Otra vez a madrugar... Esta vez por 2 motivos; pensábamos levantarnos pronto, pero aunque no hubiese sido así a las 6 de la mañana el sol que entraba por la persiana me despertó. Bueno, a las 7.30 del 5 de julio nos pusimos en movimiento.
Ya no nos quedaba dinero en efectivo, así que antes de cualquier otra cosa había que ir a sacar dinero. Nos acercamos al Popular (era uno de los bancos que más frecuentaba en mis anteriores viajes) pero estaba cerrado y no decía nada de horarios, así que cruzamos la acera y fuimos a Banreservas. Siempre he tirado de cajero pero ahora que sé que se puede hacer en la ventanilla probé a hacerlo dentro. Seguro que es bastante más seguro que en el cajero (no hay riesgos de duplicación o de que se te trague la tarjeta), pero un coñazo también, la de rato que me tuvieron ahí...
Con la llegada del nuevo día se nos presentó un pueblo completamente diferente, se veía gente por las calles (mucho turista), las tiendas estaban abiertas (panadería, supermercado, agencias...)... vamos, otro pueblo. Hay una panadería francesa que tienen cosas riquísimas, los jugos simplemente son pasables pero la bollería
Como el día anterior no pudimos organizar nada pensamos que lo más fácil era ir a la Cascada del Limón, las excursiones más elaboradas podíamos intentar prepararlas al volver.
Así que llevamos el dinero a la habitación y en cuanto salimos a la carretera a pillar el transporte a El Limón ya teníamos a un par de motoconcheros intentando vendernos la excursión... La verdad es que el precio que nos ofrecieron no estaba nada mal, pero mi hermana no quiso ir con ellos
Si alguien desea ir a esta Parada está justo en el cruce de la carretera de Samaná
Cuando él está la cosa parece que funciona muy bien por lo que habéis contado, pero cuando no está... A ver, no es que fuese nada negativo en sí, pero el servicio era mucho peor que la otra vez que estuve (y el subidón de precio que ha tenido). Bueno, esperamos un poquillo a que llegase un guía y nos fuimos a buscar los caballos. El camino al Limón es un poco pesado, además, había llovido los días anteriores y todo estaba bastante resbaladizo. El río que normalmente se pasa había crecido mucho y yo me llegué a plantear si podríamos cruzarlo montadas a caballo... incluso encima del caballo me cubría a media pierna (cosa que se solucionaba levantando las piernas
Ahora tocaba la parte del camino que debe hacerse a pie. Tras dejar el caballo toca bajar una pendiente de piedras y barro (el barro depende del momento en el que vayas
Después hay que cruzar un pequeño río (llevaos chanclas), subes un chin más y ahí está... La cascada del Limón Debido a las lluvias recientes nada tenía que ver esta cascada con la que vi en 2004. Estaba muy caudalosa, es más, de la fuerza del agua de la cascada todo el paraje estaba impregnado de agua, había una especie de neblina.
Bueno, pues nos dimos un pequeño baño y nos dispusimos a hacer fotos. Hice 2 fotos y el guía nos hizo marchar
Pues nada, crucé de nuevo el río, sin caerme al agua y sin perder las chanclas, y comenzamos la subida. ¡Qué horror! Casi salgo en El Nacional: "Dos turistas españolas mueren asfixiadas al visitar la Cascada del Limón"
Descansamos un poco y otra vez al caballo. La bajada yo creo que se hace bastante más pesada que la subida, aunque también puede ser que esta percepción se debiese a lo agotada que había terminado de subir la cuesta del infierno...
En la parada nos prepararon comida típica: pollo, arroz, ensalada y arepas... ¡Ummm! Me vuelven loca las arepas de maiz, si vais a República Dominicana teneis que probarlas (si es que no lo habeis hecho ya
Bueno, tras la comida tocaba volver a Las Terrenas. Salimos al cruce y esperamos que pasase algún transporte, en este caso una jeepeta. Como no había sitio suficiente dentro me tocó ir en el remolque, es una forma diferente de viajar y pude grabar cosas súper chulas del camino, lo único que la boca se te queda como un estropajo
De vuelta en Las Terrenas cogimos el pasaporte, el móvil y dinero y a la calle de nuevo, teníamos que conseguir organizar un montón de cosas. Entramos en una agencia (no sé si puedo dar nombres, en algún diario el moderador los ha censurado) y preguntamos por las excursiones que nos ofrecían. Lo único que me ofertaron fue ponerme en lista para una hipotética excursión el miércoles. Bueno, realmente me dijo que seguramente se llegaría al mínimo de personas para hacer la excursión pero no me lo podía asegurar al 100%. No he visto persona menos interés por vender nunca, fui yo la que tuve que intentar sacarle la información con sacacorchos. Nada, me fui a la agencia de enfrente
Al menos al día siguiente no nos quedaríamos muertas del asco... Justo en esa parte del pueblo hay una pequeña casa de cambio, no es el mejor cambio que he visto en el país pero era bueno, si los del Bahía Príncipe os acercáis al pueblo podéis aprovechar para cambiar. Bien, a cambiar de nuevo, otra cosa no, pero lo de sangrarme los bolsillos... De allí a la tienda de Orange. Me llevé un móvil libre y me compré una tarjeta para estar localizable y hacer alguna llamadilla.
Como todavía nos quedaba tarde aprovechamos para ir un ratillo a la playa de las terrenas, el trozo que queda justo delante del hotel. Serían los últimos ratos de sol del día, pero allí que me quemé
Después vuelta al hotel donde tras ducha, planes y recuentos de dinero me quedé frita