Después de mucho esperar, cansados y con sueño, hemos llegado a Nairobi.
De Barcelona tuvimos que ir a Madrid como viene siendo habitual si quieres salir de Europa, con la correspondiente espera de 4 horas entre vuelo y vuelo. El avión se retrasó 2h en Madrid ya son 6 de espera) y después, ya en el aeropuerto de Nairobi hemos tenido que esperar otra hora en el avión para que nos remolcaran con un tractor. Total, que hemos llegado 3 horas más tarde de lo previsto, aunque toda espera merece la pena para poder disfrutar de nuestras aventuras por África.
El hotel de Nairobi es el The Holiday Inn Nairobi Mayfair Court Hotel, está bastante bien, las habitaciones se encuentran extendidas entre unos jardines muy verdes, no parece que estemos en la ciudad sino mas bien en medio de la selva tropical, ya que la vegetación es exuberante.
Después de comer y echarnos una pequeña siesta para reponer fuerzas, quedamos un grupo de gente y cogemos unos taxis para ir a la casa de Karen Blixen y después al Langata giraffe centre. Me alegro de haber visto recientemente la película de Memorias de África, ha estado bien recordar algunas de las escenas que se grabaron en esa casa. Pero mucho mas divertida es la visita al Langata giraffe centre, ya que te dejan dar de comer a las jirafas directamente de la palma de la mano.
La visita al centro de la ciudad la tenemos que dejar para el día que regresemos después del safari ya que es tarde, no queremos movernos de noche y estamos agotados… así que optamos por regresar al hotel a cenar y a la camita!!!
A las 5:45h estamos en pie y a las 7 comienza nuestro safari. En el camión vamos 8 personas más el conductor-guía que se llama Kennedy y nos acompañará en todo el viaje. La verdad es que hemos tenido suerte con el grupo, somos 3 parejas y un padre con su hija adolescente que van con el resto de su familia en otro camión porque no caben todos.
El camino hacia Samburu no se ha hecho nada largo a pesar de que eran 5 horas y media pero viendo los pueblos, el paisaje, la gente que pasa por la carretera y charlando con el resto del grupo se ha hecho muy ameno. Una de las cosas más típicas de Kenya es que la gente hace la vida alrededor de la carretera, es todo un espectáculo de sonidos, olores, colores….me empiezo a enamorar de África!!!
Llegamos a las 2 de la tarde al Samburu Lodge, que nos impresiona positivamente, ya que el paisaje es espectacular, la habitación está en primera línea al río Ewaso. Hemos comido y a las 4 comenzaba el safari por el parque. Hemos visto sobretodo impalas, pero también animales menos comunes como dik-diks, cebras de Grevy. Oryx, jirafas reticuladas, gacelas de Grant y de Thomson, etc. Aunque lo que más me ha impresionado ha sido la familia de elefantes que nos ha pasado pegadita a nuestro camión, así como las jirafas, que aunque había visto muchas el día anterior en Nairobi es mucho más impresionante cuando están en plena libertad y tan cerca de nosotros. Sin mencionar el paisaje…decidido ¡¡¡ya estoy enamorada de África!!!
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Finalmente y con el vello de punta de la emoción por nuestro primer safari del viaje, volvemos al lodge para ver como dan de comer a los cocodrilos del río Ewaso. Después cenamos y nos vamos a la habitación ya que estamos agotados, pero nos quedamos un rato viendo la otra orilla del río desde nuestra terraza y sorprendentemente vemos un leopardo, un hipopótamo y varios cocodrilos allí, a pocos metros de nuestra cama.
Nuestra primera noche en el safari es mágica, hay muchísimas estrellas y me acuesto con el murmullo de las aguas del Ewaso de fondo… sin duda el mejor antídoto contra el estrés.
Nos hemos levantado a las 6h para comenzar nuestro safari. No hemos conseguido volver a ver leopardos, pero sí una manada enorme de elefantes, antílopes de todas clases, búfalos, etc. Me he quedado con las ganas de visitar el poblado Samburu porque la mayoría no quería, les parecía muy caro y preferían esperarse a ver el poblado masai. Después hemos recogido nuestras maletas y nos hemos ido dirección Parque Nacional Los Aberdares, nuestro próximo destino. El trayecto se ha hecho eterno, ya que por el norte llueve más y estaban todos los caminos completamente intransitables. Nuestro guía Kennedy ha intentado tomar un atajo pero casi nos quedamos atrapados en el barro y hemos tenido que retroceder y pasar por otro camino mucho más largo pero mejor. A las 2 de la tarde hemos llegado por fin al campamento central de Aberdares donde hemos comido rápidamente, hemos dejado las maletas allí y nos hemos llevado solo una bolsita con una muda para pasar una noche. A las 14:30 salía el bus para llevarnos al The Ark, un hotel-mirador construido de madera en lo alto de una montaña. Por el camino un paisaje precioso salpicado de pequeñas aldeas con niños descalzos caminado por el barro, pero todos con una sonrisa en los labios.
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Parece Galicia o el País Vasco, todo muy verde, muy húmedo y con mucha vegetación. Increíble en pocas horas el cambio de paisaje… y yo que antes de prepararme este viaje pensaba que toda Kenya era seca, típico paisaje de la sabana africana, no?
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El hotel una pasada, el bus te deja unos metros antes y tienes que llegar caminando por unas pasarelas hechas de madera.
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Tiene unas hermosas vistas al lago al que los animales se van acercando y puedes verlos desde los ventanales. Además tiene un mirador escondido a nivel de tierra para poder observar mejor a los animales. Nosotros nos pasamos allí hasta bien entrada la madrugada pero no conseguimos ver rinocerontes ni leopardos que dicen que son los mas difíciles de divisar. Aunque sí vemos búfalos, elefantes, jabalís, una hiena y un gato de Algalia. Nos vamos a dormir con la esperanza de que suene el timbre a lo largo de la noche para avisarnos que se acerca un rinoceronte o un leopardo, pero nos despertamos a la mañana siguiente bien descansados.