Nuestro último día amaneció con un sol espléndido que no duraría, por lo que después de desayunar nuestras últimas reservas, volvimos al Moscow City a ver los rascacielos, esta vez con luz, ahora que ya sabíamos como llegar en metro.
Nuevas fotos de las vistas, y vuelta al metro para ir hasta el VDNJ, el Centro Panruso de Exposiciones. Ya cuando nos bajamos del metro el sol se había ocultado. Nada más salir de la estación, pudimos ver el monumento a los astronautas rusos, una gran escultura de un cohete despegando.
Cruzando la calle se llega al parque de atracciones que es hoy el VDNJ, en tiempos, una feria de exposiciones de los logros económicos y científicos de la URSS. Aparte de los pabellones que representan a las naciones que formaron parte de la órbita soviética, hay multitud de esculturas de clara estética soviética, como la Fuente de las Naciones, el conductor y la koljosiana del arco de la entrada, y sobre todo la famosa escultura Proletario y Koljosiana de Vera Mujina, que en 1939 decoró el pabellón soviético de la Exposición Universal de París.
Visto el VDNJ, y con el día un tanto tonto, nos fuimos al centro, y comimos en un un My – My de la calle Arbat. Nuestro objetivo ya era pasear por lo que habíamos visto para despedirnos de esta ciudad maravillosa, pues pensamos que ya no merecía la pena correr para ver lo que dejamos al otro lado del río (la galería Tretiakov, el parque Gorki…). Así que, paseo por la calle Arbat, Manezaya, Teatralnaya, los jardines Alexandrovsky y adiós a San Basilio, que nuestro avión salía muy temprano por la mañana.
Es inevitable viajar a Rusia con algo de miedo, y más a Moscú, habiendo sido el centro de la Guerra Fría. La cantidad de papeles que nos piden para entrar y el control sobre los mismos no ayuda, pero una vez allí, la imagen gris y soviética que tenemos de Moscú desaparece. Una inmensa ciudad plagada de sorpresas, joyas arquitectónicas y artísticas que nos ha calado muy hondo, a pesar de estar tomada por el ejército. Sí que es cierto que algunas calles o barrios están formados por bloques de pisos grises e idénticos de la época comunista, pero, eso hoy forma parte de la idiosincrasia de Moscú, una ciudad que nadie debería perderse. Ahora sin más, lo que vimos y lo que nos pareció:
Plaza Roja No la pisamos, pero sí pudimos verla desde fuera, un inmenso espacio diáfano, que es todo un icono de la ciudad. Por cierto, su nombre no tiene nada que ver con el Comunismo, es el que ya tenía en la Edad Media...
Almacenes GUM El edificio es bonito, y es muy agradable para dar un paseo, aunque no compremos nada…
Catedral de Kazan Muy bonita, aunque sea una reconstrucción moderna.
Catedral de San Basilio Sin ninguna duda el edificio más singular y bello de Moscú, todo un símbolo de la ciudad y de toda Rusia. Imprescindible.
Plaza de las catedrales del Kremlin Imprescindible, símbolo de la historia rusa.
Armería Entrenida, aunque demasiado cara.
Jardines Alexandrovsky Muy agradables para pasear.
Plaza del Manege Otra plaza muy agradable.
Teatralnaya Una lástima no ver el teatro Bolshoi.
Galería Pushkin Demasiadas copias para mi gusto, aunque la sección impresionista es magnífica.
Catedral de Cristo Salvador Su exterior impresiona por su tamaño, su interior es muy bonito, y además es gratis.
Calle Arbat La calle más animada de Moscú
Tverskaya No tiene gran cosa.
Monasterio de Novodevichi El complejo es bonito, pero no paguéis la entrada, no merece la pena. Su cementerio es cuanto menos curioso...
Mercadillo de Izmailovo Muy pintoresco.
Kolomenskoye Un parque agradable con algunos edificios interesantes.
Tsarítsino Otro parque muy agradable, con palacios, lagos…
Colinas de los Gorriones No vimos vista alguna de Moscú, pero el edificio de la Universidad es impresionante.
VDNJ No me pareció que tuviera demasiado interés.
Metro de Moscú Una joya imprescindible
Nuevas fotos de las vistas, y vuelta al metro para ir hasta el VDNJ, el Centro Panruso de Exposiciones. Ya cuando nos bajamos del metro el sol se había ocultado. Nada más salir de la estación, pudimos ver el monumento a los astronautas rusos, una gran escultura de un cohete despegando.
Cruzando la calle se llega al parque de atracciones que es hoy el VDNJ, en tiempos, una feria de exposiciones de los logros económicos y científicos de la URSS. Aparte de los pabellones que representan a las naciones que formaron parte de la órbita soviética, hay multitud de esculturas de clara estética soviética, como la Fuente de las Naciones, el conductor y la koljosiana del arco de la entrada, y sobre todo la famosa escultura Proletario y Koljosiana de Vera Mujina, que en 1939 decoró el pabellón soviético de la Exposición Universal de París.
Visto el VDNJ, y con el día un tanto tonto, nos fuimos al centro, y comimos en un un My – My de la calle Arbat. Nuestro objetivo ya era pasear por lo que habíamos visto para despedirnos de esta ciudad maravillosa, pues pensamos que ya no merecía la pena correr para ver lo que dejamos al otro lado del río (la galería Tretiakov, el parque Gorki…). Así que, paseo por la calle Arbat, Manezaya, Teatralnaya, los jardines Alexandrovsky y adiós a San Basilio, que nuestro avión salía muy temprano por la mañana.
Es inevitable viajar a Rusia con algo de miedo, y más a Moscú, habiendo sido el centro de la Guerra Fría. La cantidad de papeles que nos piden para entrar y el control sobre los mismos no ayuda, pero una vez allí, la imagen gris y soviética que tenemos de Moscú desaparece. Una inmensa ciudad plagada de sorpresas, joyas arquitectónicas y artísticas que nos ha calado muy hondo, a pesar de estar tomada por el ejército. Sí que es cierto que algunas calles o barrios están formados por bloques de pisos grises e idénticos de la época comunista, pero, eso hoy forma parte de la idiosincrasia de Moscú, una ciudad que nadie debería perderse. Ahora sin más, lo que vimos y lo que nos pareció:
Plaza Roja
Almacenes GUM
Catedral de Kazan
Catedral de San Basilio
Plaza de las catedrales del Kremlin
Armería
Jardines Alexandrovsky
Plaza del Manege
Teatralnaya
Galería Pushkin
Catedral de Cristo Salvador
Calle Arbat
Tverskaya
Monasterio de Novodevichi
Mercadillo de Izmailovo
Kolomenskoye
Tsarítsino
Colinas de los Gorriones
VDNJ
Metro de Moscú