Tras dejar atrás Las Vegas nos adentramos en este parque nacional un tanto peculiar, con paisajes muy diferentes y con una versión muy alejada de la que te imaginas de California.
Nos organizamos en las siguientes paradas:
- 20 Mule Canyon, una ruta para hacer en todo terreno, muy entretenida. Paisaje árido, muy pintoresco y que apenas supone un desvío, serían unos 20´.
- Zabrinskie Point, uno de los sitios más peculiares del parque. Tiene un paisaje marcado por unas cárcavas, terreno erosionado por lluvias fuertes sobre terrenos en donde destaca un material volcánico que con las lluvias ha ido soltando minerales, dotando el paisaje de un color peculiar. Mola.
- Badwater, un desierto de sal a unos 80 metros por debajo del nivel del mar. Con los 40 y pico grados que había se hizo un poco duro, eso sí, el paisaje era llamativo.
- Artist´s palette. De camino de vuelta desde Badwater hacia el visitor centre, hay un desvío en donde te encuentras una zona donde los minerales han dejado zonas con colores de todo tipo, rosado, verde, amarillo...todo depende de la luz que tengas para saber como de brillante es la paleta.
- Mesquite Sandunes, de repente te encuentras con un desierto de dunas de arena muy fina, con un paisaje montañoso de fondo, un contraste muy interesante. Las formas de las dunas con arboles secos se prestan a composiciones de fotos molonas.
Ya de camino hacia nuestro siguiente objetivo, Yosemite, pasamos por un pueblo semiabandonado, Keler, en donde pudimos ver un autobús escolar abandonado, un antiguo colegio, todo muy tétrico, pero tuvimos que salir por patas porque nos aparecieron unos lugareños que parecía que no iban a llamar al 911...
Finalmente acabamos la jornada dandonos un baño en la piscina del hotel en Bishop, un día con muchas millas, pero que ha sido una buena manera de comenzar con nuestro último estado, California.