Cuando uno piensa en Mykonos piensa en playa, pero es mucho mas que eso, un centro urbano muy bonito, un puerto, molinos de viento, pelicano y hasta una “Pequeña Venecia”
El hotel estaba alejado del centro pero muy cerca de la playa. Apenas llegamos en la recepción del hotel ya tuvimos la primer anécdota de la isla. Resulta que habíamos reservado dos habitaciones dobles y una simple y al registrarnos la recepcionista nos dice =todo lo que sigue fue hablado en ingles griego (de parte de la recepcionista) e ingles básico a lo indio (de mi parte)= que no tienen disponibles las habitaciones que reservamos pero que nos ofrecen la misma comodidad en una habitación triple y una doble, por supuesto proteste y me negué a aceptar, la recepcionista insistia que igual eran cinco camas, yo insistia que pagamos por tres habitaciones y si ellos ya cobraron tendrían que tenerlas disponibles y no aceptamos, la pobre chica que no tiene, yo que habíamos pagado por 5 camas y 3 baños y una con completa privacidad y me estaban ofreciendo solo 2 baños y 0 privacidad y que no aceptamos, al final parece que entendieron que una cabeza dura judía es mas que dos griegas y nos dieron un departamento de 2 ambientes y 1 baño y dos habitaciones mas, con lo cual obtuvimos mas de 5 camas, 3 baños y mucha privacidad, o sea, ganamos ¡¡¡¡ supongo que por no escucharme protestar mas en ese idioma que hablo de ingles inentendible.
La playa estaba muy cerca del hotel pero no me gusto mucho que para llegar a la entrada de la playa teníamos que cruzar un espacio que parecía un pasillo entre los fondos de 2 casas en las cuales desde afuera se podía ver la huerta y las gallinas, me faba un poco de miedo, aunque la verdad es que jamas nos cruzamos con nadie. La playa era muy bonita, de arena y tenia una linda taberna que te ofrecia la mesa de playa, La sombrilla y las tumbonas gratis si almorzábamos ahí, y eso hicimos casi todos los días.
En la isla hay buses que te llevan a las playas y a la capital de la isla, nuestro hotel estaba muy cerca de una de las paradas, de hecho recuerdo haberlo tomado para ir al centro y al menos a una playa, la que dicen que es donde se filmo la película “yo amo a Shirley Valentain” hermosa película con una fotografía que te hacia soñar con ese pequeño paraíso.
Asi que un dia con Alicia, otra que había visto la película, el resto no quiso ir, nos tomamos el bus y nos fuimos a esa playa que no recuerdo como se llama. Playa había, arena había, mar había, taverna había, pero….. la taberna no tenia ese aire romántico que tenia la de la película, el morocho que atendia tampoco apareció, no había parroquianos, la playa no se veía tan linda larga y linda, en fin para mi una decepcion, una playa mas y no de las mas lindas que vimos en Grecia.
Lo que me parecio hermoso fue el centro, el pelicano, esas callejuelas angostas y empedradas con flores y locales de todo tipo de cosas lindas, que desembocan en el puerto que tiene una vista espectacular. Por un lado el mar, atrás el centro, a un costado los molinos de viento y al otro lo que se llama la pequeña Venecia.
El pelicano de Myconos no es una estatua o una pintura o un robot, es un animalito de verdad que anda por las calles cercanas al puerto como “pelicano” por su casa, con suerte y paciencia te lo cruzas en una esquina como nos paso a nosotras para poder sacarte la típica foto con el, aunque ese dia estaba cansado o timido y no quiso salir de su casita a caminar.
La pequeña Venecia es un barrio cercano al puerto que tiene la característica de que algunas casas antiquisimas tienen balcones de madera sobre el mar, que ahora usan como restaurantes o bares. Es bellísimo sentarse en esos balcones a tomar algo con unas vistas al mar, a los molinos de viento que están cruzando el mar, al puerto y a la entrada de la ciudad. Nosotras fuimos al atardecer y las vistas delde uno de esos bares era bellisima.
Lamente que el hotel estuviera ubicado tan lejos porque me hubiera encantado ver el ambiente durante la noche.
En resumen Mykonos me gusto muchísimo.