Hemos dormido junto a un precioso lago, desayunamos en el hotel, donde además de aceptar mascotas, también te dejan entrar en el comedor con los animales ( en otros hoteles no está permitido).
Una de las cosas que me sorprenden de Italia, es las velocidades que cogen algunos en la autopista, la velocidad máxima permitida es de 130km/h y algunos vehículos, muchos, pasan fácilmente de 180km/h...no es el mejor lugar para que se te pinche una rueda, pero así es. Cambio la rueda en un tiempo razonable, los coches y camiones pasan como locos, ponemos la rueda de juguete y nos dirigimos al taller más cercano, que está situado en Trento. Pedimos presupuesto y como tenemos las dos ruedas de atrás en las últimas, decidimos cambiar las cuatro. Aprovechamos para hacer unas compras, había pensado en improvisar una visita a la Plaza del Duomo, pero nos queda muy lejos a pie desde el taller, así que vamos al mercado, compramos fruta, luego al súper.
Trento es una localidad muy tranquila, es agradable pasear por sus calles.
Cuando regresamos al taller, no me lo puedo creer, me encuentro una raja en el parachoques trasero...qué ha pasado? Uno de los mecánicos, al meter el coche en el taller, ha golpeado contra una columna rajando el parachoques. Hablo con el dueño, me ofrece dos posibilidades, arreglarlo mediante el seguro o me regala los cuatro neumáticos y la alineación, no me lo pienso mucho, ya me da igual si salgo perdiendo o ganando, quiero ponerme en marcha e iniciar mis vacaciones de una puñetera vez, así que acepto el acuerdo y cuando vuelva de vacaciones ya veré lo que me cuesta la reparación o si lo dejo como está.
Visitamos el Lago Carezza, es realmente precioso, según la leyenda un brujo atrapó un arco iris en su interior.
Hacemos la ruta circular al lago, aprovechamos para comer disfrutando de las vistas y a la tarde decidimos ir a visitar el Valle de Funes con su iglesia de Santa Magdalena, ya que con el pinchazo no nos va a dar tiempo de mucho más.
No recuerdo cuanto pagamos pero para visitar el Lago Carezza hay un aparcamiento de pago, tienen un buen tinglado aquí montado incluso con tiendas y restauración.
La imagen es preciosa, de todas formas creo que este lugar ya se ha desvirtuado por el turismo, el aparcamiento es de pago, para variar, el prado está vallado y si quieres acceder también hay que pagar.
Al llegar a Vigo di Fassa nos alojamos en el Hotel Arnika, nuestra valoración general del hotel es buena, la habitación estaba bien, buen baño, limpia y con un desayuno completo. Te cobran 15 euros de suplemento por mascota.