Sabíamos que hoy la lluvia nos daría poca tregua, así que preparamos nuestra neverita, y nos fuimos a THUN, a pasear por su mercado semanal que tanto nos gustó en Navidad y a comprar algunas cosillas para hacer un picnic en el Blausee.
Nos entretuvimos un poco porque en el puente de Thun estaban haciendo surf, y nos quedamos un ratito viendo como "cogían la ola de su vida", y es que, a falta de mar, los suizos se lo inventan!
El día que fuimos a Zermatt vimos de camino el desvío al BLAUSEE
y nos pareció una opción interesante para un día, por estar cerca de casa en primer lugar, y por lo desconocido que parecía.
Era sábado así que había más gente que el día que pasamos que solo había un par de coches o 3, pero aún así, no había aglomeraciones ni era agobiante.
Además, debe ser de las pocas excursiones que hagas por el módico precio de 8 chf.- cada adulto. La entrada, además, incluye un paseíto en barca por el pequeño lago para ver las truchas de cerca, y la visita a una pequeña granja que hay subiendo un sendero. El parking, gratuito, creo recordar. Tiene una zona bastante amplia con barbacoas pequeñitas, que también están incluidas en el precio, además de la leña y los periódicos...solo tienes que llevar un mechero!!
Para completar la visita los niños pueden jugar en un montón de columpios, toboganes, casitas de madera,...
Hay un pequeño paseo hasta llegar al lago; una vez allí, puedes elegir bordearlo por la zona del restaurante, el hotel y el embarcadero, o bien por un tupido bosque lleno de pequeñas cuevas y puentes que parece que estás en la mismísima Alaska (de verdad, sin exagerar). Fue una jornada de lo más agradable, si no hubiese sido por la lluvia que a última hora nos estropeó la visita.
Nos dio tiempo a bordear el lago, comer, que Hugo jugase un ratito en los columpios, dar el paseo en barca y cuando íbamos a subir a la granja empezó la lluvia que llevaba amenazándonos todo el día...al principio como no era muy fuerte nos resguardamos en una zona de rocas que hay en el bosque y captamos esta bonita imagen...y es que hasta la lluvia es mágica en el Blausee
Cuando empezó a llover más fuerte nos refugiamos otro ratito en un pequeño museo que hay relacionado con el lago, y cuando paró exploramos de nuevo el bosque, sus cuevas y algunos senderos. De nuevo volvió la lluvia pero esta vez acompañada de tormenta, así que nos fuimos al coche y volvimos a casa.
Paramos un ratito a la altura del funicular que sube al Monte Niesen, por si paraba de llover y podíamos subir, pero la lluvia cada vez era más fuerte...así que dimos el día por finalizado.