Para el tercer día habíamos decidido coger un tren hacia Nápoles para así poder visitar Pompeya. El billete nos costó 19.50€ y el tren salía a las 6.30h aproximadamente. Tenía prevista la llegada a las 8.30h, pero llegamos una hora más tarde debido a un problema que, si os digo la verdad, no tengo ni idea de cuál fue.
Cuando llegamos a Nápoles fuimos directamente a comprar los billetes para Pompeya. El panorama con el que nos encontramos era caótico: obras dentro y fuera de la estación y sin saber adónde dirigirnos. Sabíamos que teníamos que
coger la Circumvesuviana para ir a Pompeya (estación
Pompei Scavi = Excavaciones de Pompeya), pero no sabíamos dónde comprar los billetes. ¿En las máquinas que veíamos a nuestro alrededor? Pues no.
Hay que buscar un cartel que te indique cómo llegar hasta la Circumvesuviana y allí veréis unas taquillas donde podéis comprar los billetes. El precio de un billete de ida y vuelta es de 4.60€.
No tardamos mucho en llegar, unos 35 minutos aproximadamente. Nada más bajar del tren podéis encontrar un punto de información turística donde anuncian excursiones, entre ellas una al Vesubio por 15.50€ (la cual nosotras no cogimos).
El acceso a las excavaciones está muy cerca de la estación, a tan sólo unos metros caminando. Lo primero que hicimos fue comprar el audioguía. Me parece recordar que los precios eran los siguientes:
1 audioguía: 6.50€
2 audioguía: 10.00€
3 audioguía: 15.00€
4 audioguía: 20.00€
A continuación compramos las entradas, que valen 11.00€ pero a nosotras nos valieron 5.50€ por el 50% de descuento que se aplica a los habitantes de la UE de entre 18 y 24 años. Nos dieron un mapa (creo que fue cuando compramos las audioguías) y también cogimos unos libritos que informaban sobre los lugares que se podían ver durante la visita.
Detrás del mapa hay una serie de rutas que se recomienda seguir dependiendo del tiempo del que dispongas (2 horas, 4 horas, 6 horas...) He de decir que Pompeya es un sitio enorme, no me esperaba que fuera tan grande y tuviera tantas cosas para visitar.
A destacar que se puede dejar gratuitamente tu equipaje en unas taquillas, lo que nos resultó muy útil a nosotras porque pasamos la noche en Nápoles y llevábamos a cuestas el equipaje.
Cuando finalizamos nuestra visita (a la cual le dedicamos aproximadamente 3 horas) cogimos el tren de vuelta a Nápoles. Ése fue nuestro primer contacto con la ciudad, ya que no habíamos salido de la estación. Pedimos un mapa pero no había manera de encontrar el hotel (Hotel de la Ville), así que preguntamos y resultó que la calle es tan pequeñita que ni siquiera figuraba en el mapa. El hotel era de 3 estrellas y la verdad es que estaba muy bien, muy cerca de la estación. Pedimos una habitación con dos camas individuales y de no fumadores, y al entrar nos encontramos con una cama de matrimonio y una peste a tabaco que echaba para atrás. Pero bueno, son males menores, podría ser peor así que no me quejo. El trato del personal fue muy bueno y el desayuno (increíble!!) estaba incluído en el precio de la habitación (22.00€ por persona por noche).
Después de instalarnos en la habitación decidimos salir a dar una vuelta por Nápoles, pero sinceramente no nos gustó demasiado. La vimos muy sucia, muy caótica. Atención al tráfico, porque conducen peor que en Roma... y ya es decir!! Así que decidimos volver a la habitación y descansar, que falta nos hacía.