Este ha sido un día un poco triste aunque especial, ya que era nuestro último día completo en Zanzíbar. Nos hemos pasado el día en el hotel, de la playa a la piscina, de la piscina al bar, etc. Dando un paseo hemos llegado al poblado de al lado del hotel a ver que cosas vendían. Hemos comprado un cuadro de 2 masais saltando a uno que los estaba pintando allí mismo y nos lo ha dedicado. Caminando por la arena hemos podido ver otros hoteles probablemente más lujosos que el nuestro pero estaban todos vacíos, no había casi nadie. En cambio el Kiwengwa tiene mucho ambiente, con los poblados al lado y un montón de gente en la playa para venderte de todo. Aunque se hacen un poco pesados por venderte algo son gente muy maja y agradable.

Cuando hemos vuelto al hotel han empezado un partido de fútbol los españoles (nosotros) contra los beach boys y algún masai, ha sido divertido aunque hemos perdido.
Al finalizar el partido nos hemos ido todos a comer al buffet del hotel. Después de comer he ido a ver a la Pepa, una mujer que se dedica ha hacer trencitas y tatuajes de henna. La pobre llevaba toda la semana llamándome para que me hiciera un tatuaje y le dije que me lo haría el último día, no puedo romper mi palabra, así que me ha hecho en el pie uno muy chulo por 5 dólares. Después hemos comprado en la tienda del masai Bonifacio unas pulseras porque la verdad es que hemos pasado muy buenos ratos charlando con él toda la semana y se lo merecía.
Así hemos ido pasando la tarde hasta la hora de cenar que teníamos cena romántica en el Pontile, el restaurante de la playa que después es la discoteca.

Es una cena que nos invitaba el hotel a todas las parejas que estábamos de luna de miel, aunque nosotros llevamos un año casados tenemos la suerte que en nuestra agencia de viajes siempre nos ponen como recién casados y la verdad siempre recibimos algún detalle del hotel.
La cena consistía en marisco de todo tipo, vino, pastel, música chill out y un ambiente muy romántico, pero en cuanto hemos acabado nos hemos ido a la playa a despedirnos de Karembeu y Chiquito que organizaban una fiesta de despedida con cantantes africanos y todo. Allí hemos pasado el rato despidiéndonos de todo el mundo, de los masais, de los beach boys y de toda la gente que hemos conocido. La verdad es que daba mucha pena la despedida porque en este viaje hemos tenido mucho contacto con la gente del lugar. Me ha sorprendido África, sus paisajes y sobretodo su gente. Nunca había estado tan a gusto charlando con la gente del lugar. África engancha!!!!