Paradores Nacionales en Asturias ❤️ Destacados ✈️

Parador de Corias

Sin lugar a dudas de los buenos, merecido
El reconocimiento de la revista Condé Nast Traveler, al mejor hotel no Urbano de España

En la pequeña localidad de Corias, próximo a Cangas del Narcea
Construido en un monasterio monumento histórico artístico, en el que actualmente residen dos monjes dominicos
Se restauró como parador en 2013, por lo que es bastante nuevo
En la planta sótano se pueden ver unas ruinas
Además del parking exterior tiene garaje sin cargo para huéspedes

Cuenta con una piscina interior climatizada muy agradable y con spa que no utilizamos en zonas comunes dos claustros, uno de ellos cafetería, unos amplios salones, muy confortables y en la planta segunda, sólo para alojados, la biblioteca del convento que es una maravilla enorme, con las estanterias de origen

Me gustó que desde el Parador pretenden dar a conocer la comarca,
En una de las estancias hay un cuenquero, que muestra de forma artesanal como se elaboraban las piezas de las vajillas en madera y puedes adquirirlas
Te ponen en contacto con empresas para rutas en 4 x 4
Además de info de rutas de senderismo,
Nosotros visitamos Cangas del Narcea y la Iglesia anexa al Parador que explotan los dominicos se paga 4,5e
Es muy bonita y merece la pena
Ofrecen una visita a una bodega frente al Parador, esa no la hicimos


Sobre el alojamiento
Nuestra habitación superior de unos 50 mts
Tenía 3 balcones con vistas a la plaza de la iglesia y al rio
El mobiliario moderno, con zona de estar con dos butacones y una mesita
La cama enorme, no muy cómoda
Sábanas de hilo y bordadas y edredón
El baño espacioso
Cada habitación tiene el nombre de un pueblo de la comarca y en la puerta unas madreñas

La restauración es muy buena
En la carta platos típicos de la zona, no falta la fabada, platos regionales, carnes y pescados. Buenos postres. Un poco más caro que otros pero merece la pena

Los desayunos organizados en turnos por el covid
Fríos en bufet, cafés, agua y calientes a la carta
Mucha calidad y variedad de dulces, frutas, quesos y embutidos
Los calientes huevos en las distintas modalidades. Bacon, churros

Si tengo ocasión repetire sin duda

Hemos estado tres noches en el parador de Gijon
Nos ha sorprendido gratamente
Es un parador antiguo, pero el mantenimiento es muy bueno
Es un antiguo molino
Tiene un amplio salón con vistas al parque de Sta Isabel
Nuestra habitación una standard con vistas al jardín, muy tranquila
El suelo de madera, dos camas juntas como en la mayoría sábanas de hilo, el colchón cómodo y la almohada mejorable, aunque hay bufet de almohadas
Mesitas y escritorio de madera
El armario muy amplio con cajoneras
Caja fuerte, minibar, ect

El personal

La recepción muy amable y eficaz

En el comedor un poco apresurado, te dejaban con la palabra en la boca
La limpieza impecable

El protocolo covid correcto, han prohibido fumar en la terraza según a entrado la norma de la distancia en vigor
Espacio entre mesas suficiente

Turnos para las comidas
En el desayuno porciones individuales de frutas, queso, embutidos, dulces
Como en el resto te sirves con tu plato y Pinzas de bambu
Y el café y los calientes a la carta
Este de fríos tenía poca variedad sobre todo de pan y dulces

Los almuerzos muy bien, carta con platos regionales
Pescados y carnes
Buenos postres
Recomendamos fabada, parrillada de verduras, ensalada de aguacate y naranja
Chipirones fritos
Cachopo
Merluza y salmón con cebolla caramelizada
De postre la manzana asada con helado de turron y el arroz con leche

Hemos pasado unos días por Asturias, alojándonos en los paradores de Cangas de Onís, Gijón y Corias.

El de Cangas ya lo conocíamos, por lo que, aunque lo disfrutamos mucho, no nos sorprendió.

La ubicación es muy buena, fácilmente accesible por la carretera de Arriondas a Covadonga, antes de llegar a Cangas de Onís.
El párking es amplio y, aunque en momentos puntuales puede haber mucho coche, siempre hay sitio.
Las habitaciones son amplias y, salvo por el baño, que ya se le nota el paso del tiempo, no hay mucho que criticar.
En lo que respecta a la restauración: desayuno con mucha variedad (incluidos productos típicos de la zona), exprimidor de zumo automático, platos calientes... Comida en el restaurante a la carta, como en el resto de Paradores, con buena calidad y precio razonable. Por poner un "pero", al menos en las fechas en las que nos alojamos, se notaba falta de personal, especialmente en cafetería a media mañana y a media tarde-noche.

Por su parte, el de Gijón, está situado en el casco urbano de la ciudad, junto al Parque Isabel la Católica y el estadio El Molinón, a unos 10 minutos caminando de la playa de San Lorenzo. Es una zona residencial, muy tranquila (aunque supongo que la cosa cambiará los días de partido). El parador en sí tiene mucho encanto, por el tipo de edificio que es y su ubicación. No obstante, necesita actualizarse al siglo XXI. Respecto a la restauración: al nivel de cualquier otro parador, si bien la oferta de productos de desayuno, comparado con otros paradores es algo escasa. El personal lo compensa con creces, haciendo que el servicio sea muy fluido, haciéndote sentir cuidado en todo momento.

Por último, el de Corias. Si tuviera que resumirlo en una palabra, sin duda sería IMPRESIONANTE. Por su tamaño, por el gusto a la hora de rehabilitar el edificio, por lo espacioso de la habitación (unos 50m2)...
El desayuno, en la línea del resto de paradores, y la comida, también. Producto de proximidad, bien tratado y con el personal en sala muy pendiente de que todo sea perfecto.
Se nota que todo el personal es consciente de lo especial que es el parador y lo disfrutan. O al menos transmiten una sensación de pertenencia que, desde el punto de vista del huésped, marca la diferencia.
La piscina y zona de spa, agradables, aunque de tamaño reducido.
Hicimos la visita guiada, tanto al parador (gratuita, de unos 30 minutos) como a la iglesia y sacristía (de pago -5 euros por persona- y 1 hora de duración). Es un buen plan para un rato por la mañana o por la tarde, pero en mi opinión, no hace justicia al edificio ni a su historia. Grupo demasiado grande como para que sea fluida y, esto ya como opinión personal, la guía se centró en aspectos "demasiado didácticos" y demasiadas opiniones personales sobre momentos históricos. No obstante, hay que reconocer que su carácter afable compensa, en parte, lo anterior.