Con las maletas preparas, yenes y paciencia tomamos rumbo a nuestro primer destino Tokio. Después de unas cuantas horas de vuelo muy tranquilo llegamos a Narita.
Primer objetivo cambiar nuestro preciado JRAILPASS. Lo conseguimos fácilmente allí mismo, en el aeropuerto. Presentas tu bono, el pasaporte y rellenando un pequeño formulario donde indicas que día quieres que empiece tu pase, es todo lo que tienes que hacer.
Allí mismo compramos el billete de tren para ir la ciudad ya que nuestro JRPASS no empezaba hasta dos días más tarde.
Como no, cogimos el NARITA EXPRESS, dirección estación de SHINJUKU. Este tren para en la principales estaciones de Tokio, donde seguro están la mayoría de hoteles, así que es una buena opción.
De momento todo fácil y perfecto. Todos nuestros sentidos estaban trabajando al 100x100 para poder admirar todo lo nuevo y diferente que teníamos a nuestro alrededor y lo que nos esperaba aun por llegar.
Con precisión milimétrica y comodidad máxima, el tren nos llevó a la estación de SHINJUKU. Este mastodonte de estación, por donde millones de personas pasan cada día, nos dio la bienvenida a Tokio. Mapa en mano e intentándo orientarnos de la mejor manera posible entre tanta gente, edificios y el jetlag, llegamos a nuestro hotel el SUNROUTE PLAZA SHINJUKU.
Después de instalarnos en nuestra nueva casa por los siguientes 5 días, y de haber echado un sueño, nos lanzamos a la aventura de nuestra nueva zona SHINJUKU.
Para seguir nuestro buen comienzo, nos dejamos seducir por un local de sushi giratorio. Entramos y nos lanzamos a la aventura. Entre intuición, ver lo que hacen los demás e intentar descifrar el montón de carteles que cuelgan siempre en las paredes de los locales de comida empezamos nuestra primera comida en toda regla en Japón. La verdad es que disfrutamos muchísimo navegando entre los platos de colores, los boles de miso, el wasabi y el té, que es siempre gratis en Japón con el agua en los locales de comida. Y más disfrutamos cuando fuimos a pagar. El festín de bienvenida no llegó a los 15 euros. Además para fidelizarnos nos dieron un descuento de 100 yenes para próximas comidas.