El día 23/3 iniciamos el esperado viaje a Venecia con diez minutillos de demora, que con los nervios prácticamente no se notan, en mi caso menos, así me da tiempo a tomar mi trankimazin como cada vez que vuelo, ¡me siento mas seguro en tierra!. Una vez dentro del avión y cuando se pone en marcha camino de la pista de despegue, siempre miro hacia las alas para ver que los flaps se mueven correctamente cuando desde cabina los prueban. Ver que el funcionamiento parece correcto y las palabras del piloto hace que me tranquilice un poco. No deja de maravillarme que un “pájaro” tan grande pueda levantarse.
La mañana es magnifica aunque las previsiones hacen presagiar lo peor en Venecia, solo me cabe confiar en la suerte que me acompaña en los viajes con el tiempo.
Tomamos rumbo al Mare Nostrum y a medida que avanzamos un manto blanco va creciendo bajo nuestros pies que no deja ver el paisaje.
Tras un magnifico vuelo Llegamos al aeropuerto Marco Polo en Venecia que nos recibe con una fina lluvia pero sin viento. Recogemos el billete de transporte y nos vamos hacia el bus 5 que nos lleva a la plaza de Roma, cerca de la cual está el hotel Al Sole, el elegido para nuestra estancia.
Desde fuera el hotel es un viejo palacete veneciano junto al río Gaffaro (uno de los infinitos canales) que tiene muy buen aspecto.
El interior no desentona y es acogedor e incluso el mosaico del suelo es el original. La habitación no es grande pero nos gusta mucho y la vista desde la ventana al pequeño canal nos lo hace aun más agradable.
Una vez acomodados, y a pesar de la fina lluvia, como es buena hora, paraguas en mano nos ponemos de nuevo en marcha camino del vaporetto para llegarnos hasta San Zacaria viendo las edificaciones que hay junto al gran canal, palacios a ambos lados a cual mas bonitos, palacio Belloni Bataggia, Tron, Ca’Pesaro, Ca’Foscari, palacio Garzoni, Mocenigo, Loredan, Contarini del Zafio, Barbariggio, Salviati y un largo etc. que no parece tener fin, puente de Rialto, distinto a todos los vistos hasta el momento; en definitiva, una vuelta por el canal que nos sirva de orientación para movernos por la ciudad.
La plaza de San Marcos con lluvia parece aún mas bonita, el palacio Ducal, la Basílica, el Orologio, el Campanile (que me parece lo menos agraciado y desentona de todo cuanto le rodea, pero….la vista desde arriba merece la pena), que ahora está en obras y para asegurar sus cimientos están inyectando hormigón ó similar a su alrededor, Procuradurías y museos. El conjunto arquitectónico es una joya que con la lluvia parece recién salida de las profundidades.
Después de un rato disfrutando de la vista general de la plaza, como el paraguas nos protege lo suficiente y no damos síntomas de “humedad” nos vamos hacia el sestrier de Castello cruzando el puente de Paglia desde el cual, a pesar de los cartelones laterales se ve un poco del puente de los Suspiros, que cuando hagamos el recorrido secreto del palacio ducal atravesaremos y ya diré que sensaciones transmite. Seguimos por la Riva Schiavoni, cruzando puentes hasta llegar a Arsenal y ver el exterior del museo de Historia naval para ir a continuación al campo del Arsenal y Arsenal (lugar en que se construían barcos y piezas para los mismos además de armas, en su momento el mas grande de Europa), con una bonita fachada y un puente de madera frente a ella.
Vamos cruzando campos y calles por la ruta establecida, campo San Martino, campo Bandiera e Moro, Sotoportegio dei Preti, chiesa de San Giorgio dei Greci con su torre inclinada (espero que esté bien apuntalada pues la inclinación es considerable a pesar de que donde está tomada la foto no se aprecia,
Santa Maria de la Visitacione, Campo y Chiesa de San Zacaria, Fondacione Querini Stampaglia, Campo y chiesa de Santa Maria Formosa, Ospedaleto y Zanipolo, en el que nos entretenemos un rato. Volvemos a San Marcos para contemplarla de nuevo un rato y ya anochecido tomamos el vaporetto y nos dirigimos hacia el hotel. Cenamos en un restaurante que hay muy cerca y que nos ha gustado al pasar por allí, La Rosa dei Venti. Es agradable y está bastante concurrido, hay empleados de vaporettos y algún gondolero. La cena consiste en Ensalada para mi costilla y spaghetti al nero di sepia para mi de primeros, lenguados (muy bien de tamaño y sabor) de segundos y macedonia para ambos, pan, vino, 70€. Subimos a disfrutar de nuestra habitación y felices sueños si es posible.