Una referencia para buscar alojamiento en la Montaña Palentina es el
eje Aguilar de Campoo - Cervera de Pisuerga. Yo escogí un establecimiento singular:
Hotel Molino de Salinas en
Salinas de Pisuerga. El alojamiento da nueva vida a un antiguo molino a la vera del Pisuerga, exquisitamente rehabilitado. Es una delicia adormecerse con el arrullo del agua.
Elegir habitación: Doy unas pistas, pues su web no muestra claramente las diferentes opciones, mezclando fotografías de unas y otras. Hay dos suites con terraza ideales para los días largos de primavera o verano. Mejor la que da al río (acequia, en realidad) que han bautizado -un poco ridículamente, a mi modo de ver- como "River Suite". A continuación vienen cinco estancias con la calificación de "superior" en la planta baja. De nuevo, mejor encarando el paso de agua. La mejor, la contigua a la suite y esa fue mi elección. El resto de habitaciones son un poco más pequeñas y se distribuyen en las dos plantas superiores con acceso por escaleras.
Deliciosas las zonas comunes: Para quedarse un buen rato con un libro en el salón-biblioteca con ventanales a la acequia, viendo llegar el agua.
El hotel queda a distancia caminable de Salinas a través de un corto y agradable paseo.
Hay dos bares heroicos abiertos en temporada baja que además hacen de restaurante en fin de semana:
Cantina La María y
Mesón Escaramujo. De noche y entre semana improvisaron para nosotros una tabla de cecina y quesos que cumplió perfectamente con su propósito en la cantina. En verano se debe estar muy bien en su terraza junto al río. Por su parte, el mesón trabaja unas presentaciones elaboradas y es de encomiar el papel de aglutinantes de la vida social de estos locales cuando el turismo se ha ido.
Otros alojamientos con encanto e inmersos en el románico que barajé fueron la
Hospedería de Santa María la Real en Aguilar (gestionada por la misma empresa que el molino) y la del
Monasterio de Santa María de Mave (El Convento de Mave). La distribución un tanto extraña de las habitaciones en dos plantas del primero y el cierre por fin de temporada del segundo me llevaron al molino salinero y quedé muy contenta de la elección.
También tenemos
Parador nacional de Cervera del Pisuerga