Después de un día de paliza kilométrica, teníamos una jornada light por delante: llegar a Akureyri y disfrutar de la ciudad. No estábamos muy lejos, a un par de horas, así que emprendimos el camino muy tranquilamente.
Al llegar a Akureyri nos damos cuenta de que es realmente pequeña y quizás todo el día para ver la ciudad es demasiado, así que decidimos adelantar un poco y acercarnos a ver Godafoss, ya que además el día volvía a ser muy bueno.
Salimos de Akureyri pasando otra vez por paisajes impresionantes en la carretera. Siempre hay que calcular un poco mas de tiempo de lo que te dice el gps o google maps, porque es imposible que no pares dos o tres veces para hacer fotos.
Godafoss se puede ver desde el lado derecho y el izquierdo, y es accesible en coche por los dos lados. Incluso hay un puente que cruza el río, así que se puede dejar el coche en un lado y pasar al otro andando, o llevar el coche hacia el otro lado si no se quiere andar. Esta cascada, en el norte de la isla, tiene un ancho de 30mts y una caída de unos 12mts. Su nombre significa "cascada de los dioses" y se debe a la "saga" o leyenda que cuenta que cuando el encargado de decidir que religión adoptaba el pueblo islandés decidió que sería la fé cristiana, tiró en esta cascada todas sus estatuas de dioses paganos.
Esta fue nuestra primera cascada de las buenas, de las que impresionan, y de las que son fáciles de nombrar, que eso siempre es un plus. Volvemos a Akureyri a hacer una buena compra en nuestro supermercado del cerdito feo y a pasar lo que queda de tarde allí.
Akureyri es la ciudad del norte de Islandia. Ciudad ciudad tampoco es que sea, es más un pueblo, podríamos llamarle incluso un pueblo grandecito, pero no pasa de ahí. Lo que pasa es que es lo único que hay por la zona y le ha tocado. Tiene un aeropuerto que le da más pinta de ciudad, pero a mi no me engaña. Aún así la cuento como la ciudad más al norte en que hemos estado nunca porque a mi me encantan estas cosas geográficas. Está a unos 60km del círculo polar ártico, y para recorrerla, incluyendo una visita minuciosa a todas las tiendas de souvenirs de la calle comercial, no tardamos más de 3hs. Quizás lo más destacable es la iglesia luterana situada en el centro de la ciudad, tanto por la vista de la iglesia desde varias partes de la ciudad, como vistas de la ciudad desde la iglesia.
Esta noche, y la siguiente, nos quedamos en una casa particular por medio de airbnb. La casa en si es muy bonita y la habitación muy cómoda, pero el dueño es un pelín extraño y tiene todo como puesto para ser visto y no tocado. Eso, unido a que no se podía usar la cocina más que para hacerte un café, nos dió cierta sensación de incomodidad, vaya, que no nos hizo sentir como en casa. Sin embargo para dormir la cama fue de las mejores y el dueño, aunque particular, era agradable.