Después de visitar Agüimes nos dirigimos a la pequeña localidad de El Pajar, lugar que visitamos el día anterior pero hoy volvemos para visitar la piscina natural que no vimos el día anterior porque nos quedamos con el fiestón que había en la playa en ese momento
Cuando íbamos de camino al charco, a la altura de "Callao Spa & Wellness", había una alcantarilla sin rematar, pisé el borde y zasss, al suelo, me fastidié pero bien la rodilla y el tobillo, me hice un pequeño esguince que al día siguiente se me inflamó un poco, estuve a punto de denunciar al Ayuntamiento, pero por no perder tiempo desistí, a la próxima no me lo pienso, que leches!!!.
Continuamos a la izquierda como os dije una vez llegados a la playa, ir con calzado cómodo porque está llena de piedras grandes y poco cuidada.
Desde este punto se tiene una gran panorámica de toda la playa y de la localidad de Arguineguín.
Como veis, vamos bordeando la cementera CEISA junto a esta valla, hay que tener precaución porque es estrecho y un trozo anterior está partido con riesgo de caerse al mar y las rocas, no recomendable ir con niños, ni gente que tenga vértigo, ni con movilidad reducida por cualquier lesión o algo similar. También es recomendable llevar comida y agua porque está a pleno sol y sin sombra, no hay nada para comprar alrededor salvo los dos pueblos antes mencionados, aunque El Pajar es el que pilla más cerca.
Ahora nos queda atravesar todas estas rocas saltando como las cabras, os recomiendo venir con lo justo, buen calzado, una mochila con algo de comida y bebida, protección solar, una toalla y nada de neveras y cosas pesadas, el camino es un poco complicado.
Cuando llegamos había tres chicas, un hombre y su perro, pero a los diez minutos de llegar nosotras se fueron todos y nos dejaron el paraíso para nosotras solas
Le pregunté a las chicas si estaba el agua fría, me dijeron que un poco, que no se atrevieron a bañarse, pues yo no he venido hasta aquí y me he caído para nada, ósea que allá voy, al agua patos, una de las chicas me grita: valiente!!!, jajajaja, es verdad que estaba un poco fría al principio pero luego estaba de lujo
La verdad que es un lugar idílico, muy tranquilo y con preciosas vistas, lo malo que el acceso no está nada acondicionado, también es verdad que si estuviera bien, ya estaría más lleno de gente, aunque he leído que en verano se pone hasta arriba de gente
También os aconsejo traer escarpines ya que el fondo del charco está lleno de piedras y hay una escalera tallada en la roca del charco, pero hay que tener cuidado porque al estar mojada se escurre un poco.
Me salgo del agua un rato para comer un bocadillo que trajimos, después se baña Carmen y le hago fotos y vídeos como me hizo ella a mí antes. Me meto otro rato al agua para disfrutar de esta paz y ya de paso que se me cure un poco la herida con el agua salada, ahora mismo no me duele, pero al día siguiente si notaba más el dolor con el esguince que me hice, se me hinchó el tobillo como un huevo
Tras este parón de relax, nos secamos al sol y volvemos por donde hemos venido para continuar ruta. Vistas de la cementera que lleva aquí desde el año 1957, cuando el autarquismo franquista requirió su ubicación para construir las presas. Ante la caducidad de la concesión "Los Verdes" proponen el traslado de la cementara al Polígono de Arinaga. Están luchando por quitarla de aquí, ya que la presencia de la cementera incomoda a los vecinos de El Pajar por los ruidos, el trasiego de camiones y el polvo, pero sobre todo por la peligrosa contaminación vertida en minerales y contaminantes en el oxígeno, generando enfermedades crónicas pulmonares. Quieren implantar en la zona infraestructuras turísticas para el desarrollo de la localidad. Pues tres años después de todo esto, la cementera sigue en el mismo sitio, no ha debido de haber ningún acuerdo al respecto.
Vistas de Arguineguín y sus urbanizaciones.
En nuestro camino de vuelta ya veis que somos las únicas valientes que estamos aquí achicharrándonos con el sol, jajajaja.
Placa conmemorativa en el Paseo Marítimo Cordial Santa Águeda, instalada frente al Resort Spa.
Después de disfrutar de casi una hora del Charco Holandés, nos vamos para el coche y seguimos rumbo para descubrir más rincones de la isla de Gran Canaria