BELGRADO, SERBIA: SUS LUCES Y SUS SOMBRAS ✏️ Blogs de Serbia

Partimos desde Budapest con dirección a Belgrado y yo, al menos, con ciertas reservas ya que entramos en el territorio de la guerra más recientemente ocurrida en Europa.
Tal como dije en mi anterior Diario sobre Budapest, el viaje lo realizamos en coche propio, mi sobrino, su mujer y yo. Casi 400 Kms., la mayor parte de ellos por autopista, y unas 4 horas de viaje nos esperan ... y también algunas sorpresas. Entre música, patatas, cocacolas y algún que otro cafelito por el camino, éste se nos hace corto. No tenemos problemas al pasar la frontera y dejar la Europa comunitaria, sólo que el exámen de la documentación, tanto de pasaportes como del vehículo, es algo más exhaustiva.
Pronto empezamos a ver letreros y señales en alfabeto cirílico, pero casi nada en el latino así que, a lo hecho, pecho.
Nuestro apartamento estaba situado en pleno corazón de la ciudad, de hecho, a 50 mts. de la Plaza de la República, en una calle peatonal, pero no tuvimos problema para aparcar muy cerca, en zona azul,
aunque ... sin máquinas expendedoras de tickets a la vista. La primera sorpresa vino al preguntarle al propietario del apartamento dónde estaban dichas máquinas y ... una cierta sensación de espanto nos vino de la respuesta: "No, no hay problema, dejen el coche aquí, les pondrán una multa equivalente al precio del párking (unos 8 Euros) y tendrán cinco días para pagarla. Transcurrido dicho plazo, el coste será el doble". No cabe duda de que nos pusieron la multa y ... me la traje de recuerdo.
Sólo pude pensar "¡Dios mío"! Así que pregunté por el riesgo de que nos pusieran un cepo en la rueda, a lo que el señor contestó que ninguno. Debo confesar que aquella noche no dormí muy tranquila ...
El apartamento, correcto, limpio, amplio y cómodo, aire acondicionado, internet y ... 30 Euros, sólo que tenía algún que otro aspecto sorprendente y, de aquí, el segundo sobresalto: el cuarto de baño era completamente nuevo, pero ... sin lavabo. Pregunta lógica, "Y dónde nos lavamos la cara y los dientes?". El propietario, con una amplia sonrisa, nos dijo: "Aquí" ... y nos mostró el fregadero de la cocina. ¡Beograd a tope!
Belgrado no me gustó en absoluto. Es una ciudad muy grande (llena de cuestas), con edificios enormes, gigantescos, sobrecogedores, descomunales y grises, ante los que uno se siente perdido e insignificante. Apenas hay césped y el poco que hay, está seco y descuidado. Sin embargo, está llena de vida, la gente va y viene, muchas terrazas, cafeterías y restaurantes, tiendas de moda y negocios en general. Los precios son ridículos desde nuestra óptica (1 Euro = 120 Dínares Serbios), una cerveza o "pivo" en idioma local (1/2 litro) cuesta 1 Euro o poco más y comer bien, con bebida y café, puede salir por poco más de 4 Euros.
También aquí conducen muy mal y hay que tener muchísimo cuidado.
El pueblo serbio, de raza eslava, es guapo y también enorme. Tanto ellos como ellas son muy altos, agradables a la vista y no visten demasiado mal. El idioma, un horror aunque, al menos a mis oídos, "algo más comprensible en fonética" que el húngaro (los serbios no tienen 14 vocales como los magyares).
Los Serbios también son muy religiosos (ortodoxos) y muy, pero que muy nacionalistas: todo Belgrado está lleno de banderas serbias, son ellos y sólo ellos. Una empieza a comprender los motivos de las Guerras Yugoslavas ...
Y ahora, comencemos con las visitas.
- Asamblea Nacional de Serbia. Magnífica construcción Civil, de principios del siglo XX, sede del poder de la República de Serbia.


- Kalemegdan. Recinto fortificado de gran antigüedad y parque situado sobre una loma en la Stari Grad (Ciudad Vieja) de Belgrado, siendo esta columna en cuya extremo superior se alza el Pobednik (el Victorioso), que conmemora las victorias de Serbia sobre los Imperios Otomano y Austro-Húngaro en las Guerras de los Balcanes y I Mundial, lo más representativo. Desde el Kalemegdan hay unas vistas impresionantes de la ciudad y del "beso" de los ríos Sava y Danubio.


- Iglesia de San Sava. El mayor templo ortodoxo de Serbia, erigido en honor de San Sava, fundador de la Iglesia Ortodoxa Serbia. Se trata de un edificio relativamente moderno (principio del s. XX), cuya plantas sótano está prácticamente terminada, con profusión de frescos de estilo bizantino en sus paredes, grandes columnatas, mármoles, majestuosas lámparas araña ... La planta suelo no está terminada, aunque los devotos serbios oran ante sus iconos expuestos a la entrada. Su construcción está realizada exclusivamente a base de donaciones.



- Residencia de la Prinesa Ljubia. Importante construcción civil de estilo serbio y principios del XIX, en su tiempo propiedad de la familia Obrenovic, antiguos príncipes serbios.


. Iglesia de San Marcos. Bonito templo de estilo serbio-neobizantino de principios del siglo XIX.

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La presente etapa, la dedicaré a daros a conocer algunos rincones y vistas de esta ciudad.
El coche, con su multa incluída, lo dejamos aparcado en el mismo sitio del día anterior y nos dedicamos a recorrer a pié las calles, que es como mejor se descubren los lugares pintorescos. Así pues, empezamos el recorrido en la Plaza de la Repúbica, , para continuar por la calle Kneza Mihaila, totalmente peatonal y llena de buenas tiendas y multitud de restaurantes en las callejuelas adyacentes. Tomamos un buen café con pasteles y he aquí algunas fotos curiosas.

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No haré muchos comentarios en esta etapa, tan sólo mostraré algunas secuelas de la guerra o guerras que sostuvo este país durante toda una década, de 1991 a 2001. Y ¿para qué? Todo el mundo perdió, aunque ellos perdieron más que nadie. Y, sin embargo, prosiguen con su espíritu militarista, mientras los familiares de las víctimas reclaman justicia a las puertas de la Asamblea Nacional ...
Y así, nos vamos de Belgrado yo, por lo menos, creo que para no volver.

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