Recién llegada de Amsterdam. Visité el Museo Van Gogh con mi hija de 6 años. Compré la entrada con audioguía incluída. Eché de menos que no faciliten audioguía a los niños pequeños, aunque conlleve pagar una pequeña entrada. La audioguía no es imprescindible si se conoce bien la obra de Van Gogh, pero ayuda mucho y cuenta bastantes anécdotas curiosas que yo desconocía, tanto de la vida del pintor como de su obra.
Me llamó la atención que muchos lienzos no está protegidos por cristal. Y que muchos españoles sacaban fotos cuando está prohibido
, haciendo caso omiso a un vigilante que iba cantando "No photos" en voz alta.
Por todo el museo hay varias tiendas con artículos de todo tipo: lápices, cuadernos, lienzos, libros, álbumes, carcasas para el móvil, imanes para la nevera
En definitiva, una visita altamente recomendable.
Saludos