En nuestro viaje de 17 días por Tailandia tuvimos ocasión de ver templos, ciudades, selva, animales, playas... y hacernos una muy buena idea del país. Debido a la falta de tiempo y a las inundaciones del año pasado, se nos quedaron muchas cosas en el tintero. Pero esto es inevitable y a la vez recomendable, porque en países tan fascinantes siempre deben quedar motivos para volver.
Hemos intentado reunir en este diario toda la información que nos tocó buscar en su día. Podríamos contaros mil batallitas y curiosidades sobre Tailandia, pero creemos que es mejor que cada uno los descubra por sí mismo, ¡que no es plan de romper la magia! Intentaremos que el diario sea lo más práctico posible para que os sirva de consulta si estáis organizando vuestro viaje.
Datos prácticos:
- 1 € = 42 bahts
- Época = noviembre de 2011 (temporada alta)
- Tipo de viaje = pareja joven. Lo hicimos todo por libre pero con algunas cosas ya reservadas desde España.
Vuelo directo Madrid - Bangkok con Thai Airlines. Precio aproximado: 600 euros.
Repartimos los días de la siguiente manera:
Nada más llegar al aeropuerto de Bangkok, cogimos un vuelo interno a Sukhothai con Bangkok Airlines por unos 50 euros. Decidimos dejar la capital para el final para dar más tiempo a que mejorasen las inundaciones y también para no cargar con las compras todo el viaje. A Sukhothai se puede ir en tren desde Bangkok, que es más barato, pero nosotros preferimos ganar tiempo. Además así nos evitábamos posibles problemas en la carretera.
El aeropuerto de Sukhothai es enano, pero una monada. La única forma que encontramos para llegar a la ciudad fueron unas minifurgonetas por 180 bahts/persona, no había taxis. No tienen pérdida, están en la única puerta de salida y te lo ofrecen en cuanto te ven.
Sukhothai se divide en dos: el nuevo y el viejo. Decidimos alojarnos en el nuevo porque tiene un mercadillo nocturno y algo más de vida. En el viejo básicamente está el parque histórico al que iríamos al día siguiente. Ambos están muy bien comunicados.
Dormimos en el Garden House por 360 bahts la habitación doble en una cabaña con baño y aire acondicionado. Sin grandes pretensiones, pero correcto para pasar una noche. Además está en el centro, justo al lado de un Seven Eleven, restaurantes y la parada de autobús para llegar a los templos del viejo Sukhothai.
A la mañana siguiente cogemos el autobús al viejo Sukhothai enfrente del Seven Eleven (30 bahts/persona). En realidad no es un autobús, sino una especie de camioneta abierta por la parte de atrás. Vamos a primera hora de la mañana (los templos abren sobre las 7:00) para no encontrarnos muchos turistas. Estas camionetas pasan cada media hora más o menos.
La entrada al parque histórico son 110 bahts/persona y alquilamos unas bicis justo enfrente por 30 bahts/persona, muy recomendable para hacer más llevadera la caminata. El parque es precioso, os lo recomiendo totalmente. Y, si es posible, mejor a primera hora porque estaréis solos y aún no hace mucho calor. Se puede ver en unas 3 o 4 horas.
Como veis en este mapa, la entrada básica incluye el recinto principal. Nosotros nos arrepentimos de no pagar la diferencia para ver los templos de fuera porque después nos enteramos de que hay un budha grande muy bonito, el que siempre sale en las postales. Pero bueno, si andáis justos de tiempo, el recinto principal es más que suficiente para llevarse un buen sabor de boca.
Cogemos la camioneta de vuelta al nuevo Sukhothai y desde el hostal tomamos un tuk-tuk a la estación de autobuses. Allí compramos los billetes para Chiang Mai (218 bahts/persona con aire acondicionado). Concretamente cogimos el autobús de las 14:30, pero había mucha variedad de horarios. Tardamos unas 4 horas en llegar a Chiang Mai.
Llegamos a la estación de autobuses de Chiang Mai por la tarde y cogimos un taxi rojo al hotel. Dato importante nada más llegar: los
taxis rojos son los más baratos, con el único inconveniente de que se sube más gente, pero ese es precisamente su encanto. No son los típicos coches, sino camionetas abiertas por la parte de detrás. Si no recuerdo mal, tienen un precio fijo de 40 bahts en ciudad y salen más baratos que los tuk-tuk. Desde la estación nos costó 60. Estuvimos en Chiang Mai cuatro días completos.
Elegimos el hotel
Chiang Mai Plaza que ya llevábamos reservado desde España por unos 35 euros la noche en habitación doble. La cama muy grande y el hotel muy cómodo, incluye desayuno aunque poco variado. La principal ventaja de este hotel es que está al lado del bazar nocturno, que es la parte de la ciudad más animada (y no el centro que está dentro de las murallas). Como las excursiones te llevan y te traen del hotel, nos resultó muy cómoda la ubicación. En esta zona hay una gran oferta hotelera, así que podéis plantaros allí y elegir el que más os guste. Os dejamos una imagen de la habitación para que os hagáis una idea. De la entrada y recepción del hotel hay fotos en Internet.
En Chiang Mai el que se aburre es porque quiere. El
bazar nocturno es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, con un montón de puestos de comida, ropa y artilugios, y empresas de excursiones, masajes y sastres. Nosotros terminamos en el bazar nocturno noche sí y noche también. Con el tiempo nos dimos cuenta de que aquí los precios son más baratos que en la zona de playa, así que os recomendamos aprovechar para comprar y regatear (normalmente entre 1/2 y 1/3 del valor inicial). Muy interesante una zona del bazar donde pagas por un ticket y te lo gastas en el puesto de comida que te apetezca. Para un masaje con una atención más personalizada y en un sitio un poco más especial, recomendamos el Let's Relax, en la misma calle del bazar, cerca del McDonald's. No tiene pérdida: hace esquina y tiene dos plantas.
En cuanto a dónde comer en Chiang Mai, en general se puede comer bien y barato en muchos sitios del mercado nocturno. Además de eso, os recomendamos un par de restaurantes que nos gustaron mucho:
Just Khao Soi, muy cerca del Chiang Mai Plaza y, como su nombre indica, especializado en khao soi, un plato típico de Chiang Mai. Se trata de una sopa de noodles a la que vas añadiendo ingredientes al gusto. Con la gracia de que te ponen un delantal y que los ingredientes te los sirven en una especie de paleta de pintor. La comida para dos personas, con bebida y postre, nos costó 400 bahts.
En el margen del río Ping hay un par de restaurantes muy majos:
Good View y
Riverside, algo diferente a la zona del bazar y donde además tocan música en directo. Una cena para dos, con bebida incluida, nos costó 600 bahts. La música termina hacia las 00:00 y está alejado del bazar nocturno y el centro, pero se llega enseguida en tuk-tuk por unos 60 bahts. No dejéis de ir.