía, Mohamed.
Después de ducharnos a gusto, nos dispusimos a dormir ya que teníamos que estar listas a las 8h de nuevo en recepción.