Moravia del Sur desde una barrica
Colinas onduladas tapizadas de viñedos, bodegas subterráneas, pueblecitos donde ir probando las especialidades locales... Y un original alojamiento desde el que descubrir los muchos atractivos de Moravia del Sur. Nuestra propuesta en esta región, que sabe más a vino que a cerveza, es dormir en un barril de madera colocado entre los viñedos de la
bodega Pod Hradem. Desde una confortable cama situada en el interior no sólo se pueden observar las vides, también sentir el aroma de la lavanda en verano y apreciar por la noche un manto de brillantes estrellas. Estas dos gigantescas barricas están disponibles de marzo a noviembre, que es cuando el tiempo es más estable, pero quienes deseen acudir en otro momento pueden recurrir a un apartamento que está disponible todo el año en la bodega.
Después de visitar sus cavas y de realizar las correspondientes catas, el viajero puede relajarse junto a la chimenea en la sala del vino, iniciar una ruta para descubrir el enoturismo moravo visitando otras bodegas o caminar por algunas bellísimas ciudades como
Mikulov (a 6 km) y
Znojmo (a 54 km) vinculadas directamente con el vino. Y para terminar el viaje, no hay nada más apetecible que la vibrante
Brno, capital de la región, donde gozar de su restauración, cafés y animada escena nocturna.
Naturaleza bohemia desde una villa modernista
Disfrutar del pasado, pero con las comodidades del presente, desde una preciosa casa modernista puede ser otro plan perfecto para parejas que amen las escapadas al aire libre ya que la
Villa Čapek reúne ambas condiciones. Esta mansión, que obtuvo el prestigioso premio
Amazing Places en 2022, fue construida por el arquitecto Čapek en estilo
art nouveau a finales del siglo XIX. Esta fue su residencia durante algún tiempo, pero en la Segunda Guerra Mundial los alemanes instalaron aquí un centro para las juventudes hitlerianas. Por fortuna, hoy día ha recuperado su esplendor y se ha convertido en un hotel destino con una propuesta perfecta. Dormir en una preciosa habitación con detalles modernistas, desayunar en el jardín, continuar la mañana en su piscina de hidromasaje, comer en un pícnic junto al lago, una cata de vino en su bodega… y, si se desea conocer el entorno de Branžež, se encargan de proporcionar un coche clásico. En verano también disponen de cine de verano, barbacoa y discoteca.
El municipio de Branžež se encuentra en Bohemia Central, pero es fronterizo con las regiones de Liberec y Hradec Králové por lo que permite descubrir espacios naturales tan sorprendentes como el
Paraíso Checo o de Bohemia (Český ráj), que fue el primer geoparque del país y cuyas asombrosas formas rocosas son compañeras inseparables en decenas de recorridos. A pocos kilómetros se sitúa
Jičín, la ciudad que Alberto de Wallenstein quiso convertir en el Versalles checo y que también merece una parada.
Información facilitada por Turismo República Checa:
www.visitczechrepublic.com