Amanece en uno de los castillos más espectaculares del valle del Loira, tanto por su diseño, pues está construido sobre el rio Cher, como por la impronta que en sus aposentos, construcción y jardines dejaron mujeres como Catalina de Medicis o Diana de Poitiers, y que le ha valido el sobre-nombre del Castillo de las mujeres. Aquí hay que dejarse llevar por el disfrute de los sentidos.
Tras el almuerzo, pusimos rumbo a Amboise donde se encuentra el Clos Luce, residencia de Leonardo da Vinci y donde no solo se puede admirar los inventos de este gran genio sino también disfrutarlos en su magníficos jardines, lo cual hizo las delicias de mis hijos, que no dudaron por un momento en utilizarlos.
Estamos cansados, así pues decidimos pernoctar en un área del camping de Amboise, al otro lado del río. Descansamos y para cenar nos dirigimos a dar un paseo tranquilo y nocturno a Amboise. Mereció la pena las vistas, el cruzar el puente y sobretodo la visita.