Hoy nos levantamos, desayunamos con la mantequilla y leche que compramos ayer y que hervimos por la noche.
Después ponemos rumbo a Golling. Desde nuestra casa está a unos 35 Km en dirección Salzburgo y queremos ver una cascada que se anuncia por la autopista.
Llegamos en poco tiempo y aparcamos en un parking con muy pocos coches. La entrada cuesta 2,50 euros (GRATIS con la tarjeta) y en la caja hay una señora muuuuy mayor que nos pasa el lector con dificultad por las tarjetas.
Un camino muy agradable junto a un río con mucha agua, conduce primero hasta un molino antiguo.
Poco a poco a medida que avanzamos notamos que nos estamos empapando. Pero no llueve. De repente ante nuestros ojos, aparece una preciosa cascada.
La cascada tiene varios tramos: el primero que se ve desde el camino, y otro más arriba que pasa por debajo de un puente natural de piedra. Es muy bonito.
Subiendo unos buenos tramos de escaleras y rampas y pasando por varios puentes vas recorriendo los distintos tramos de la cascada… en algunos de ellos te empapas. En el punto más alto del recorrido se encuentra el manantial de donde nace toda esta masa de agua y un poco más abajo, un puente por encima del primer tramo de la cascada desde donde se ve el arco de piedra por el que pasa el agua.
También, desde alguno de los tramos de escaleras, llenos de banquitos para descansar, hay unas buenas vistas del valle.
Tras hacer todo el recorrido tranquilamente ponemos rumbo a la carretera panorámica Postalm. Las carreteras panorámicas son carreteras de peaje que no necesariamente llevan a ningún lado, sino que el atractivo que tienen son los lugares por los que discurren. Esta carretera sale desde las cercanías del pueblo de Abtenau y los primeros tramos nos parecen los más bonitos, de hecho son los tramos que hay antes de llegar a la caseta de peaje… Después las vistas son buenas pero no tan atractivas.
En el punto más alto de la carretera, hay una Alm muy antigua. Vamos a echar un vistazo y, como es un sitio muy agradable decidimos comer algo allí, en medio de la montaña en la terracita de la Alm. Es la Schnitzhofalm y tiene 400 años. Hacen quesos, mantequilla, embutidos y su propio pan.
Para comer un poquito pedimos un Almjause y un Käsejause. Para beber, cerveza los cerveceros, y leche los lecheros y de dulce, unos panes con mantequilla y dos pasteles del día hechos también por ellos. Se está fenomenal allí.
Esta carretera por el otro extremo va a desembocar cerca del Wolfgangsee, así que decidimos ir hasta el pueblo de Sankt Wolfgang, que nos estresa un poco porque hay mucha gente y parece Benindorm (salvando las distancias). Así que salimos de allí y vamos rodeando el lago hasta un mirador desde el que se ve el pueblo de frente. Hay unos bancos y se está fenomenal.
Estamos un ratito disfrutando de las aguas esmeraldas del lago y ponemos rumbo a Salzburgo para ver si catamos la auténtica tarta Sacher, del hotel Sacher. Nuestra idea es comprar una y llevarla a casa, pero llegamos tarde y la tienda está cerrada, así que decidimos sentarnos en el café Sacher. Habíamos llevado ropa un poco decente para ir al café, pero como nos pilla de improviso, vamos con las pintas de llevar todo el día subiendo y bajando cascadas, carreteras y demás…jaja. Vaya pintas que llevo yo… con mis botas de montaña, mis pantalones con barro…
De todas formas, me alegro de no haberme puesto elegante porque el sitio tiene detalles poco "finos" para ser el lugar que es.
La tarta... buena pero en opinión de todos, con muchas cosas negativas. La capa de chocolate exterior es demasiado gruesa. Eso no estaría mal si el chocolate estuviera bueno y tuviera buena textura... está como granuloso y muuuy dulce... demasiado. El bizcocho no está empapado y todos tenemos dificultad para terminarnos el trocito de tarta que termina siendo empalagosa. He visto todas las opiniones positivas sobre la tarta que hay en internet, pero en nuestra opinión, no merece tanto la pena. Los cafés y el Wiener Melange que pedimos para acompañar, sin embargo, son muy buenos.
Los precios por lo menos no son muy disparatados... vamos a ver, es muy caro pero tampoco tamto como podrías esperar. 4 Tartas, dos wiener melange, un expreso y un vaso de leche 31 euros.
El mes pasado estuvimos haciendo cata de tarta selva negra en la selva negra y nos gustaron casi todas. En España es dificil encontrar tarta Selva Negra que de verdad lo sea, porque llaman tarta selva negra a cualquier cosa con nata por dentro y virutas de chocolate por fuera. Pero en el caso de la Sacher, aunque la auténtica sea la del café Sacher de Salzburgo, Viena o Innsbruck, estamos de acuerdo en que hay muchas en muchos sitios que están mejor. Mi preferida la de la confitería Canela Enrama (tal cual escrito). El chocolate mucho más fino, el bizcocho buenísimo y nada empalagosa. También en versión chocolate blanco.
En los jardines de Mirabelle, disfrutamos de un concierto de un grupo de músicos Belgas. Tocan versiones de canciones modernas y son todos jovencísimos. Hay muchos niños.
Después de disfrutar de nuevo de las vistas a la fortaleza desde la terraza del Sacher y el río, vamos a subir con el coche al Gaisberg, el monte junto a Salzburgo donde están las antenas de telecomunicaciones. De camino, cogemos a un autoestopista parapentista parco en palabras y aparcamos en lo alto de la montaña para asomarnos a las impresionantes vistas de los alrededores y de Salzburgo. Aunque hay contraluz y neblina. Hay mucha gente de Salzburgo haciendo picnics y disfrutando del atardecer.
Desde uno de los lados del monte se divisan el Wallsersee y el Mattsee, en el cual tenemos, con la tarjeta, viajes en barco gratis y alquiler de barquitas. (No nos da tiempo)
Tambíen se ve, a pesar de lo lejos que está, el enorme Chiemsee.
Y nos vamos a cenar a..... ¡¡¡Los agustinos otra vez!!! Otra vez a cantar ópera de vuelta a casa...
Continúa en la siguiente etapa...