La diminuta isla Namua está a menos de 10 minutos en barco de la costa sureste de Upolu. Es una isla deshabitada que tiene un puñado de fales básicos donde se puede pasar la noche, o el día. Parecía que una buena noche de sueño había sido suficiente para evitar una visita al hospital de Apia, así que seguiríamos con nuestros planes y pasaríamos el día, o por lo menos la mañana, en Namua. Era domingo, y los domingos el Tafua Beach Fales ofrece una comida tradicional samoana a sus huéspedes gratis, para que puedan probar el tradicional festín que los locales se pegan todos los domingos: cochinillo asado, pulpo, palusami, oka, papaya… Era muy tentador, pero significaba volver de Namua antes de lo previsto, porque el plan era comer y pasar el día en la isla. Dio la casualidad de que nos habíamos quedado sin efectivo y, a pesar de lo que nos habían dicho un par de días antes en el hotel de Savai’i, en Lalomanu no había ni un solo cajero, así que si queríamos sacar dinero teníamos que volver a Apia. Era una putada porque al día siguiente teníamos que volver a Apia de todas formas, pero sin efectivo no íbamos a poder visitar ninguna de las atracciones por el camino, incluyendo la famosa To Sua Ocean Trench. Con mucha rabia por no haberlo planificado un poco mejor, decidimos pasar la mañana en Namua, volver a comer al hotel y luego conducir hasta Apia en busca de un cajero. Nos lo tomaríamos como una ruta escénica por Upolu…
Llegar a Namua es fácil pero algo caro. El barco sale del pequeño pueblo de Mutiatele, muy cerquita de Lalomanu. Hay un pequeño parking donde te cobran 10T por dejar el coche mientras estás en la isla, y desde ahí mismo llaman al barco para que venga a por ti. La isla está muy cerca, de hecho desde el parking se ve el barco y los fales, y el guía del kayak del día anterior nos había dicho que en marea baja se puede ir andando, aunque no sé si será para tanto. El barco cuesta 40T por persona, y te da derecho a usar los fales de la playa. Durante el corto trayecto hasta la isla se pueden ver tortugas, y es que Namua es uno de los mejores sitios de Samoa para verlas.
Acercándonos a Namua Island
La islita es preciosa. La playa es pequeña pero tan fotogénica (y con solo media docena de personas) que te da igual. Nos hizo un día espléndido y disfrutamos mucho el rato que pasamos allí, tanto que si lo llegamos a saber nos hubiéramos quedado a dormir allí esa noche en lugar de en el Taufua… No hay restaurante ni bar ni electricidad, y la familia que opera los fales no se queda a pasar la noche, así que si duermes allí estás completamente solo (bueno, con los otros valientes que duerman allí esa noche). Solo hay unos baños, que estaban mejor que los del Taufua. Los chavales que operan el barco están allí todo el día para cruzar a quien lo pida, cuando lo pida. Y también preparan la comida, si quieres comer allí (15T). Hicimos mucho snorkel, y vimos una tortuga, un ballesta titán gigantesco (y afortunadamente nada agresivo), una solitaria y muy hermosa barracuda, un largo pez trompeta, y muchos pececillos pequeños. El coral no era gran cosa pero había montones de bichos, y nos gustó mucho.
Namua Island
Con algo de pena por irnos tan pronto, pedimos a los chavales que nos llevaran de vuelta a Upolu. Volvimos a comer al hotel, y la verdad es que el festín dominical estaba muy bueno, y muy abundante, sobre todo teniendo en cuenta que era gratis! Le explicamos al encargado nuestro problema con el efectivo y nos ofreció hacer un cash out, que es básicamente hacerte un cargo en la tarjeta y darte efectivo a cambio, y es algo muy habitual en Australia y NZ. Lo intentamos con 4 o 5 tarjetas distintas (de débito, de crédito, de NZ, de España, Visa, MasterCard…) y no funcionó con ninguna. Ni ellos lo entendían, porque decían que lo hacían a menudo (la noche anterior sin ir más lejos) y no les daba problemas. Nos resignamos a tener que pasar la tarde en el coche conduciendo a Apia simplemente para sacar algo de efectivo para nuestro último día… pero como os decía, nos sirvió como paseo “escénico”.
Paisajes de Upolu
Se tarda algo menos de hora y media en llegar a Apia desde Lalomanu. Sacamos dinero en el primer cajero que vimos (un ANZ, con 15T de comisión) y paramos a comprar algo de agua en un supermercado (4 litros a 3.7T… infinitamente más barato que en el hotel, donde esa mañana habíamos pagado 7T por 1.5 litros…). Cuando estábamos volviendo a Lalomanu empezó a llover como si se acabara el mundo, madre mía cómo caía. Pero llegamos a Lalomanu justo a tiempo de ver un bonito atardecer, sin lluvia. Ya no nos daba tiempo a hacer nada más esa tarde, y nos quedamos sin bañarnos ni hacer snorkel en la famosa playa de Lalomanu, pero otros viajeros con los que hablamos esa noche nos dijeron que era bastante mediocre.