Después de desayunar en el hotel nos dirigimos a la estación central de trenes (Krakow Glowny), nos informamos donde coger el tren de cercanías para ir a Wieliczka Rynek-Kopalnia (bajar final de trayecto) que es donde están las minas de sal. Este tren al ser de cercanías sale cada 20’, el trayecto de la estación a las minas es de 25’ aproximadamente y el precio del billete i/v 4 €. al cambio. Los billetes se pueden comprar al revisor dentro del tren. Cuando llegas a la estación tienes que andar 1 km aproximadamente para llegar a las minas, todo está bien indicado y no hay pérdidas.
Al ser sábado Santo las minas no habrían por la tarde y las entradas para el recorrido con guía español estaban agotadas, decidimos agruparnos al circuito con guía italiano. Precio entradas para dos personas con cámara fotográfica 40 €. El circuito dura 3 horas aproximadamente. Para evitar colas en las ventanillas, recomiendo comprar las entradas por internet con tiempo. (www.laminadesalwieliczka.es) Esta excursión me pareció muy interesante por lo grandiosas que son estas minas y lo bien cuidadas que están, además, se pueden ver esculturas de sal y capillas dentro de la mina.
Como la visita de la mina la teníamos para las 1:30 PM, fuimos al pueblo que está a 100 m. y pudimos ver la bendición de la Pascua en la plaza de la iglesia. Es típico ir todas las personas con cestas engalanadas con pañuelos blancos y puntillas con huevos de chocolate, golosinas y comida para la merienda. Es todo un ritual que disfrutan tanto niños como mayores.
Después de la visita a las minas de sal cogimos el tren de vuelta a Cracovia. Nos dirigimos a la Plaza Mayor para ver el mercado medieval, donde vendían todo tipo de productos de la zona, cenamos y degustamos algunos dulces típicos de Polonia y luego al hotel.