Hemos pasado 2 noches en Collioure este mes de agosto, y me gustaría hacer aquí algunos comentarios y recomendaciones por si son útiles.
En verano el pueblo se llena hasta los topes, sin embargo con la caída del sol se vuelve mucho más agradable. El pueblo es realmente bonito, y si lo paseas al amanecer, no lo olvidarás
El parking es muy muy complicado, hay algunas plazas de pago en pocas calles que se llenan rápidamente (son de pago en horario de 8h a 24h, con un máximo de 6h de estacionamiento permitido). Aparte, el pueblo tiene varios parking de pago en las afueras, unos más cerca que otros a pie... Todos con bastantes cuestas (hacia abajo al llegar, de subida al volver). Al menos uno de ellos, el P5, está conectado con el centro del pueblo por bus, creo que gratuito.
Nosotros nos alojamos en un apartamento que ya no aparece disponible en booking; pero en general hay muchos apartamentos en varias páginas, son una opción muy recomendable ya que puedes ahorrarte especialmente la comida
Al estar tan atestado de gente en verano, buscar mesa al mediodía es misión imposible...salvo que no tengas prisa. En Francia la gente empieza a comer muy pronto, por lo que si esperas a las 15h o 15.30h encontrarás sitio. Eso sí, a mí los restaurantes me parecieron en general caros para lo que ofrecen, cuestión subjetiva.
Si vas con niños (y si no, también
) te recomiendo coger el "trenecito", por no mucho dinero te sube hasta el Fuerte que se ve en la colina a través de los viñedos, y vuelve por el cercano pueblo de Fort Vendres. La parte negativa es que el audio es sólo en francés (aunque veas muchas banderas en el folleto y en el mostrador, te dirán que "está estropeado"). Aún así, merece la pena.
Recomiendo llevar escarpines, la playa es de piedras.
En cuanto a puntos de interés, además del mencionado fuerte (que por dentro está cerrado, pero desde donde las vistas son simplemente imprescindibles), lo demás está todo muy muy cerca, en cuestión de minutos lo recorres entero. El encanto está más en tomar el día con calma, disfrutar de las vistas y el mar, los talleres de los artistas pintores (hay decenas), y "saludar" a nuestro querido Machado, que allí murió y allí está enterrado.