Nos despertamos a las 07:00 y nos fuimos a desayunar (batidos, tortitas mexicanas, tortillas, fruta...
De camino habíamos ido viendo las higuanas que deambulaban por el hotel.
Habíamos quedado sobre las 09:00 para la reunión sobre las excursiones, pero como era pronto dimos una vuelta para conocer el hotel.
Mientras hablábamos decidimos no acudir e intentar hacerlo por nuestra cuenta. Preguntamos a un camarero sobre algún taxista de confianza y nos dijo que iba a ponernos en contacto con un conocido suyo. No lo vimos claro y fuimos a recepción a preguntar y nos comentaron que en la puerta del hotel habían varios taxis que suelen trabajar con el complejo y que son de confianza, que cuando llegásemos a un acuerdo con uno de ellos apuntasemos la matrícula y se la diesemos a algún recepcionista.
Salimos y hablamos con un taxista al que le comentamos lo que queríamos hacer ese día y llegamos a un acuerdo económico. 120$ por llevarnos a Chichén Itzá, un cenote y Cobá.
Fuimos a coger lo necesario a la habitación y volvimos al taxi para poner rumbo al primer destino, Chichén Itzá. Tardamos en llegar unas dos horas y media. Llegamos sobre las 11:30, compramos las entradas y accedimos al recinto. Nada más entrar podemos ver la famosa pirámide.
Algo que te deja
En mitad de una foto comienza el diluvio universal que dura unos cinco minutos pero que nos deja completamente empapados.
No pasa nada, hace calor igualmente. Seguimos para ver el cenote sagrado.
Tras haber visto y revisto todo el recinto salimos fuera y nos vamos con el taxista a comer a un restaurante típico que él nos recomendó. Comimos comida típica mexicana y tras casi morir al probar el picante (risas del taxista incluidas) nos fuimos en dirección al cenote Ik-Kil el cual estaba cerca.
Pagamos las entradas, entramos y nos quedamos impresionados.
Era precioso. Cenote a cielo abierto, de agua azul oscuro, peces nadando, y lianas colgando. Además en un lateral habían unas escaleras desde donde la gente se tiraba al agua. Por supuesto nosotros también nos lanzamos desde lo alto.
Estuvimos un rato disfrutándolo y nos fuimos dirección Cobá.
Pasamos por Valladolid parando para ver desde fuera su iglesia.
Llegamos a Cobá sobre las 16:00. Pagamos las entradas y entramos. Comenzamos la ruta por un sendero a través de la selva hasta que se va abriendo un claro y aparece la pirámide de piedra.
Espectacular también. Esta si permitía la subida. Desde lo alto colgaba una cuerda que servía de ayuda para la subida. Tras subir los 120 escalones llegamos arriba y contemplamos las vistas
Después toca bajar y salimos haciendo el camino inverso. A mitad de camino nos encontramos una tortuga.
Salimos fuera y nos vamos en dirección de vuelta al hotel. Le comentamos al taxista que nos hubiera gustado ver monos y nos lleva a una de las típicas casas Mayas donde venden hamacas. Llama a un niño de unos 14 años que parece ser conocía y le pregunta si todavía tiene la mona, le contesta que sí y entonces el taxista le pide que nos la enseñe. Nos lleva a la parte trasera de la casa y ahí la tenía. Nos sorprende ver que este chico tiene una mona como mascota. Nada más vernos el animal se sube encima de nosotros y nos abraza. Una sensación muy chula pero que analizada daba pena ya que el animal no estaba donde debía estar. Cuando nos íbamos a ir, la mona no quería bajarse de los brazos de mi novia e intenté sin éxito cogerla para dejarla en el suelo. Lo único que conseguí es que me enseñase los dientes
Llegamos al hotel para ducharnos, cenar, tomar alguna copita y dormir.
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