Volvimos a tomar ese superenergético desayuno que nos ofrecía cada mañana el Parador y nos pusimos rumbo a Léon.
No fue difícil encontrar la plaza de San Marcos y no hubo duda de qué edificio sería el Parador, es impresionante

Se trata de un monasterio el s. XVI, aunque sucede a otro del s. XII. Durante varias décadas fue usado como cárcel. Estuvo preso en este edificio Francisco Quevedo por el año 1639, de la que salió para morir. Diversos son los enclaves en el edificio que recuerdan a este escritor como por ejemplo "Vivo en conversación con los difuntos y escucho con los ojos a los muertos" .
Aunque no sólo fue durante esta época el edificio acogió tales sufrimientos. Tres siglos más tarde, durante la Guerra Civil Española San Marcos se convirtió en uno de los más horribles y siniestros campos de concentración de prisioneros del franquismo. Fue lugar de "reclusión, tortura y muerte para muchos españoles. Recordarlo ha de servir para que no vuelva a suceder" (es copia de uno de los paneles informativos del edificio que me llamó poderosamente la atención ...).
Volvamos a lo nuestro, os dejo algunas fotos del edificio para que sigáis viendo la gradiosidad de este Parador Gran Lujo,
Entrada a Recepción;

Claustro:

Museo:

Iglesia anexa al Parador:

Os recomiendo que a vuestra llegada preguntéis por el Sr. Pablos, es un conserje que trabaja allí desde siempre y suele hacer recorridos guiados gratuitos (20 minutos más o menos).
Merece la pena porque es la única forma de entender todo lo que vemos, no dejarnos ningún rincón sin ver y sobre todo acceder al coro de esta Iglesia:

Comimos en el mismo Parador un jamón buenísimo, cecina (muy típica de la zona) y unas chuletiillas de lechal riquísimas. Todo marinado con un Rivera de Duero excelente uhhhmmm ...
Nuestra habitación fue la 507, una quita planta de la zona nueva. Las vistas que teníamos era sobre el jardín del comedor, y un poquito más alejado el río. Aunque la habitación no era nada del otro mundo, se trataba de una doble básica muy cómoda y bastante amplia.
Por la tarde bajamos a dar una vuelta por la ciudad donde nos sorprendió enormemente su catedral:
