VUELTA A CASA
Fin del viaje. Marta y yo alucinamos con lo bien que se va en Business. Los asientos se mueven a tu antojo apretando un botoncito, lo que provocó en Marta y en mí un estallido de risa que nos hizo ser el centro de atención del sector acomodado. Fue el momento en el que me sentí más turista de todo el viaje.
Llegamos a casa. En breves me toca mudarme a Méjico, pero eso es otra aventura… No puedo esperar en pasar las fotos y quedar con Marta y Santi para ver sus fotos y recordar viejos tiempos.
He recordado este viaje cientos de veces desde que regresamos. No llevo la cuenta de cuántas veces habré mirado las fotos.
Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, por no decir la mejor. He tenido la gran suerte de conocer a dos maravillosas personas con las que he podido compartir cantidad de emociones.
Por fin he aprendido a viajar de la manera que más me gusta y más me llena. Por fin he descubierto al viajero independiente que hay dentro de mí. Qué grande ha sido saborear la verdadera libertad.
NAMASTEE!!